¿Por qué hay que vacunar a los niños de la gripe?

Los niños en edad escolar son el grupo de población que más sufre la gripe y sus complicaciones. "Los problemas que puede generar la gripe en ellos son los respiratorios como neumonías, exacerbaciones del asma y bronquitis, así como otitis. La gripe también puede desencadenar problemas neurológicos si bien son menos frecuentes", explica el doctor Ignacio Salamanca, experto en vacunas y coordinador médico de la Unidad de Investigación del Grupo IHP Pediatría.

"La Organización Mundial de la Salud (OMS) aboga por la vacunación sistemática de la población infantil frente a los virus de la gripe desde 2006, medida por la que también apuesta nuestro grupo de Pediatría (Grupo IHP Pediatría) desde 2010 en Andalucía", explica el doctor Salamanca.

Además de constituir el grupo que más padece la gripe, con consecuencias que a veces pueden ser graves e incluso fatales, los niños son los principales vectores de la enfermedad a grupos de riesgo como son las personas mayores, los enfermos crónicos y las embarazadas.

"Al vacunar a los niños no sólo se les protege a ellos de la gripe, sino que además se protege indirectamente a otros grupos de riesgo al impedir la circulación del virus", asevera el experto en vacunas.

Los farmacéuticos aplauden la medida

Con la vacunación universal de la población infantil, Andalucía cumple con una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) siendo una de las primeras comunidades autónomas, junto a Galicia y Murcia, en incluir a los niños en la campaña de vacunación frente a la gripe.

"Hasta este año, sólo se vacunaba a la población infantil con enfermedades que provocaban el riesgo de padecer un curso grave de la patología", explica Rosario Cáceres, coordinadora de vacunas del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacia.

La evidencia científica señala que uno de cada dos niños contrae el virus de la gripe estacional y que cada año muere una decena de niños sanos que no lo harían si no hubieran estado vacunados, según datos de la experta farmacéutica.

El grupo de población con mayor incidencia

Durante la temporada 2021-2022, según el sistema de vigilancia centinela de Gripe del Instituto Carlos III, el grupo etario de 0-4 años de nuevo ha sido claramente el que ha presentado una mayor incidencia de casos de gripe en España.

El grupo de edad de entre 0 y 4 años es de los que presenta las tasas más altas de hospitalización, comparables a los de 65 a 79 años.

La inclusión de los niños de seis meses a 59 meses en la campaña de vacunación de Andalucía "cobra especial relevancia este otoño tras dos temporadas con importantes medidas de distanciamiento social y de protección individual que se han seguido en la población, sobre todo el uso de mascarillas", explican fuentes de la Consejería de Salud y Familias.

Fallecimientos por gripe de niños sanos

"Aproximadamente la mitad de los fallecimientos por gripe en niños sucede en pacientes sin factores de riesgo, y se ha estimado que la vacunación antigripal tiene una efectividad del 65% para prevenir las muertes asociadas a gripe en estos niños", añaden fuentes oficiales del Servicio Andaluz de Salud.

La vacunación es la medida más efectiva para prevenir la gripe, que ya se aplica a población infantil de forma sistemática en más de 70 países, algunos con una importante experiencia acumulada, como Reino Unido, Finlandia, Estados Unidos, Canadá y Australia.

La vacunación infantil, dependiendo de las cepas que circulen, presenta una efectividad para prevenir la gripe de entre un 60 y 80%.

Beneficios de la vacunación en niños

Los beneficios esperados por la Consejería de Salud y Familias de la vacunación infantil frente a la gripe:

• Disminuir la incidencia de gripe en la población infantil de 6 a 59 meses.
• Disminuir los casos graves, la hospitalización y los fallecimientos por gripe en la población infantil vacunada.
• Disminuir los casos de coinfección de gripe con otros virus respiratorios circulantes como el SARS-CoV-2.
• Aumentar la cobertura de vacunación antigripal de la población infantil con patologías de riesgo, que habitualmente no supera el 20%.
• Ayudar a evitar la transmisión del virus a los convivientes y a la comunidad, tanto a población vulnerable vacunada o no vacunada (efecto indirecto o inmunidad de grupo).