Los centros educativos andaluces son los que deciden el uso de ordenadores y tabletas
El uso de los dispositivos en las aulas se revisan un lustro después de la pandemia
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El uso de las tabletas y de los ordenadores en los colegios e institutos está en revisión después de las recientes decisiones de varias comunidades autónomas, como Murcia y Madrid, y del anuncio del Gobierno central, que tiene en marcha una ley para limitarlo.
Según los datos recabados por Efe, algunas comunidades defienden un modelo mixto en el que conviven lo digital y lo analógico, como Aragón y Asturias, mientras que otras comunidades autónomas como la valenciana, navarra, gallega o catalana no descartan revisar próximamente sus estrategias. En Andalucía son los centros educativos los que deciden el grado del uso de los dispositivos digitales en las aulas.
Cuando estalló la emergencia sanitaria durante la pandemia y los estudiantes y profesores se confinaron en sus casas, las tecnologías jugaron un papel decisivo para salvar el curso. Esa infraestructura se ha mantenido cinco años después y, en muchos centros educativos, ha requerido de inversiones para dar espacio a las tabletas y ordenadores en detrimento de libros de texto, cuadernos y lápices. Ahora, varias administraciones educativas del país se están replanteando el equilibrio entre esas herramientas.
Regiones que restringen y regiones que no
No es el caso de la Junta de Andalucía, cuya Consejería de Educación ha empleado en los últimos años un gasto para la compra de unos 400.000 ordenadores o tabletas, no contempla por ahora la restricción del uso de las herramientas digitales en las clases, como sí han hecho otras administraciones educativas gobernadas también por el PP. Según la norma en vigor, la Consejería de Educación da potestad a los equipos directivos de las escuelas infantiles, colegios e institutos para regularlo.
La Comunidad de Madrid, administrada por el PP, anunció la pasada semana que a partir del próximo curso limitará el uso de los dispositivos digitales para volver a la esencia de la educación, aunque adaptada al presente. En Madrid estarán vetadas las herramientas digitales en el ciclo de 0-3 años y se permitirán un máximo de dos horas semanales en los ciclos de Infantil y Primaria. En Secundaria, serán los centros los que delimitarán el uso en función de las características de las enseñanzas, de la edad y la madurez de sus alumnos.
El Gobierno de Murcia, también del PP, ha redefinido igualmente el proceso de digitalización de los centros educativos y la exposición a las pantallas se restringirá a una hora diaria en Primaria y a dos en Secundaria a partir del próximo curso, siempre con la supervisión del profesor.
El Gobierno central ha incluido este tipo de medidas en el proyecto de ley de protección de menores en entornos digitales, aprobado ayer en el Consejo de Ministros, y que obligará a regular el uso de ordenadores y tabletas en todos los ciclos de la enseñanza no universitaria y a que los centros educativos elaboren un plan digital anual. Esta ley garantiza y tiene en cuenta las competencias digitales que deben alcanzar en cada etapa y que marca la ley de Educación en vigor (Lomloe).
El estado de las otras administraciones educativas
El Gobierno aragonés del PP no se ha planteado limitar el uso de los dispositivos digitales en los colegios al considerar que no se debe dar la espalda a los avances tecnológicos y el alumnado debe formarse en unas competencias que va a utilizar posteriormente. Mantiene un modelo mixto.
El Principado de Asturias es partidario de compatibilizar todas las herramientas. "No se puede vivir de espaldas a la era digital y a la tecnología" ni olvidar tampoco los métodos tradicionales, aseguran desde la Consejería de Educación asturiana.
Este mismo año, el Gobierno de Baleares (PP) ha ampliado la restricción del uso individual de dispositivos móviles en los colegios, que se aplica a Educación Infantil y a los tres primeros cursos de Primaria, salvo en programas específicos con plataformas digitales, donde se limita a un máximo de una hora semanal. En cuarto de Primaria se permite utilizar dispositivos individuales un máximo de una hora diaria, mientras en quinto y sexto puede ampliarse el número de horas, según los objetivos pedagógicos o en casos concretos.
El Gobierno canario de Coalición Canaria y PP se plantea limitar el uso de dispositivos digitales en las aulas y "serán los profesores los que determinen en qué medida se deben usar" en los centros educativos. La dirección de los centros educativos cántabros, por su parte, es la que autoriza el uso de dispositivos y en qué condiciones.
En las aulas de Castilla-La Mancha (PSOE), el plan es seguir como hasta ahora: solamente se emplean los dispositivos electrónicos con fines pedagógicos y el uso individual del móvil está prohibido. En situaciones excepcionales en las que se cancelen las clases presenciales, se mantiene el "sistema de teleducación" con dispositivos digitales.
En Castilla y León, el Gobierno del PP no se ha planteado de momento ningún cambio: la pizarra digital está instalada como una herramienta más que convive pacíficamente con libros y cuadernos. La Generalitat, ahora en manos del PSC, permite que en Secundaria se utilicen los dispositivos para actividades pedagógicas y bajo autorización, aunque se plantea ampliar la restricción.
El Gobierno valenciano (PP) estudia la conveniencia de dar "un paso más" en el caso de los colegios que usan los libros o materiales en soporte digital, lo que implica llevarse el dispositivo a casa para hacer tareas. La propuesta se presentará a los sindicatos en abril y se debatirá con asociaciones de padres y docentes.
Desde hace un año, en Extremadura se permite en función de la programación del curso que organizan los centros y "no establece límites de tiempo ni de etapa educativa, pero se entiende que los centros hacen una gestión del tiempo adecuada a la hora de aplicar la tecnología en el ámbito educativo".
En Galicia, el Gobierno del PP también apuesta por un sistema "híbrido" de enseñanza donde conviven las nuevas tecnologías con los métodos tradicionales. La Xunta descartaba en principio limitar el uso de tabletas u ordenadores, como propuso Madrid, y trabaja en una futura ley de educación digital. Además quiere actualizar su programa de aulas digitales E-Dixgal.
En Navarra se regulan anualmente las instrucciones de inicio de curso, según las cuales son los centros educativos los que regulan el listado de dispositivos digitales personales de los alumnos, como móviles, tablets, relojes inteligentes, auriculares, etcétera. Su uso solo se permite dentro de las actividades educativas programadas que autorice el propio centro, en función de los ciclos y etapas. El Gobierno autonómico (PSOE) tiene idea de abordar estas medidas el próximo año en el nuevo Decreto Foral de Convivencia, de mayor rango normativo.
El sistema educativo vasco dispone de ordenadores y tabletas en los centros y es, de hecho, de las comunidades con mayor proporción de este tipo de dispositivos, según los datos facilitados por el Gobierno Vasco (PNV), con una ratio de un ordenador por cada 1,4 alumnos.
El gobierno de La Rioja (PP) permite el uso de dispositivos digitales, siempre que se utilicen con fines pedagógicos y bajo la supervisión de un docente alternando con métodos tradicionales, como pizarras, libros o cuadernos.
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