Montero y Moreno, cortesía en su primer encuentro directo como rivales políticos
La vicepresidenta aparece a última hora en un importante acto institucional en Málaga entre el Gobierno central y la Junta de Andalucía
"Cortesía" es la palabra con la que detallan la conversación entre ambos
Montero defiende su gestión en Salud y Moreno la acusa de estar en campaña
Hay una cierta preocupación en ambos lados porque ninguno de los dos quiere prender la mecha de la crispación que genera rechazo ciudadano. Por eso el encuentro que ha tenido lugar esta mañana en Málaga tiene una interesante lectura política. La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el presidente de la Junta, Juanma Moreno, han coincidido por primera vez como rivales políticos directos en un acto público institucional. Ha sido con motivo de la firma de un convenio entre la Junta y el Ministerio de Transformación Digital para la implantación en el Parque Tecnológico de un centro puntero en investigación y fabricación de semiconductores por IMEC, una empresa belga que es líder a nivel mundial en investigación y desarrollo de nanoelectrónica, y que ha elegido a Málaga para abrir su primer laboratorio fuera de Lovaina.
Montero no estaba anunciada en los carteles del acto pero se apuntó a última hora en lo que se barrunta como estrategia a partir de ahora; su condición de vicepresidenta del Gobierno le otorga la prerrogativa de acudir a cualquier acto del Gobierno central, además de una posición protocolaria por encima del presidente de la Junta, un detalle que pasa desapercibido para los ciudadanos pero que a los dirigentes (y a sus equipos) les genera más de un momento de tensión. María Jesús Montero, además, acudía a este acto público justo el día antes de que sea proclamada secretaria general del PSOE andaluz. Esta mañana pasará a ser automáticamente la nueva líder del partido tras la renuncia a última hora de ayer de Luis Ángel Hierro, su único rival, que no ha logrado reunir los avales.
La realidad es que Moreno y Montero ya se tratan como rivales políticos y en su encuentro de este viernes ambos se han saludado con cortesía, sonrisas y educación; no ha habido ni una mala cara ni tampoco un momento de tensión; todo lo contrario. Y eso después de que este jueves se acusaran mutuamente sobre la gestión sanitaria o los pactos con Vox. Pero eso era a través de los medios, no cara a cara. La jornada de este viernes sí ha dejado algunos detalles. María Jesús Montero no intervenía en el acto institucional, donde sí ha tomado la palabra el ministro Óscar López, pero ha atendido a los medios de comunicación antes de iniciarse el acto. Y ha desvelado los grandes números del importante proyecto. "Se prevén 615 millones de euros de inversión, de los que 500 aporta el Gobierno de España y aquí en Málaga tenemos todas las capacidades para poder desarrollar este proyecto con alianzas del Ayuntamiento de Málaga y la Junta, para que este edificio pueda estar disponible a partir de 2030", ha dicho. ¿Un detalle menor? O quizás no, porque así su voz era la primera en estar disponible para las siempre urgencias de las radios.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, también ha jugado sus cartas. En su saludo inicial ha nombrado a la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero y a su "estimado Óscar López, ministro". Eso, además de decir en varias ocasiones que el éxito de que esta inversión, que es estratégica para Europa porque supone un paso en su soberanía tecnológica, uno de los principales objetivos de la UE, se debe "a la estabilidad política, la seguridad y la certidumbre que ofrece Andalucía". Unas palabras que, por si había quedado alguna duda, repetía minutos después de concluir el acto oficial, la portavoz de la Junta, Carolina España.
¿De quién es el éxito?
La disputa política personal entre Montero y Moreno no es lo único que está detrás de este acto. La inversión de la empresa IMEC en Málaga es un proyecto "trascendente" para la economía andaluza y también española y supone un salto cualitativo en el potencial tecnológico de Andalucía, ya que además de fabricación también se va investigar e innovar en un sector clave como el de los microchips y la nanotecnología.
El ministerio y la consejería de Hacienda llevan más de dos años trabajando para que se pueda construir esta fábrica, con muchas reuniones discretas, visitas a Torretriana del secretario de Estado Antonio Hernando, incluidas. Pero es cierto que tanto el Ayuntamiento de Málaga, con Francisco de la Torre a la cabeza, como la Junta habían sacado más rédito político a este proyecto que el Gobierno central, que había perdido la comba política.
En este nuevo escenario político, el Gobierno central, o mejor dicho los socialistas andaluces, quieren evidenciar que esta importante inversión tecnológica en Andalucía, es fruto "del proyecto impulsado por los gobiernos socialistas". O eso dijo Montero.
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