El instituto de Laura Luelmo suspende las clases y pone un psicólogo a disposición de los alumnos
Dolor y rabia tras conocer el fatal desenlace de la desaparición de Laura Luelmo
Nerva/Un sentimiento de pena e infinita tristeza, mezcla de rabia, dolor e indignación inundaba ayer los corazones de los campilleros tras el hallazgo del cuerpo de la joven profesora zamorana del IES Vázquez Díaz de Nerva, Laura Luelmo, desaparecida hacía seis días en El Campillo, localidad de la Cuenca Minera de Riotinto en la que había alquilado una casa en la calle Córdoba del barrio viejo. La desolación era palpable también entre los cientos de voluntarios y miembros de cuerpos de seguridad que participaron el fin de semana pasado en la búsqueda colectiva por los alrededores de la zona.
Nada más conocer el fatídico desenlace, la dirección del centro educativo en el que Laura Luelmo impartía clases desde el pasado día 4 en sustitución de una compañera de baja, anunciaba la suspensión del servicio ordinario de clases durante el día de ayer. Aún así, el centro permanecerá abierto durante toda la jornada para atender a la comunidad educativa en lo que sea necesario. A las 11:00 llevaran a cabo un acto de condolencia y apoyo a la familia de su compañera al que han invitado a todo el alumnado y sus familias. Además, durante toda la mañana, un equipo de psicólogos estará a disposición de toda aquella persona que lo necesite.
El claustro de profesores del IES Vázquez Díaz manifestaba ayer, una hora antes de conocerse el hallazgo del cuerpo de Laura Luelmo, su total apoyo y solidaridad hacia su compañera desaparecida el miércoles pasado en El Campillo, así como a los familiares y amigos desplazados desde su localidad natal en Zamora. Desde el centro educativo han diseñado una serie de actividades para trabajar con los alumnos durante estos días con el objetivo de calmar la ansiedad que puedan estar sufriendo. La consternación en el seno de la comunidad educativa es total.
El director del instituto de educación secundaria, Isidoro Romero recordaba que “desde el jueves que empezamos a denotar la ausencia, todo fueron suposiciones, cábalas e incertidumbre. El viernes fue un mal día, pues ya se confirmaban las sospechas de su desaparición. Los nervios empezaron a apoderarse del profesorado, falta de concentración en sus tareas habituales, evaluaciones por medio, exámenes. Estamos todos muy, muy afectados”.
Los más de 50 profesores con los que cuenta el instituto se habían esmerado durante toda la mañana en transmitir un mensaje de tranquilidad a sus más de 500 alumnos con el objetivo de intentar acallar los bulos y falsedades que entre ellos se transmiten por las redes sociales sin tener conocimiento de causa. Cada profesor ha dedicado unos minutos a tratar este tema con sus alumnos en sus respectivas aulas. Pocos minutos después conocían la información oficial que confirmaba los peores presagios.
Antes de conocer la trágica noticia, el claustro ya había tomado la decisión de suspender todas las actividades complementarias y extraescolares previstas para estos días previos a las fiestas de Navidad y aplazar las evaluaciones hasta enero. “Las familias comprenderán que no es el mejor momento para sentarse a valorar el proceso de aprendizaje de sus hijos y que esta tarea necesita de la reflexión y la tranquilidad que merece”, aclaraba el director.
Un buen número de profesores se sumaba el pasado fin de semana a la búsqueda voluntaria llevada a cabo por los alrededores de la localidad minera donde desapareció su compañera. A la frustración tras las dos jornadas de búsqueda realizadas sin éxito el pasado fin de semana se le unía ayer el dolor y la rabia por el trágico desenlace.
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