Las incógnitas de las seis horas de juerga en el Don Angelo
El juicio por el uso de las tarjetas de la Faffe en los prostíbulos
El ex director de la fundación Fernando Villén lleva más de cinco años guardando silencio sobre qué ocurrió aquella noche y quién le acompañaba, y en el juicio tampoco ha querido tirar de la manta
El fiscal reprocha al ex director de la Faffe que gastara 32.556 euros de fondos públicos "en prostitutas" y "orgías"
Una juerga de seis horas en el club de alterne Don Angelo que costó 14.737 euros, una "orgía" según la Fiscalía Anticorrupción que se pagó con una tarjeta de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), es decir, con los fondos públicos de una fundación destinada a la promoción de las políticas activas de empleo, sobre todo mediante los cursos de formación. El que fuera director de la fundación Fernando Villén y la directora económico-financiera Ana Valls están siendo juzgados actualmente en la Audiencia de Sevilla por delitos de malversación y falsedad documental, en relación con estos pagos y con la simulación en las cuentas de la fundación de la supuesta devolución de las cantidades.
Fernando Villén está acusado de haberse gastado entre 2004 y 2011 un total de 32.556 euros en prostíbulos de Sevilla, Cádiz y Córdoba, pero sin duda el cargo más llamativo es el que efectuó en la noche del 22 al 23 de marzo de 2010 en el Don Angelo, un club que estaba ubicado en la calle Manuel Siurot de Sevilla. En sólo seis horas, Villén gastó esos casi 15.000 euros en un total de 15 cargos con la tarjeta de representación de la Faffe. La primera de las disposiciones se hizo a las 20:57 horas del 22 de marzo y la última a las 02:42 horas del 23 de marzo, según los registros del datáfono del local.
Lo qué pasó en esas seis horas continúa siendo una incógnita porque Fernando Villén no ha querido revelar el motivo por el que fue al local aquella noche, si estaba celebrando algo y, sobre todo, con quién iba acompañado. Lo que no parece lógico es que él solo realizase un gasto tan elevado. Villén lleva guardando silencio desde que estalló el escándalo, hace más de cinco años. No ha tirado de la manta. Esta semana, en el juicio con jurado popular que preside Mercedes Alaya, la que fuera azote de la corrupción como juez instructora y ahora destinada en la Audiencia de Sevilla, tampoco ha querido revelar ningún extremo sobre esa fiesta que coincidió temporalmente con una remodelación del Gobierno andaluz en la que José Antonio Griñán llevó a cabo varios cambios en su gabinete, entre ellos la salida del consejero de Empleo Antonio Fernández, del que dependía orgánicamente la Faffe.
Durante la instrucción del caso, que el PP capitalizó como un ejemplo más de corrupción en el seno de los gobiernos socialistas -no hay que olvidar que Juanma Moreno inició en 2018 la campaña que le llevó al Palacio de San Telmo denunciando este escándalo desde el propio club Don Angelo-, la acusación popular pidió incluso que Antonio Fernández declarara como testigo para que aclarase si él estuvo presente en la fiesta organizada en el Don Angelo. Esa petición fue rechazada por el juez, porque no había nada que la soportara esas sospechas de la acusación, dado que Villén nunca dijo quien participó en la misma.
El fiscal delegado de Anticorrupción Fernando Soto se refirió al inicio del juicio a este lamentable episodio del Don Angelo señalando que Villén tuvo que ir "acompañado de muchas personas y organizando una fiesta". "Esa gran juerga u orgía fue de tal calibre que al día siguiente Villén inventó que le habían robado la tarjeta y que algún desaprensivo se había gastado esos 14.000 euros en el Don Angelo". El representante del Ministerio Público lamentó que a pesar de la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil "no hemos podido saber con quién fue el acusado, qué festejaban, pero seguro que solo no fue, no sabemos si fue acompañado de altos cargos, políticos o empresarios".
La declaración de Fernando Villén en el juicio no ha aportado ninguna novedad a lo que ya se conocía de la fase de instrucción de la causa. Villén reconoce el gasto en los puticlubes, se muestra "muy arrepentido" y sostiene que todas esas cantidades las reintegró a la Faffe, incluidos esos 14.737 euros del Don Angelo, en contra de lo que mantienen la Guardia Civil y las acusaciones.
Ante los silencios de Villén, cuya suerte judicial podría haber seguido otro camino en el caso de colaborar con Anticorrupción, la investigación ha recopilado los testimonios de los testigos de esta escabrosa historia, desde el dueño del burdel al chófer del ex director de la Faffe. ¡Cuánto saben los chóferes de los ex altos cargos! Nunca como en el caso de estos trabajadores resulta tan cierta esa aseveración que vincula el valor de una persona a sus silencios más que a sus manifestaciones. Y cuando los chóferes hablan no cabe duda de que pueden meter en un verdadero lío a sus jefes, como ocurrió en su día con el chófer de la coca, que trabajaba para el fallecido director de Trabajo Javier Guerrero y que reveló los gastos en copas, fiestas y cocaína del que fuera principal implicado en el caso de los ERE.
En el caso de Fernando Villén, ya ha declarado en el juicio su chófer, Juan Carlos C. M., quien mostró su extrañeza ante la petición de que, dos días después de haberlo llevado al Don Angelo, el ex alto cargo le pidiera que llevara un sobre con dinero Angelo para devolver los 14.737 euros que se había gastado con la tarjeta de la fundación. El que fuera conductor del ex alto cargo explicó que a lo largo de su trayectoria profesional ha llevado sobres a muchos sitios, como "a las Consejerías de la Junta de Andalucía y a los juzgados, pero eso es excepcional, porque es una esquina" de un burdel.
El sobre que llevó al burdel estaba cerrado y era de tamaño "medianito" y, aunque no sabía el contenido del mismo, "imaginaba lo que había dentro", en alusión al dinero en metálico.
Junto a estos gastos en el Don Angelo y en otros cuatro clubes de alterne desperdigados por las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba, la Fiscalía está haciendo hincapié en una comida que tuvo lugar el 18 de abril de 2008, en la caseta de UGT en la Feria de Abril de Sevilla, donde la acusación pública que se elaboró una factura falsa por importe de 2.514,50 euros para tratar de compensar otros gastos de Villén en prostíbulos.
En la vista oral se ha puesto de manifiesto que esta comida de Feria existió realmente y a la misma asistieron unas 50 personas, entre ellas altos cargos de la Consejería, pero como curiosidad en la descripción de la factura aparecía el concepto de “comida coordinación de proyecto”.
La declaración del dueño del Don Angelo
Y para mañana lunes está previsto que declare el dueño del Don Angelo, José Ruiz García, a quien la Audiencia todavía no ha podido localizar. Del propietario del club consta su declaración ante la Guardia Civil y también su intervención en la comisión parlamentaria de la Faffe en el Parlamento andaluz, donde compareció el 8 de noviembre de 2019.
Ante los parlamentarios, José Ruiz dijo que su negocio era "un bar de copas" y negó que allí se prestaran servicios sexuales, si bien cuando compareció ante la Guardia Civil reconoció que en el local se daban "todos los servicios relacionados con los propios de un bar de ocio para adultos (club de alterne)", según recogen los agentes del Instituto Armado en aquella declaración.
También dijo que no conocía a Fernando Villén y que era "normal" hacer un gasto de 14.000 euros en su club en una noche.
Ahora queda por conocer si su declaración ante el jurado puede deparar alguna sorpresa más en un juicio que está respondiendo a las expectativas y donde no pasan desapercibidas las preguntas de la juez Alaya y sus rifirrafes con las defensas.
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