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Los presos de los ERE
Seis ex altos cargos socialistas de la Junta de Andalucía cumplen ya en cárceles de Sevilla, Huelva y Cádiz su condena de entre seis y casi ocho años de prisión por el caso de los ERE. Llevan ya dos semanas privados de libertad, desde que el tribunal les diera un plazo para su ingreso voluntario en prisión. En estas dos semanas, Carmen Martínez Aguayo –que está en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra–, Antonio Fernández –en Puerto III–, José Antonio Viera –Huelva–, Francisco Vallejo, Jesús María Rodríguez Román y Miguel Ángel Serrano Aguilar –estos tres últimos entraron juntos en Sevilla-I– se están adaptando a la vida entre rejas y al cumplimiento de las normas del régimen penitenciario. La adaptación, evidentemente, no es fácil para las personas que entran por primera vez en un centro penitenciario.
La mitad de los ex altos cargos condenados por malversación en el caso de los ERE eligieron la prisión de Sevilla-I, donde han sido alojados en el módulo 102, un módulo de “respeto” de la unidad mixta. Dos de ellos comparten celda. Se trata del ex consejero de Innovación Francisco Vallejo y el que fuera su número 2, el ex viceconsejero Jesús María Rodríguez Román. El ex director de la agencia IDEA Miguel Ángel Serrano Aguilar, que entró el mismo día con ellos, está en una celda del mismo módulo con otro interno, en este caso un preso de confianza.
Los tres ex altos cargos estuvieron sólo una noche en el módulo de ingresos y al día siguiente pasaron a las celdas que les han sido asignadas y que estaban recién pintadas, según han comentado a este periódico fuentes próximas a la cárcel sevillana. No obstante, las fuentes han apuntado que estas labores de mantenimiento son habituales y han coincidido precisamente con la entrada de los ex altos cargos. También se han colocado en sus celdas, y en las del resto de este módulo, unas abrazaderas o asideros en la letrina. Las fuentes consultadas por este periódico descartan que estén recibiendo un trato de favor, dado que estos trabajos se están realizando asimismo en otros módulos de la cárcel sevillana, donde aseguran están siendo tratados como el resto de los internos. En sus celdas disponen además de un aparato de televisión.
Cuando entraron en Sevilla-I, el centro penitenciario les ofreció a lo ex altos cargos la posibilidad de acogerse al Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS), que contempla entre otras medidas el acompañamiento durante las 24 horas por un preso de confianza para facilitar el proceso de adaptación. Todos los ex altos cargos declinaron acogerse a este protocolo, según han indicado las mismas fuentes.
En el módulo 102 de Sevilla-I, los tres ex altos cargos comparten estas instalaciones con un perfil de interno mayor, la mayoría tiene más de 65 años y hay incluso algunos reclusos que tienen 78 y 82 años. Se trata además de presos que no tienen un perfil violento, no son agresivos. Son presos tranquilos y pacíficos, aunque las fuentes señalan que puede haber alguno condenado por un delito contra la libertad sexual. Lo que no hay son, por ejemplo, personas condenas por delitos graves como homicidios o asesinatos.
En cuanto a la vida carcelaria, tienen mucho tiempo para acudir a la biblioteca o bien para pasar en unos jardines que hay al fondo de la unidad, y por supuesto para leer o ver la televisión.
Respecto a cómo es un día para los internos de este módulo, las fuentes han señalado que, cada día, a primera hora, se realiza un recuento de los internos. Las celdas suelen abrirse entre las 07:30 y 07:45 horas de la mañana. Tras el aseo matutino, los internos van a desayunar, en torno a las 08:30 horas.
A partir de ahí tienen tiempo libre, que algunos dedican para ir a tomar café al economato –porque no les gusta el café que se ofrece en el desayuno– y luego pueden ir a la biblioteca o a los jardines que hay junto a este módulo de respeto. La comida se sirve a la una de la tarde y, tras el almuerzo, los internos vuelven a sus celdas. En ellas permanecen hasta las 16:30 horas aproximadamente, momento que vuelven a disponer de tiempo para los paseos o acudir de nuevo a la biblioteca.
Sobre las 20:00 horas o las 20:15 horas los internos van a cenar y a continuación regresan a sus celdas, sobre las 20:45 horas. Una vez dentro, las mismas no volverán a abrirse ya hasta la mañana siguiente.
En cuanto a su situación penitenciaria, la Audiencia de Sevilla ya ha remitido la correspondiente liquidación de condena, en la que se determina el tiempo de cumplimiento de las penas impuestas. La junta de tratamiento tiene previsto realizar en las próximas semanas la propuesta de clasificación de los ex altos cargos, que con toda probabilidad serán clasificados en segundo grado, el que disfrutan la mayoría de los internos.
La primera condenada en entrar fue la ex consejera de Economía y Hacienda Carmen Martínez Aguayo, que ingresó voluntariamente el 28 de diciembre en la prisión de Alcalá, una cárcel pequeña, con varios módulos y bien cuidada, en la que hay unas 80 reclusas y que dispone de diversos talleres, como uno en el que hacen su propio jabón y cultivan Aloe Vera para ello.
En líneas generales, los ex altos cargos sobrellevan su nueva vida con normalidad y están bien, dentro de lo bien que se puede estar dentro de un recinto penitenciario, han apuntado otras fuentes consultadas por este periódico.
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