Las intensas lluvias en Andalucía dejan más de 40 litros en municipios de Sevilla y Cádiz

La lluvia se ha convertido en la protagonista indiscutible durante las últimas 24 horas en Andalucía, donde las precipitaciones han dejado registros considerables, especialmente en las provincias de Cádiz y Sevilla. Según los datos oficiales recogidos hasta la última actualización pasadas las nueve de la noche, La Puebla de los Infantes ha registrado el mayor volumen de precipitaciones con 47,5 litros por metro cuadrado (l/m²), mientras que la capital gaditana le sigue de cerca con 41 l/m². Este episodio de lluvias ha afectado a gran parte del territorio andaluz, con especial incidencia en la zona occidental de la comunidad.

En la provincia de Sevilla, la localidad de Las Cabezas de San Juan ha contabilizado 38,4 l/m², convirtiendo esta zona en una de las más afectadas por las precipitaciones. La capital hispalense no se ha quedado atrás, pues la estación meteorológica de Tablada ha registrado 29,4 l/m².

La Sierra Norte de Sevilla también ha experimentado lluvias persistentes durante toda la jornada, con acumulaciones de 36,9 l/m² en Cazalla de la Sierra, confirmando así la extensión del fenómeno meteorológico por diversas comarcas de la provincia.

En el resto de la provincia gaditana, San Fernando ha alcanzado los 40,3 l/m², mientras que Chipiona ha registrado 33,8 l/m². Las precipitaciones también han llegado a la provincia onubense, donde Cartaya ha sumado 17,9 l/m² en los pluviómetros, demostrando que el temporal ha tenido un alcance regional significativo, aunque con intensidad variable según las zonas.

Distribución e impacto de las precipitaciones por provincias

El episodio de lluvias ha presentado una distribución irregular pero con especial incidencia en la zona occidental andaluza. En Cádiz, además de los destacados registros de Chipiona y la capital, otras localidades como Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María también han recibido precipitaciones considerables, aunque en menor medida que las zonas anteriormente mencionadas. Este patrón de distribución responde al avance de un frente atlántico que ha penetrado en la península por el suroeste, afectando inicialmente a las zonas más occidentales de Andalucía.

En Sevilla, las precipitaciones han seguido un patrón similar, con mayor intensidad en la zona del Aljarafe y descensos progresivos hacia el este de la provincia. Las comarcas serranas del norte han mantenido lluvias persistentes aunque de intensidad moderada, mientras que las zonas más orientales han registrado precipitaciones más dispersas. Este comportamiento meteorológico ha estado influenciado por la orografía del terreno, que ha favorecido la acumulación en determinadas áreas.

Una potente manga de viento arranca de cuajo varias terrazas de restaurantes en

En general el impacto en las infraestructuras ha sido moderado pero perceptible, especialmente en las carreteras de zonas serranas, donde se han producido acumulaciones de agua en la calzada que han obligado a extremar la precaución. Las autoridades locales han activado los protocolos habituales ante este tipo de situaciones, aunque no se han reportado incidencias graves en ninguna de las provincias afectadas.

En Huelva sin embargo, el paso de una potente manga marina, de dimensiones "desconocidas" para los vecinos, entró desde la ría del Piedras por la calle Barca de El Rompido, arrasando literalmente todo lo que fue encontrando a su paso.

Variaciones térmicas asociadas al frente lluvioso

Las temperaturas han experimentado oscilaciones significativas durante este episodio meteorológico. En Sevilla, el termómetro ha alcanzado una máxima de 20,6°C en la estación de Tablada, mientras que el mercurio descendió hasta los 10,1°C en Cazalla de la Sierra, evidenciando un contraste térmico notable entre la vega del Guadalquivir y las zonas serranas. En Cádiz, la capital ha registrado una máxima de 17,3°C y una mínima de 15,4°C, mientras que en Chipiona los valores han oscilado entre los 18,8°C de máxima y los 14,1°C de mínima.

Estas variaciones térmicas responden al paso del frente nuboso, que ha provocado un descenso generalizado de las temperaturas máximas en comparación con jornadas anteriores. El efecto refrigerante de las precipitaciones y la mayor cobertura nubosa han sido determinantes en este comportamiento térmico, especialmente notable en las zonas costeras, donde la amplitud térmica ha sido menor gracias al efecto regulador del mar.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha señalado que este contraste térmico es habitual en situaciones de inestabilidad atmosférica como la actual, y ha anticipado que las temperaturas tenderán a normalizarse progresivamente conforme el frente se desplace hacia el este peninsular en los próximos días.

Previsión meteorológica para los próximos días

Según las previsiones de la AEMET, las precipitaciones podrían continuar durante las próximas jornadas, aunque con una tendencia a disminuir en intensidad, especialmente en las zonas occidentales de Andalucía. El frente nuboso irá desplazándose gradualmente hacia el este, lo que podría traer lluvias a provincias como Granada y Jaén, que hasta ahora han quedado al margen de las precipitaciones más intensas.

Los meteorólogos anticipan que tras este episodio de inestabilidad, podría producirse una mejoría temporal durante el fin de semana, con un aumento progresivo de las temperaturas y una disminución de la nubosidad. No obstante, la inestabilidad atmosférica característica de la primavera podría traer nuevos episodios de precipitaciones en días sucesivos, manteniendo así el patrón de irregularidad que ha caracterizado la meteorología andaluza durante este mes de marzo.

"Este episodio de lluvias resulta especialmente relevante después de un invierno marcado por la irregularidad en las precipitaciones", explican desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que monitoriza constantemente el impacto de estas lluvias en los embalses y acuíferos de la región.

¿Cómo afectan estas lluvias a la situación hídrica de Andalucía?

El episodio actual de precipitaciones llega en un momento crucial para los recursos hídricos andaluces. Tras varios meses de irregularidad pluviométrica, estas lluvias contribuyen a mejorar los niveles de embalses y acuíferos, especialmente en aquellas zonas que han sufrido los efectos de la sequía persistente durante los últimos años. Sin embargo, los expertos en hidrología advierten que serían necesarias precipitaciones más abundantes y prolongadas para revertir completamente la situación de déficit hídrico que afecta a amplias zonas de la comunidad.

Los técnicos de las distintas confederaciones hidrográficas que operan en Andalucía están realizando un seguimiento exhaustivo de las aportaciones que estas precipitaciones están generando en los principales sistemas fluviales. Aunque los primeros datos apuntan a incrementos moderados en los caudales de ríos como el Guadalquivir, el Guadalete o el Tinto, será necesario esperar a la conclusión del episodio para evaluar con precisión su impacto en las reservas hídricas regionales.

El carácter localizado de las precipitaciones más intensas podría limitar su efecto beneficioso, ya que las cuencas hidrográficas necesitan lluvias generalizadas y persistentes para generar escorrentías significativas que alimenten los embalses. No obstante, cualquier aportación resulta positiva en el contexto actual, especialmente de cara a la temporada estival, cuando la demanda de recursos hídricos se incrementa notablemente debido a las necesidades agrícolas y turísticas.

¿Por qué ha sido marzo un mes especialmente lluvioso?

Este mes de marzo está confirmando la tendencia histórica que lo sitúa como uno de los periodos más lluviosos del año en Andalucía. Los meteorólogos explican que durante este mes se produce habitualmente una configuración atmosférica favorable para la entrada de frentes atlánticos cargados de humedad, que al encontrarse con masas de aire más cálidas y secas sobre la península generan inestabilidad y precipitaciones.

El actual episodio de lluvias responde precisamente a este patrón climatológico, con un frente de origen atlántico que ha penetrado por el suroeste peninsular, afectando inicialmente a las provincias occidentales andaluzas antes de desplazarse hacia el este. La persistencia de esta situación sinóptica ha favorecido la acumulación de precipitaciones significativas en determinadas zonas, aunque con la irregularidad característica del clima mediterráneo.

Los registros históricos muestran que marzo, junto con noviembre y abril, constituye uno de los meses con mayor pluviometría en el sur peninsular, especialmente en la vertiente atlántica. Esta estacionalidad de las precipitaciones resulta fundamental para la planificación hidrológica y agrícola en la región, aunque la creciente variabilidad climática asociada al cambio global está alterando progresivamente estos patrones tradicionales, aumentando la incertidumbre sobre la distribución temporal de las lluvias.