El plan andaluz de ordenación contempla el escenario de una subida del mar de 17 centímetros
La administración estudia la construcción de paseos, diques y espigones para combatir la erosión
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El próximo Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) incluirá medidas que procuren la mitigación de los efectos del cambio climático, entre los que destaca un escenario en el que el nivel del mar subirá 17 centímetros en dos décadas. Es el incremento previsto para el mejor de los casos. Los redactores del POTA, un documento que está aún en un estado de borrador y que no será aprobado antes de 2027, prevén la construcción de nuevas estructuras de protección como muros, paseos, diques y espigones frente a la erosión marítima que predicen los estudios.
El POTA es el texto que establece los elementos esenciales en los que se definen los usos del territorio y sirve de marco para los planes provinciales y locales. Cuando salga finalmente a la luz, no antes del final de la presente legislatura, el futuro POTA sustituirá al actualmente vigente, que fue aprobado en 2006, y que se está planificando con el fin de que se mantenga vigente hasta 2050. El objetivo final adaptar del urbanismo a las necesidades de las circunstancias actuales. La población, la economía y la naturaleza son ahora muy diferente a las que eran hace casi 20 años.
La jornada informativa se ha celebrado en la mañana de este jueves en Sevilla y ha estado a conducida por el delegado territorial de la Consejería de Fomento en Sevilla, Francisco Juárez; la jefa de la oficina de ordenación en la Delegación Territorial de la Consejería de Fomento en Sevilla, Isabel Ramírez; y Manuel Ángel González Fustegueras, integrante del equipo redactor del Plan de Ordenación Territorial de Andalucía. El borrador, señala la Consejería, es el fruto de un proceso abierto a la participación de profesionales y ciudadanos, a quienes pide aportaciones.
El más optimista escenario climático en 2045
El cambio climático es uno de los principales ejes sobre los que trabajan los técnicos a cargo de la redacción del POTA definitivo y es la zona costera, una franja de enorme superficie en Andalucía, será uno de los espacios más afectados. Entre los efectos del calentamiento del planeta, según recoge el borrador del POTA, figura la subida del nivel del mar. El mejor de los escenarios de futuro, según las estimaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, contempla ascensos del nivel del mar hasta 2045 entre 13 y 17 centímetros en el más óptimo de los contextos de reducción de emisiones de gases invernadero.
El incremento del nivel del mar afectará, entre otras cuestiones, a la pérdida de superficie de playa, el incremento del riesgo de inundabilidad, la vulnerabilidad en las zonas urbanas, la exposición de las playas a un mayor impacto de las olas, afectando principalmente a la industria turística. Como consecuencia de esta actividad económica, señala el borrador del plan, el litoral andaluz, sobre todo el mediterráneo, ha experimentado un aumento de la población, albergando a más del 40% del total de la población de Andalucía. Por eso se hacen más necesarias las políticas que reduzcan los efectos del ascenso del nivel del mar.
Las zonas litorales más degradadas
Los fenómenos de erosión costera están ya afectando a varias zonas del litorial andaluz. Destaca el borrador del POTA el sector comprendido entre Urbasur y La Antilla y el que va desde el este del cruce de la Bota al sector más occidental de la urbanización de Punta Umbría, en Huelva. En la costa gaditana, quedan apuntados el sector entre Punta Montijo y Rota, la desembocadura del río Guadalete o la desembocadura del río San Pedro, que han provocado problemas de erosión en las playas de Valdelagrana y Los Toruños. También son más frágiles ahora las playas de Cádiz y de Chiclana. En la Bahía de Algeciras, las consecuencias de las grandes obras portuarias han afectado principalmente a las playas de El Rinconcillo (Algeciras) y la de Poniente (La Línea). En la costa mediterránea, son puntos particularmente sensibles a causa de las actuaciones humanas los sistemas dunares del Campo de Dalías, Marbella y las dunas del Guadiaro.
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