El fuego amigo de Manos Limpias

La recta final del juicio de los ERE

El sindicato tumba la unidad de acción de las acusaciones al exculpar a Manuel Chaves y a otros tres acusados, y retirar el delito de malversación contra otros 15 acusados.

Las acusaciones de los ERE.
Las acusaciones de los ERE. / EFE
Jorge Muñoz

29 de octubre 2018 - 21:38

La verdadera bomba de la sesión de hoy la detonó el sindicato Manos Limpias, cuyo abogado, Rafael Prieto Tenor, ha tumbado la unidad de acción de las acusaciones al modificar sus conclusiones provisionales y exculpar al ex presidente de la Junta Manuel Chaves y a otros ex altos cargos.

Y es que no hay nada como el fuego amigo. La brecha que ha abierto el sindicato, que por cierto no está en sus mejores momentos, es importante pero el letrado actúa según su leal criterio de Justicia, algo que nadie le puede reprochar.

El cisma es relevante no sólo por lo que supone la retirada de los cargos contra Chaves y contra el ex interventor general –otra de las piezas clave del supuesto fraude para la Fiscalía Anticorrupción y el PP–, sino porque al retirar los cargos contra otros 15 acusados por el delito de malversación –entre ellos el ex presidente José Antonio Griñán– que se enfrentan a penas de entre seis y ocho años de prisión, esta acusación ha abierto de nuevo el debate sobre por qué se incluyó este delito si el Tribunal Supremo ya lo descartó cuando investigó a los entonces aforados Chaves y Griñán y a otros ex altos cargos.

El instructor del Supremo, el magistrado Jorge Alberto Barreiro, planteó que aunque la cuantía global de las ayudas fuese nula por infringir el ordenamiento jurídico, eso “no significa que todo el dinero concedido con cargo a ese programa haya sido defraudado en perjuicio del erario público”, porque habría ayudas a las que los trabajadores tendrían derecho y serían correctas de haberse seguido el procedimiento administrativo adecuado.

El juez de refuerzo Álvaro Martín fue quien, contra todo pronóstico, introdujo la malversación en el “procedimiento específico”, lo que ha desembocado en el lío de las exclusiones de los ex altos cargos en el resto de las piezas.

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