La llegada de migrantes colapsa todos los centros
Aumento de inmigración
Los migrantes que llegan por el Estrecho triplican la cifra de 2017 hasta junio
La Guardia Civil habilita la estación marítima de Algeciras
Algeciras/ Al límite. Así está el sistema de acogida de migrantes en la provincia de Cádiz, después de que en los últimos seis días (hasta ayer) hayan llegado a las costas gaditanas 1.525 personas. Era algo previsto desde hace meses, pero el fuerte aumento en la llegada de pateras está sobrepasando incluso esas previsiones que se hacían a principios de año, obligando a habilitar soluciones de emergencia para suplir la falta de espacio en comisarías, centros de acogida y centros de internamiento de extranjeros.
En lo que va de 2018 han llegado hasta las costas de Cádiz 5.109 personas rescatadas en aguas del Estrecho, el triple que el año anterior. Se trata de un tercio de las llegadas en pateras a España a lo largo de este año, 14.725 migrantes a 26 de junio según los datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados. Y los rescates no cesan: ayer otras 184 personas eran auxiliadas cuando intentaban alcanzar la deseada Europa cruzando el Estrecho (y otras 69 en el Mar de Alborán).
El cierre de unas rutas migratorias y el recrudecimiento de otras ha llevado a un aumento de la presión migratoria generalizado en todo el país, mientras esta ha caído notablemente en Italia. El número de personas llegadas en pateras ha crecido en todas las provincias que las reciben salvo en Murcia, incluso han vuelto los cayucos a Canarias. En el conjunto del país, a mediados de junio ya se había duplicado el número de personas llegadas respecto al mismo periodo del año anterior. Pero además, se trata del tercer año de fuerte incremento: la tasa de crecimiento anual de los migrantes llegados en patera se ha situado en el entorno del 100% en los últimos tres años.
En ese contexto, la provincia de Cádiz vuelve a encabezar las llegadas, con esas más de 5.100 personas, 1.525 desde el pasado viernes. Y si está habiendo problemas en los dispositivos de acogida de toda Andalucía, en el caso gaditano se está al borde del colapso. Las comisarías están repletas y en el pabellón polideportivo de Tarifa, habilitado para albergar a los migrantes llegados ante la falta de espacio en las comisarías, había ayer 529 personas (340 de origen subsahariano y 189 marroquíes). Ante la evidente saturación del polideportivo, la Guardia Civil tuvo que buscar ayer otro recurso de acogida de emergencia y el escogido fue el Puerto de Algeciras: el cuerpo de seguridad optó por acotar un espacio dentro de la zona de preembarque de la estación marítima para alojar a 110 personas, 70 subsaharianos y 40 marroquíes.
La presencia de los migrantes era mirada con recelo por los viajeros y criticada por las navieras. El Puerto de Algeciras se encuentra en plena Operación Paso del Estrecho, en la que registra sus mayores datos de afluencia, por lo que la elección de este lugar no fue bien acogida. Fuentes portuarias especificaron que la decisión de albergarlos allí fue tomada de forma unilateral por la Guardia Civil. No era la primera vez: ya ha ocurrido lo mismo en los dos últimos fines de semana en Tarifa, cuando la importante llegada de pateras obligó a habilitar como solución de emergencia la estación marítima del puerto tarifeño. Pero en este caso, el cuerpo de seguridad ocupó la estación completa, de forma que inutilizaron el centro y los viajeros tuvieron que esperar para el embarque en la explanada portuaria.
En este espacio los migrantes permanecen custodiados por la Policía Nacional y la Guardia Civil, a la espera de ser trasladados a una comisaría. Una vez transcurridas las 72 horas o en cuanto tienen su orden de expulsión los migrantes van saliendo de ellas. En circunstancias normales serían derivados a un CIE o a un recurso de una ONG. Pero en el CIE de Algeciras y su extensión de Tarifa hay menos de 100 plazas y las camas de las organizaciones están cubiertas. La única opción que queda es la puesta en libertad y la búsqueda de alternativas por parte de las ONG para atender a estas personas y facilitar que continúen el viaje hacia sus puntos de destino, algo que está provocando quejas en otros puntos del país. Se ha llegado a un punto, aseguran fuentes policiales, en que a veces quedan en la calle sin más apoyo.
La situación es especialmente grave en los centros de acogida para menores extranjeros, advierten desde dentro. Los menores de edad no acompañados que llegan a la costa son derivados a alguno de los cinco centros públicos y dos concertados que la Junta de Andalucía tiene en la provincia para atender a estos jóvenes. Estos espacios están desbordados desde hace meses, más que duplicando su capacidad: en el caso de La Línea, el centro destinado teóricamente a la primera acogida, se ha batido el récord de ocupación en dos décadas: ronda los 120 menores para 24 plazas. En El Cobre de Algeciras, en el que se ha detectado un brote de sarna, se ha rozado el medio centenar de personas en un edificio con sólo 16 plazas, pero que además está en mal estado, con problemas en las cubiertas y cableado visible.
La saturación se repite en el resto de Andalucía. Ayer, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, planteaba ante los problemas sufridos en la costa mediterránea la posibilidad de ver "la capacidad de otras ciudades" andaluzas no costeras y que estas puedan "prestar ayuda" si continúa la llegada "masiva" de personas.
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