Coronavirus: Andalucía contratará a interinos y eventuales para cubrir las vacantes de la desescalada
La Junta abre la puerta a incorporar personal de urgencia en las áreas donde las bolsas no cubran las necesidades previstas, sobre todo en el ámbito sanitario y de las residencias
El mapa de los casos positivos de coronavirus en Andalucía
La Junta abrió la puerta a mediados de marzo a la contratación de personal interino y eventual para atajar las posibles necesidades que deriven de la crisis sanitaria generada por la pandemia de coronavirus. A las habituales puertas de entrada al trabajo en la Administración autonómica –bolsas de empleo público ordinarias y extraordinarias– añadió la posibilidad de publicar ofertas en los sectores donde no es posible acudir a los métodos habituales.
Esta iniciativa se puso en marcha, sobre todo, para el ámbito sanitario y de los servicios sociales, concretamente en residencias. Además, para entrar a trabajar en la Junta, los aspirantes sólo tendrán que presentar una declaración responsable para confirmar que cuentan con los requisitos indicados en la oferta, que se colgará en la web del empleado púbclio de la Administración.
Fórmulas similares en la crisis de las vacas locas
No es la primera vez que se pone en marcha una fórmula similar, pero sí la primera vez que lo hace este Gobierno, que en su primer Presupuesto autonómico endureció los requisitos para la contratación de interinos y eventuales. Hay que remontarse a una crisis sanitaria para buscar un precedente, eso sí, bajo mandato socialista. Fue hace ya casi dos décadas, en la crisis de las vacas locas.
Entonces, con Paulino Plata como consejero de Agricultura y Pesca, la Administración regional se sirvió de fórmulas análogas para incorporar veterinarios a su plantilla. Fue a través de un ente del sector instrumental que hoy es la Agencia de gestión Agraria y Pesquera (Agapa), que contrataba temporalmente a veterinarios para el saneamiento ganadero y la vigilancia epidemiológica de las reses que podían desarrollar una enfermedad denominada encefalopatía espongiforme bovina, que finalmente sólo fue detectada en ocho animales en toda la región.
Veinte años después, la resolución aprobada por la Dirección General de Administración Pública viene a cubrir una necesidad similar en términos conceptuales, pero mucho mayor en términos de personal. Miles de trabajadores han incorporado a las plantillas sanitarias en las últimas semanas. Y serán más, probablemente, aunque no sólo en los hospitales.
Una vez pasado el pico de presión en los centros hospitalarios andaluces, el pasado 30 de marzo, las Administraciones miran ya hacia la desescalada. El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ha anunciado que “un ejército de rastreadores” se encargará de la vigilancia epidemiológica del virus en el proceso de relajación del confinamiento. A este lado del Atlántico, según avanzó el propio Pedro Sánchez a las comunidades el pasado fin de semana, el peso lo llevará la Atención Primaria y los expertos en salud pública y medicina preventiva.
Contratos hasta el final de la crisis sanitaria
Será en áreas como ésta donde se produzcan las vacantes que podrán cubrirse a través de la fórmula aprobada por el departamento dependiente de la Consejería de Presidencia, Administración Pública e Interior. Además, tras la remodelación de la resolución publicada en BOJA el pasado martes, se elimina el límite temporal fijado en su primera redacción. Inicialmente, estos interinos y eventuales verían finalizado su contrato al levantarse el estado de alarma, pero ahora podrán trabajar en la Junta mientras dure la crisis sanitaria, es decir, el horizonte temporal queda indefinido o, como mínimo, prolongado varios meses.
Entre las modificaciones aprobadas destaca la eliminación de la fiscalizacion previa de los gastos de contratación, la inclusión de una fórmula más de acceder al empleo público, acudir las listas de sustitución vigente en cada provincia. Y también la posibilidad de poner en marcha varios procesos de cobertura de vacantes de forma simultánea. No obstante, la norma contempla la posibilidad de que no se cubran ciertos puestos ni con los tres supuestos planteados en la misma, por lo que se faculta a los entes y consejerías a utilizar “otras fórmulas de selección” para encontrar trabajadores para servicios considerados esenciales.
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