Cercanía y proximidad para una movilidad amable cuando “la sostenibilidad ya no es una opción”

Contenido ofrecido por el Ayuntamiento de San Fernando

TAC! 6

Manuel Calvo Salazar
Manuel Calvo Salazar

27 de octubre 2024 - 05:00

Uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta hoy el ser humano es la necesidad de replantear la movilidad en las ciudades y su impacto en la sostenibilidad. Porque la sostenibilidad no es un concepto únicamente relacionado con la salud del planeta, sino también con las posibilidades y la viabilidad de nuestro sistema económico tal y como lo conocemos. De hecho, los objetivos de reducción de emisiones responden también a la premisa de que “es mucho más barato y racional desde el punto de vista económico hacer frente a lo que cuesta la mitigación que hacer frente a los efetos del cambio climático”. Por tanto, “ser sostenibles no es ya una elección, sino una obligación”.

Bajo ese punto de partida, el socioecólogo Manuel Calvo plantea la urgencia de adoptar medidas que no solo mitiguen el cambio climático, sino que también mejoren la calidad de vida de las personas en la conferencia titulada ‘Movilidad amable y sostenible’, la sexta del ciclo con prestigiosos expertos que está difundiendo el Ayuntamiento de San Fernando con motivo de la celebración del TAC! Festival de Arquitectura Urbana.

El socioecólogo argumenta que a partir de la Revolución Industrial las sociedades occidentales se han organizado bajo la premisa de la inexistencia de límites para la explotación de los recursos naturales. De este modo, han estructurado sus sistemas económicos y productivos en función de la posibilidad de transportar personas y cosas de manera incesante.

Sin embargo, la realidad física del planeta es bien distinta y hoy sabemos que la explotación de los recursos naturales tiene un límite que puede, en ocasiones, ser medido con precisión. Así, las posibilidades de obtención de energía barata y accesible se verán reducidas en el medio plazo y, con ello, la posibilidad de seguir dependiendo de los sistemas de transporte y movilidad actuales.

Desconexión entre territorio y movilidad

Uno de los puntos clave de la conferencia reflexiona sobre la evolución del sistema de movilidad en España durante las últimas décadas. Según Calvo, en los últimos 80 años hemos pasado de un modelo de transporte adaptado al territorio a otro donde las grandes infraestructuras, como autopistas y autovías, han generado una desconexión creciente entre las ciudades y el entorno. Este fenómeno ha alimentado lo que denomina “el círculo vicioso de la infraestructura del transporte”: se construyen nuevas carreteras, lo que provoca más tráfico, ese tráfico colapsa las vías y se generan nuevas demandas para más infraestructuras, repitiendo el ciclo sin solución.

España es un claro ejemplo de esta tendencia, con una dotación de infraestructuras de gran capacidad que supera a la de muchos países europeos. Este modelo ha tenido consecuencias negativas no solo en términos de sostenibilidad ambiental, sino también de calidad de vida, ya que ha transformado el diseño de las ciudades, alejando a las personas de los servicios y fomentando el uso del coche privado.

De hecho, uno de los problemas que más destaca Calvo es la dependencia del coche en la vida diaria. En este sentido, ha apuntado que, a pesar de que la población española solo ha crecido un 20% en las últimas décadas el número de vehículos se ha duplicado, lo que demuestra que existe “una desconexión total en esa evolución”. Esto ha llevado a que, incluso en pequeñas ciudades, haya que gestionar un número cada vez mayor de vehículos, lo que genera enormes gastos en infraestructuras y mantenimiento.

Para Calvo, el coche se ha convertido en una máquina que ocupa un espacio desproporcionado en nuestras ciudades y que, al final, “es como un electrodoméstico que almacenamos en la calle”, ironiza. En este sentido, subraya que la gran cantidad de espacio público destinada a aparcamientos y a carreteras no solo perjudica a la movilidad sostenible, sino que también reduce las áreas para el ocio y la interacción social.

El conferenciante ofreció un ejemplo revelador extraído de un estudio realizado en Sevilla y su área metropolitana, donde se recorren 12 millones de kilómetros en coche cada día, es decir, el equivalente a 32 viajes diarios a la luna. A pesar de que esta cifra sorprende, al desglosarla resulta que cada coche recorre 12 kilómetros diarios de media, que equivale a tres horas caminando. Pero es que, además, el 54% de los viajes en coche de esa aglomeración son menores de cinco kilómetros y un cuarto de los desplazamientos son menores de 2 kilómetros, que son unos 25 minutos andando. Se trata, por tanto, de desplazamientos que podrían hacerse perfectamente andando, en bicicleta, patinete o en cualquier otro medio de transporte mucho más amable y barato.

Crear cercanía y accesibilidad

Con el coche se ha priorizado un sistema poco resiliente que a la mínima colapsa. En este sentido, critica que se haya optado por poner vallas a los niños en nuestras ciudades en lugar limitar a los vehículos y que éstos sean los invitados en el espacio público, no al revés.

La buena noticia para Calvo es que hoy sabemos ya cómo organizar sistemas de movilidad donde la accesibilidad a servicios y lugares que crean cercanía se convierta en el elemento fundamental. Para ello, los sistemas de transporte urbanos y metropolitanos deberán estructurarse, sobre todo, mediante los transportes no motorizados (peatón y bicicleta), apoyados en redes de transporte público eficaces y eficientes.

El experto también pone el foco en el diseño urbano como factor determinante para la movilidad. En este sentido defiende modelos como la Ciudad de los 15 Minutos de París o las Supermanzanas de Barcelona, que, al fin y al cabo, son “el concepto de barrio de toda la vida en el que los niños y las niñas juegan a la calle”. Es decir, espacios donde las personas pueden a acceder a todos los servicios esenciales a pie o en bicicleta en un cuarto de hora, promoviendo así una movilidad más amable y reduciendo la dependencia del automóvil.

Cambiar los hábitos

Sin embargo, el reto no es solo el diseño de las ciudades, sino también cambiar los hábitos de las personas para favorecer un aumento de los desplazamientos a pie o en bicicleta. En este sentido, se muestra partidario de actuaciones como la creación de carriles bici y de intervenciones de urbanismo táctico que, rápidamente y con poca inversión, permiten acciones que además son reversibles, como la peatonalización de una calle para empezar a cambiar la mentalidad de la ciudadanía.

Calvo cita el sistema de carril bici de Sevilla como uno de los ejemplos más exitosos de movilidad sostenible de España. Como explica, la ciudad pasó en pocos años de tener apenas 15 kilómetros de carriles bici a contar con más de 200 kilómetros en la actualidad. Cuenta, además, con un sistema público de bicicletas con 250 estaciones que se hicieron en seis meses, porque, como dice, “la movilidad sostenible es una apuesta al todo o nada, no te puedes quedar en la mitad”.

Este esfuerzo ha permitido que cada vez más personas opten por la bicicleta como medio de transporte diario en Sevilla, fomentando una movilidad más sostenible que es, además, más saludable y económica. Esto ocurre también con calles que fueron en su día peatonalizadas con gran debate y en las que nadie piensa hoy que puedan volver los coches, lo que demuestra que hay una mentalidad mucho más proclive que hace unos años.

Por ello, Calvo insiste en que hay cambiar de paradigma y salirse de los caminos marcados apostando por el espacio público, de manera que el coche pase a ser un invitado en determinados espacios y no el protagonista principal.

El experto cierra su intervención con un mensaje optimista, puesto que “una ciudad donde la movilidad es sostenible y donde el espacio es amable es una ciudad que crea felicidad”. Por tanto, “adoptar un modelo de movilidad más amable no solo es una necesidad urgente para mitigar el cambio climático, sino también una oportunidad para construir ciudades más humanas donde las personas puedan disfrutar una vida más saludable, menos estresante y más conectadas con su entorno”.

En definitiva, hace una llamada a la acción para “repensar la movilidad y el uso del espacio público con el objetivo de construir un futuro más sostenible, equitativo y feliz para todos”.

Espacio público y movilidad sostenible en el corazón del desarrollo urbano de San Fernando

Manuel Calvo y Patricia Cavada
Manuel Calvo y Patricia Cavada

En un diálogo posterior con la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, Calvo reconoce que “lo que se está haciendo en la ciudad ha sido una buena sorpresa desde el punto de vista teórico y técnico”, destacando aspectos relacionados con el uso razonable de los recursos, la movilidad, así como con la apuesta por “un buen diseño y un buen urbanismo”.

Al hilo de ello, la regidora isleña señala que “en San Fernando siempre hemos intentado que los cambios se hagan a través de hábitos de uso. Es decir, que lo que proponemos se convierta en algo que sea asumido porque sea mejor para la ciudadanía y se convierta en una costumbre aceptada, sin que suponga un choque ni una imposición”.

El nuevo modelo urbano en el que trabaja la ciudad de San Fernando actúa en el espacio público y busca eliminar vehículos de las calles, con apuestas como la generación de toda una red aparcamientos tácticos gratuitos que permitan aparcar cómodamente fuera del casco urbano para llegar a cualquier sitio caminando en apenas cinco minutos.

Uno de los hitos más destacados ha sido la peatonalización de la vía principal, la calle Real, que se devolvió a la ciudadanía hace unos años. Hoy se ha convertido en todo un ejemplo en cuanto a peatonalización, recuperación del espacio público y movilidad sostenible, con un tranvía que convive con la gente paseando y que ha supuesto una reactivación de la hostelería, el comercio y la economía local.

En este sentido, el experto apunta que, precisamente, “el uso que se hace y la distribución que se hace del espacio público está en el corazón del debate sobre la movilidad y sobre el concepto de ciudad y sobre el derecho a la ciudad”. Se trata de “un gran reto de política en mayúsculas” y, por ello, aplaude la intensa transformación que está afrontando San Fernando de todo su espacio urbano, apuntando que “el espacio público crea, además, un estado de opinión y de identificación de la ciudadanía que es muy interesante”.

Una meta en la Agenda Urbana

La movilidad amable y sostenible es una de las metas que se ha marcado San Fernando en su Agenda Urbana, en la que refleja su aspiración de ciudad que favorece ir a pie o en bici a las escuelas, al comercio, de ocio o al trabajo desde una movilidad eficaz y sostenible, donde caminar sea un placer y no un riesgo. Una ciudad que reduce el consumo de suelo e incrementa la proximidad y la masa crítica de personas y que transforma el espacio público en lugares de convivencia.

San Fernando camina hacia un modelo de escala humana que sitúa a las personas en la cúspide de la pirámide de la nueva jerarquía de prioridad. Como refleja dicho documento, la ciudad gravita sobre siete elementos estructurantes, entre los que figura una nueva jerarquía del sistema viario que permita reducir el tráfico en el exterior y garantizar la habitabilidad y centralidad interior. Asimismo, apuesta por el tránsito peatonal, por la implantación de la supermanzana, por una red de aparcamientos tácticos, el transporte colectivo, la red ciclista y peatonal y por una movilidad inteligente.

Grandes objetivos que el gobierno local plasma en el nuevo Plan General o la Ordenanza municipal para una movilidad amable y sostenible que están en trámite para propiciar una movilidad en San Fernando que apuesta por el espacio público y que prioriza al ciudadano y al peatón en la jerarquía de usos, seguido de la bicicleta y el transporte público por encima del vehículo privado.

En definitiva, un modelo estructurado sobre una nueva movilidad urbana pensado para acceder y disfrutar de la ciudad, para pasearla, para convivir, para disfrutar de su hostelería… porque, como afirma Manuel Calvo, “la sostenibilidad ya no es una opción, pero con la ventaja de que con la sostenibilidad mejora la vida de la gente y nos hace ciudadanos más felices”.

Manuel Calvo Salazar

Ecólogo, licenciado en Biología especializada en Ecología Aplicada, Máster oficial en Humanidades, doctor en Movilidad Sostenible y profesor de Economía y Medio Ambiente en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla. Trabaja como consultor en medio ambiente y sostenibilidad en la empresa EstudioMC.

Sus trabajos se centran en el desarrollo e implementación de asistencia técnica en diferentes campos relacionados con la sostenibilidad, tales como el ecourbanismo, la movilidad sostenible, la huella ecológica, el desarrollo de sistemas de indicadores de sostenibilidad y la introducción de criterios de sostenibilidad en la planificación estratégica, entre otros. Destaca también en el campo de la evaluación ambiental de planes y programas y cambio climático, siendo uno de los expertos más destacados en estructura urbanística en España y Andalucía.

Su trayectoria en materia de movilidad sostenible y promoción del desarrollo del uso de la bicicleta es notable. De hecho, ha estado involucrado en el diseño e implantación de la red de carriles ciclistas de la ciudad de Sevilla desde que se inició el proceso en 2004 hasta la actualidad.

Es autor de varias publicaciones sobre huella ecológica, movilidad sostenible y sostenibilidad urbana. Entre sus libros figuran ‘Movilidad sostenible en nuestras ciudades’ (2013), ‘Ciudades y bicicletas: el papel de las ordenanzas municipales’ (2016) y ‘Estimación de la huella ecológica en Andalucía y aplicación a la aglomeración urbana de Sevilla’ (2001).

Asimismo, es un ponente activo sobre cuestiones relacionadas con la movilidad sostenible, el cambio climático, la evaluación ambiental estratégica, la sostenibilidad, la huella ecológica, desarrollo energético y planificación urbana, entre otras.

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