"Pensar a largo plazo"

"La internacionalización empieza en uno mismo". Con ese consejo tan básico pero a la vez tan importante, José Manuel Cervantes, director general adjunto del Grupo Iturri, se dirigía al alumnado de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Cádiz. Este intervino junto a José Carlos Casillas, director de la Cátedra Santander de Empresa Familiar de la Universidad de Sevilla, en la conferencia La internacionalización de la empresa familiar que servía como pistoletazo de salida al programa de actos que va a conmemorar este curso el décimo aniversario de esta cátedra en la UCA.

¡El Grupo Iturri es una empresa familiar que nació en Sevilla en 1947 como suministros de cables y efectos navales y actualmente está dirigida por la tercera generación. En cada una de ellas se ha ido dando un salto en la expansión, primero a nivel nacional y en la diversificación de líneas de negocios y más tarde con la internacionalización, que les ha llevado a ser hoy en día un grupo que factura 200 millones de euros y que a partes iguales se reparte entre el mercado nacional y el internacional pero con el firme compromiso de llegar el próximo año al 70% en el exterior, con la particularidad de que en ningún país suponga más del 30% de la tarta final.

Y todo ello en base a cuatro divisiones de negocio, muchas de ellas relacionadas con la seguridad, ya que fabrican todo tipo de uniformes especializados como por ejemplo los del ébola, para bomberos o para el Ejército británico, uno de sus principales clientes, y también vehículos para todos estos cuerpos de seguridad.

Y la pregunta del millón, ¿Cuál es la diferencia entre una empresa familiar y una que no lo es a la hora de la internacionalización?. A juicio de Cervantes, que la familiar mira más a largo plazo sin pensar tanto en los beneficios inmediatos.

Uno de las mayores ventajas que trae la internacionalización es que se produce un crecimiento a todos los niveles de la empresa, pero dejó claro que todos sus componentes tienen que remar en la misma dirección para cumplir esos objetivos. En ese largo plazo, Cervantes relató que la internacionalización no se debe hacer en un momento en el que la empresa se encuentre debilitada. Así, dijo que en la empresa Iturri "no existe la palabra crisis" ya que cuando llegó esta habían realizado un trabajo previo de expansión internacional que les ha llevado a tener clientes en casi todos los continentes. En este sentido al reducirse mucho los contratos con la administración pública, la internacionalización les ha hecho aguantar bien la situación.