Un puente de talla mundial

El Puente de la Constitución de 1812 se inauguró ayer en una ceremonia sobria y sin alardes pero que debe suponer para Cádiz y su área metropolitana la entrada a un nuevo tiempo, más próspero, y en el que las mejoras en las comunicaciones traigan aparejadas el aumento de las riquezas y de trabajo digno para los gaditanos. El acto se celebró entre las dos grandes pilas del coloso de acero y hormigón, uno de los viaductos más grandes del mundo y posiblemente la infraestructura más importante realizada nunca en España. Antes de que Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, y Susana Díaz, su homóloga de la Junta de Andalucía, realizaran sus discursos institucionales, el director-jefe de la obra, el ingeniero Fernando Pedrazo, explicó algunos datos de un proyecto faraónico y en el que se han invertido 511 millones de euros y ocho años de trabajos. Junto a Rajoy llegó la ministra de Fomento, Ana Pastor, y tras ella, en otro coche, Antonio Sanz, subdelegado del Gobierno en Andalucía y la que fuera alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, una de las personas que más ha luchado para que esta infraestructura se haya convertido en realidad y que, aunque no como había soñado, vivió y se emocionó con la inauguración del tercer acceso a Cádiz. Junto a ellos también el alcalde de Cádiz, José María González, que aprovechó la ocasión para entregarle a Rajoy un informe del Comité de Empresa de Navantia y solicitarle "un puente que traiga empleo a la provincia"; Javier Manterola, ingeniero autor del proyecto del puente, que le fue encargado en 1999; o Florentino Pérez, presidente de Dragados, la empresa constructora, entre otras personalidades.

Antes de la inauguración oficial, cinco autobuses llevaron a autoridades e invitados a recorrer los 5.100 metros que tiene el viaducto, comprobando sus gigantescas dimensiones y recopilando datos curiosos, como por ejemplo que sumando todos los cables que se encuentran en el interior de los 176 tirantes del tramo atirantado podría unirse Cádiz con París.

Tras regresar al lugar donde se situaban los paneles explicativos de lo que ha sido la construcción del puente, Rajoy y Susana Díaz descubrieron un monolito en el que puede leerse: Puente de la Constitución de 1812. CA-35. En esta ocasión no hubo el tradicional corte de cinta.

En su discurso, el presidente del Gobierno aseguró que el de ayer era uno de esos días "en que podemos tener una alegría tan grande". "Si miramos atrás sentimos que el esfuerzo tan grande realizado merece la pena. Este puente que hoy inauguramos nos hace pensar en el futuro, en el acierto que supuso apostar por esta infraestructura que debe tener un papel sobresaliente en la creación de empleo en toda la región en general y en la provincia de Cádiz particularmente".

Mariano Rajoy señaló que esta infraestructura "es una de las más señeras y espectaculares de toda Europa, un reto de la ingeniería española que figura ya entre los grandes logros del talento español".

El presidente del Gobierno no quiso pasar por Cádiz sin reconocer el esfuerzo "de las empresas que han participado en la construcción del puente o los operarios que han puesto toda su ilusión en este proyecto, en una obra que hace época".

También destacó el ahorro "de miles de horas en transporte" que supondrá la apertura del puente y resaltó que pese "a los años de dificultades presupuestarias, en las que tuvimos que apretarnos el cinturón, este Gobierno continuó construyendo infraestructuras como ésta, que ayudan a la competitividad de las empresas".

Recordó que entre 2012 y 2016 el Gobierno habrá invertido más de 10.000 millones de euros en Andalucía, "la primera comunidad en compromiso inversor en los últimos años".

Además destacó la simbología de los puentes, que "unen territorios, conectan personas, estimulan intercambios, abren al mundo y acercan a todos, al tiempo que permiten plantear nuevos horizontes". Y finalizó manifestando que "los españoles somos constructores de puentes".

Antes de Rajoy fue Susana Díaz quien se dirigió a los presentes para decir que "por fin se inaugura esta obra que va a convertirse en el nuevo icono de la Bahía de Cádiz, una obra que no es de nadie sino que es de todos, del conjunto de los gaditanos".

La presidenta de la Junta destacó que este nuevo acceso a Cádiz va a permitir que el tráfico circule de manera "más fluida" y en reducir los tiempos de llegada. "Esta infraestructura ha sido posible gracias a la cooperación entre todas las administraciones, lo que ha permitido reservar una plataforma exclusiva que va a ocupar en el futuro la línea dos del tren tranvía de la Bahía".

Detalló igualmente que la Junta de Andalucía está "culminando" en estos momentos el proyecto y "cuando esté operativa va a permitir cerrar el anillo ferroviario de la Bahía". Asimismo, aseguró que este puente va a permitir "hacer rentable la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz", algo que se va notar en la economía del entorno.

Pero Díaz también se acordó de que esta provincia sufre la mayor tasa de paro del país y lanzó un mensaje al Gobierno. "El reto que nos queda ahora es colaborar para construir el puente que Cádiz necesita, que es el del empleo, el del bienestar de sus ciudadanos".

Tras recordar que el nombre del puente es el de una Constitución que en su articulado dijo que el objetivo del gobierno es procurar la felicidad de los ciudadanos, la presidenta andaluza solicitó a todas la administraciones "generosidad" y "altura de miras para levantar ese segundo puente de progreso, de empleo digno y de oportunidades".

Susana Díaz finalizó su intervención asegurando que los ciudadanos "necesitan concordia y diálogo" y que "todos debemos responder por ello".

Con anterioridad a los discursos, Fernando Pedrazo, director-jefe de los trabajos, aseguró que "no somos conscientes de la importancia de esta obra, que está a la altura de las mejores que puedan hacer los mejores del mundo". Recordó que si la entrada en funcionamiento del Carranza mejoró la comunicación de la Bahía "éste mejorará mucho más su situación".

Recordó que el viaducto se compone de cuatro puentes diferentes (tablero de Cádiz, desmontable, tramo atirantado y tablero del Río San Pedro) y que es el segundo puente marítimo con mayor gálibo y el tercero más grande de Europa. Un puente de talla mundial para Cádiz y su bahía que se inauguró en una jornada histórica pero sin la participación de sus ciudadanos, en contra de lo que la mayoría de ellos hubiera deseado.