Dos políticos andaluces históricos: mapas técnicos y mapas humanos

Fátima Báñez y Jaime Montaner reciben el reconocimiento de la Academia Andaluza de Ciencia Regional

Castelar y Sagasta son nombres de calle

La ex ministra Fátima Báñez y la consejera de Economía y Hacienda, Carolina España, con dos mapas del siglo XVIII.
La ex ministra Fátima Báñez y la consejera de Economía y Hacienda, Carolina España, con dos mapas del siglo XVIII. / José Luis Montero
M. Lasida

06 de febrero 2025 - 06:00

De Huelva a Sevilla y al contrario, también en las idas y vueltas a Madrid y desde Madrid, pasando por Bruselas, Chicago o Alicante. La A-49 como vínculo entre el confín occidental de Andalucía y la capital y las capitales; un recorrido de ciudades, provincias y regiones que unen las trayectorias de Fátima Báñez y Jaime Montaner, dos ex mandatarios que han desempeñado altas responsabilidades del Estado y cuyo origen común, el onubense, fueron los protagonistas de un acto con caminos e itinerarios, mapas y cartografías, de perfiles técnicos y humanos.

La expedición fue honda, de largo alcance. La Academia Andaluza de Ciencia Regional reunió a un variopinto respetable –patronal y sindicatos, bancarios y profesionales liberales, consejeros y ex presidentes de la Junta de Andalucía, consortes y, a última hora, el actual presidente– para premiar en la sede del Palacio de Yanduri al ex consejero de la Junta Jaime Montaner y a la ex ministra Fátima Báñez por la Trayectoria Ejemplar en Defensa de Andalucía.

A Báñez se le entrecortó el aliento cuando mencionó a sus padres –con su madre como invitada de honor en el público– en medio de una larga, extensa, lista de agradecimientos. En su intervención no faltaron San Juan del Puerto, Punta Umbría, tampoco el río Tinto y la sierra, sin olvidarse de las aventuras con Teófila Martínez por las carreteras regionales y un repaso detallado de las provincias andaluzas al estilo de Machado, de Manuel. ...Y Madrid, donde tocó el pelo del poder en la capital administrativa, la gran capital, acompañada por los entonces cachorros del Partido Popular, entre ellos Moreno.

Como madrina de la ex ministra de Mariano Rajoy, como maestra de ceremonias, intervino la consejera de Economía y Hacienda, Carolina España, quien destacó el perfil personal de Báñez, de cuyo equipo formó parte en la capital, la gran capital. Al fondo del carácter de la antigua ministra de Empleo viajó la consejera mediante subrayados de rasgos como “humanidad”, “empatía”, “compromiso” y “sentido de la responsabilidad social” a través del ejercicio de la política.

El ex consejero de la Junta Jaime Montaner, en el centro, y el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández.
El ex consejero de la Junta Jaime Montaner, en el centro, y el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández. / J. L. Montero

Alicantino de nacimiento, onubense de origen; valenciano de derecho, andaluz de hecho, Montaner se manejó por unos andurriales –desde Rafael Escuredo a Manuel Chaves, pasando por José Rodríguez de la Borbolla– donde no solamente fue necesaria la brújula sino que fueron imprescindibles la escuadra, el compás, el cartabón y la plomada. La expedición fue de envergadura. Arquitecto, urbanista, Montaner sobresalió por decenas de razones en una rudimentaria administración andaluza, una Junta apenas sin hacer. La Agencia de Medio Ambiente, la ordenación territorial originaria, las infraestructuras viarias e hídricas, la gestión de quien fue responsable de múltiples consejerías y de numerosos hitos, de mojones visibles y vistosos que nacen en Roma y se agotan en los planes de una Andalucía industrial que quedan plantados en los primeros años de la década de 1990. Y con un guiño a los predios septentrionales, de Santander y su banco, que además de patrocinar el acto, según las palabras del ex consejero, gestionaron con destreza los primeros fondos europeos.

Desde Santander hasta Bruselas, desde Pulpí a Ayamonte, desde la Puerta de Jerez, sede de la Academia Andaluza de Ciencia Regional, donde Javier Fernández, presidente de la Diputación de Sevilla, no escatimó elogios a su apadrinado y de quien destacó la cara comprometida, de quien resaltó la extraordinaria “vocación de servicio público”.

Todos ellos, políticos en activo y jubilados, recibieron de la organización sendos mapas, fragmentos de los mapamundis del sur peninsular del siglo XVIII, un símbolo que representa los itinerarios de dos onubenses y andaluces de seria gestión y un irónico recordatorio, en el otro extremo, para quienes dicen estar situando a Andalucía en el siglo XXI a base de eventos.

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