Bartolomé Ramírez: “Este polígono es el gran olvidado de la provincia de Cádiz”

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El presidente de la Cooperativa Nuestra Señora de las Virtudes defiende la importancia de La Lobita, donde “hay más de 500 puestos de trabajo de empresas de renombre”

Bartolomé Ramírez, presidente de la Sociedad Cooperativa Nuestra Señora de las Virtudes.
Bartolomé Ramírez, presidente de la Sociedad Cooperativa Nuestra Señora de las Virtudes. / Julio González

31 de diciembre 2024 - 07:00

La Sociedad Cooperativa Nuestra Señora de las Virtudes es una de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas más grandes de la provincia de Cádiz y de las más importantes de Andalucía.

Actualmente, cuenta con unos 500 socios y una plantilla compuesta por más de 140 personas. Su presidente, Bartolomé Ramírez, hace balance en esta entrevista del año que termina y habla de las amenazas, proyectos y desafíos que se plantean de cara a este próximo 2025.

Pregunta.–La cooperativa puso en el mercado más de 40 millones de kilos de frutas y hortalizas en 2023, ¿Tiene calculado ya los kilos para este año? ¿Qué balance hace de 2024?

Respuesta.–Este año superaremos la cifra del pasado año, pero a pesar de ello el balance en general es negativo. No paran de ponernos trabas y de subir los precios de todos los productos relacionados con la agricultura. De todo ello es responsable el ministro del ramo, Luis Planas, una persona que no conecta con los agricultores y que dice muchas cosas que luego no cumple.

Por otro lado, tenemos un problema tremendo con la fiscalidad, no nos rebajan los módulos de Hacienda y además está el asunto de la complejidad de los papeleos, sin olvidar los cuadernos digitales que nos quieren imponer.

Sin embargo, aquí estamos nosotros, aguantando como estamos acostumbrados, y como solo sabe hacerlo la gente del campo. Somos gentes muy curtidas y queremos seguir dedicándonos a esto, porque forma parte de nuestra cultura, pero queremos hacerlo con dignidad. En cambio, el ministro no se entera, no sabe lo que es la dignidad en el campo, que no es otra cosa que trabajar con satisfacción, estar contento de la cosecha que se recoge y del fruto que recibimos y el bien que transmitimos a la sociedad con la calidad de nuestros productos.

P.–¿Cuál ha sido la clave del éxito de esta cooperativa?

R.–Todo se debe a sus socios. Transmitimos a la sociedad seriedad y calidad. A pesar de ello, no recibimos muy buen trato, como señalaba anteriormente, tanto que con las excelentes hortalizas que producimos dependemos de terceros países, pasando este de ser exportador a importador y eso es tremendo. Están tirando por tierra todo este gran patrimonio que hay en Conil.

Sobre este asunto, es importante destacar que tenemos la media de agricultores más joven y todos, mayores y jóvenes, luchamos por este patrimonio que es inmenso, con más de setenta frutas y hortalizas distintas. Es la única zona del país con tanta variedad de producción. Y en estos días, destaca las fresas, estamos teniendo una gran Navidad de fresas rojas.

El éxito de esta cooperativa “se debe a sus socios. Transmitimos a la sociedad seriedad y calidad, pero no recibimos buen trato”

P.–En octubre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) tumbó los acuerdos comerciales entre los países del viejo continente y Marruecos. Usted lleva años denunciando la competencia desleal de este país, ¿cree que esta sentencia cambiará algo?

R.No, no cambia nada. La voluntad del Tribunal es muy buena, pero en la práctica la sentencia es difícil de ejecutar. Son muchos los países que no les interesa que se cumpla, entre ellos el nuestro.

P.–Miles de agricultores y ganaderos de toda España se concentraron hace unos días en Madrid contra el acuerdo de libre comercio adoptado por la UE con los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela). ¿Qué opinión le merece este tratado?

R.Llevamos más de 25 años negociándolo y ahora parece que ya solo queda que se ratifique por parte de todos países europeos, pues gracias a este nos van a dar cachetadas por todos lados.

En Europa, en España, los precios de todo han subido muchísimo. No podemos competir con los salarios que se dan en esos países ni con los costes que tenemos. Es totalmente imposible.

P.–Ya a nivel local, una de sus reivindicaciones ha sido siempre el estado del polígono donde se sitúa la cooperativa. ¿Algún cambio al respecto?

R.Nada. Esto es un sinvivir. Hace 4 o 5 años, antes de la pandemia, la Diputación de Cádiz parecía que iba a invertir en el polígono, estuvo casi todo a punto de salir, pero nada. Las autoridades miran hacia otro lado, no se quieren enterar, tanto las locales, como las provinciales, autonómicas o nacionales.

La Lobita es uno de los polígonos más importantes de la provincia, aquí hay más de 500 puestos de trabajo directo en empresas de gran renombre, a los que se unen los agricultores y fruteros que vienen a la cooperativa. Unas 3.000 personas pasan por aquí a diario. Sin embargo, es el gran olvidado de la provincia. Estamos abandonados, es todo muy triste. Este polígono necesita un buen lavado de cara. Hay que arreglar el pavimento de las calles, señalizarlas, hacen falta aparcamientos, iluminación, en su interior y en las entradas y las salidas, que a veces estamos en penumbras.

P.–¿A qué otros desafíos se enfrenta actualmente la Cooperativa Las Virtudes?

R.Principalmente, el tema del agua nos preocupa muchísimo. Estamos muy pendientes de la nueva depuradora y hemos constituido en septiembre una comunidad de usuarios del agua regenerada, para usarla y ello dará riqueza a todo el entorno.

P.–¿Cómo afronta 2025? ¿Qué proyectos tienen en mente?

R.En principio, afronto este nuevo año pidiéndole a los Reyes Magos que se solucione todo lo que hemos tratado aquí. En cuanto a los proyectos, tenemos prevista la construcción de una nueva nave, para el mantenimiento de las verduras y hortalizas, y la urbanización de un terreno, para lo que solo nos falta la licencia municipal.

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