La zigzagueante relación del PSC con la autodeterminación
Segundo artículo del ex mandatario de la serie que analiza la relación de los socialistas catalanes y España.
El “derecho de autodeterminación” fue durante el franquismo una reivindicación común entre los partidos nacionalistas y los de izquierdas. No todos, sin embargo, lo utilizábamos con el mismo sentido o significación. Como ha dejado escrito Ferran Archilés, “la utilización del término por parte de las izquierdas debería ser interpretada como sinónimo de descentralización y de derecho a la libre formulación de un marco territorial común (y hay que subrayar lo de común)”. (El olvido de España, 2009).
En el PSOE empezamos a dejar de utilizar el término de autodeterminación en el XXVII Congreso, celebrado en Madrid en 1976, en el sentido reseñado por Archilés. Así, en la Resolución sobre Autonomías se decía: “El Partido Socialista propugnará el ejercicio del derecho de autodeterminación para la totalidad de las nacionalidades y regionalidades, las cuales compondrán, en pie de igualdad, el Estado federal que preconizamos”. Y, a partir de ahí, nos pusimos a trabajar para contribuir al diseño de nuestro actual Estado de las autonomías. El PCE también evolucionó en ese sentido.
El PSC, sin embargo, siguió utilizando el “derecho de autodeterminación” de los pueblos de España (o de los “pueblos ibéricos”) en diversos textos y programas, tales como Per una resposta socialista, libro colectivo publicado en 1977, y como en los acuerdos de unidad con la Federación Socialista de Cataluña del PSOE de 1978, con los que se dio origen al PSC-PSOE. Dicho sea de paso: con el paso del tiempo, el PSC-PSOE pasó a ser, simplemente PSC-Socialistes de Catalunya, eliminando al PSOE y la E de España.
En el debate de la Constitución en el Congreso de los Diputados, en 1978, las cosas cambiaron. Se había presentado una enmienda –por parte del diputado vasco Letamendía– a favor de que se recogiera en el texto constitucional el derecho a la autodeterminación de los pueblos de España. En ese momento, todos los socialistas en el Congreso votaron en contra de la enmienda. En nombre del Grupo Parlamentario Socialistas de Cataluña, hizo uso del turno de explicación de voto Eduardo Martín Toval, diputado natural de Málaga. Y se expresó muy claramente: “Se ha planteado la autodeterminación como vía o camino para la separación de pueblos de España (…). Hoy, en esta Constitución, el pueblo español, los ciudadanos de todas las nacionalidades y regiones de España, se están autodeterminando a través nuestro. Y están autodeterminando que ese futuro político es el de la organización política de esta España como Estado autonómico o de las autonomías, unido y solidario”.
(Un paréntesis: Eduardo Martín Toval, malagueño practicante en su lenguaje y en sus maneras de estar en el mundo, tuvo que aparecer en las papeletas electorales del PSC-PSOE como “Eduard Martí i Toval”. De la misma manera en la que Ernest Lluch Martín fue renombrado en dichas papeletas como “Ernest Lluch i Martí”. ¡El afán asimilador del PSC llega hasta borrar la identidad familiar de sus representantes!)
Para terminar: todavía en septiembre de 1979, nueve meses después de aprobada la Constitución, el PSC presentó en el Congreso Extraordinario del PSOE una enmienda a favor del derecho de autodeterminación que fue derrotada estrepitosamente en votación. Y en la actualidad siguen pariendo ideas rupturistas: la idea de España como “Estado plurinacional” es la más reciente. Ya veremos qué viene después…
En memoria de Eduardo Martín Toval y de Ernest Lluch Martín, dos amigos de una pieza, me atrevo a decir, desde Andalucía: “Los nacionalismos no tienen jartura”.
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