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La defensa ciudadana

Sevilla

Noelia Márquez

22 de enero 2017 - 00:00

SIN siglas políticas ni sindicales en las pancartas, por petición de los propios organizadores, los ciudadanos se echaron a la calle en Sevilla después de que lo hicieran en su día en Granada, Málaga y Huelva, donde el eje del descontento es la fusión hospitalaria. Los sevillanos se unieron a esta Marea Blanca para mostrar un rechazo unánime al deterioro de la asistencia sanitaria en los últimos años. El proceso de la denominada "convergencia" no afecta, al menos en estos momentos, a los hospitales sevillanos. La Avenida de la Constitución se llenó. Profesionales sanitarios acudieron a la protesta pero se abstuvieron de portar pancartas sindicales. "Las listas de espera, las Urgencias, son las cuestiones de fondo. La fusión también existe en Sevilla, pero está camuflada", comentó ayer Antonio Gutiérrez, presidente del Sindicato Médico de Sevilla, que se sumó a la movilización.

La provincia de Sevilla ha perdido en siete años el 11% de las camas hospitalarias: si en 2007 se contaban 3.286 camas, en 2014 esta cifra se redujo a 2.905 camas. Según datos facilitados por el sindicato de Enfermería Satse, la plantilla del SAS entre 2010 y 2016 ha perdido a 5.571 profesionales en Andalucía, de los cuales 1.347 profesionales dejaron de trabajar en Sevilla. Los enfermeros, que se sienten especialmente castigados por los recortes, han cifrado en 1.046 los efectivos perdidos entre 2011 y 2015. Sevilla contaba en 2011 con 6.031 enfermeros, cifra que se redujo a 4.985 efectivos en 2015. Esta pérdida de personal es considerada como "una barbaridad" por la portavoz de Satse-Sevilla, Reyes Zabala. La reducción de profesionales se traduce en demoras, saturación y en el descontento de los usuarios. La paralización en seco de proyectos esperados desde hace ya más de una década (Hospital Militar, Equipo Quirúrgico, Hospital de Morón de la Frontera, eliminación de las caracolas que funcionan como centro de salud en Coria del Río y en Santiponce, entre otros proyectos) es diana también de las críticas a los gestores de la sanidad pública andaluza.

La nueva Marea Blanca en Sevilla no está dirigida por sindicatos sino por familias agrupadas en asociaciones de pacientes, comunidades de vecinos, etcétera, que suman 95 entidades ciudadanas. Centrales como el Satse y Sindicato Médico de Sevilla se han sumado, sin pancartas. Son los usuarios y profesionales que se sienten víctimas del propio sistema los que protagonizan esta nueva oleada de Marea Blanca. Entre las entidades ciudadanas se encuentra la Plataforma Andaluza de Atención Temprana. "Nuestros niños tienen que esperar dos años para conseguir una cita e iniciar el proceso hasta lograr el reconocimiento de la discapacidad, la puerta para recibir ayudas sociales; la demora en Sevilla para el test genético alcanza el año". Antonio Guerrero explica, con estas palabras, algunos de los motivos de medio millar de personas que alzaron su voz el 15 de enero en defensa de la sanidad pública.

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