La coordinación, vital para combatir el fenómeno de las algas invasoras

Desayuno de redacción

Los participantes en este desayuno de trabajo defendieron que estas se entiendan como un recurso y reclamaron mayor implicación de las administraciones

Vídeo del desayuno

Foto de grupo con los participantes y el vicepresidente segundo de la Diputación de Cádiz, Javier Vidal.
Foto de grupo con los participantes y el vicepresidente segundo de la Diputación de Cádiz, Javier Vidal. / Julio González
Carmen Meléndez

05 de diciembre 2024 - 06:00

En la lucha contra las algas invasoras, que desde 2015 amenazan a una buena parte del litoral gaditano, es fundamental la coordinación de todos los actores que participan en el proceso hasta, como una forma de control, darles un uso determinado. Esta es una de las conclusiones que se alcanzaron en el desayuno de redacción, que se desarrolló este miércoles, en la sede de Diario de Cádiz y que tuvo como título ‘El alga invasora: un debate sobre sus efectos en el ecosistema’.

En este interesante debate, que estuvo moderado por la periodista Pilar Vera, tomaron parte la jefa del servicio de Medio Ambiente del Área de Transición Ecológica de la Diputación de Cádiz, Irene Ares Sáinz; el investigador oficial del IFAPA El Toruño, Ismael Hachero Cruzado; la gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Barbate, Inés Domínguez Foncubierta; la representante de Futuralga, Sofía Tristancho Ruiz; el catedrático de la Universidad de Cádiz, José Lucas Pérez Llorens; la investigadora de la Universidad de Sevilla, Marta Florido Capilla, y el catedrático en la Universidad de Málaga, Félix López Figueroa.

Los participantes también pusieron de manifiesto la grave situación que atraviesan los municipios y sectores afectados, en especial el pesquero y el turístico, a la vez que reclamaron la necesidad de una mayor implicación del Gobierno Central, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), y la Junta de Andalucía. También defendieron que se entienda como un recurso y advirtieron que su desaparición es prácticamente imposible.

En principio y acerca de la irrupción de estos organismos en las costas, Félix López explicó que “comenzaron a verse a partir de 2011 y de ahí el crecimiento ha sido masivo, extendiéndose de tal forma que incluso se han visto en el mar Adriático”, para advertir que en un futuro “podrían ocupar todo el Mediterráneo e incluso llegar a la costa oeste del Atlántico”. Sobre su expansión, destacó que ha contribuido su demostrada supervivencia a la oscuridad y la falta de control de las aguas de lastre, mientras que recalcó que “existe poca investigación sobre sus causas e interacciones con otras especies”. A ello, José Lucas Pérez Llorens apostilló que, “al ser una especie críptica, es decir, que se parece muchísimo a una autóctona, al principio no se le hizo mucho caso. Ahora, es demasiado tarde, la proliferación es enorme. Además, es una planta que se puede reproducir por fragmentación, significa que cualquier fragmento origina individuos nuevos y esto es un verdadero problema”.

Por su parte, Ismael Hachero puso el acento en lo importante que resulta saber qué ocurre en el fondo marino, “ya no solo para averiguar qué sucederá en el futuro con esta especie, sino también para conocer cómo actuar ante otras posibles invasiones, que seguramente llegarán”. Y quiso puntualizar que “hemos observado que, así como en el Estrecho hay unos niveles de invasión muy altos, tanto a un lado como al otro, que continúa hasta la zona de Málaga y Granada. En otros espacios, como la parte de Almería, la zona del Cabo de Gata, el ecosistema está resistiendo”.

Un momento del debate, celebrado en la sede de Diario de Cádiz.
Un momento del debate, celebrado en la sede de Diario de Cádiz. / Julio González

Al final de su intervención defendió la idea de que esta alga hay que verla como un recurso. “Se puede utilizar en numerosos aspectos. Hay muchos grupos trabajando en su uso como nutriente para la agricultura o la generación de bioplásticos”.

Ya sobre las consecuencias de esta invasión, Inés Domínguez denunció que, a pesar de que se detectó en 2015, no fue hasta 2020 cuando se reconoció como especie invasora. “Desde entonces, hemos solicitado a las distintas administraciones que tomen medidas al respecto. Y solo dos han respondido con ayudas: la Consejería de Agricultura y la Diputación de Cádiz. Sin embargo, del Ministerio no hemos obtenido nada, incluso rechaza el uso de esta alga comercialmente”. Y reveló que se calcula que el sector con esta invasión ha perdido en torno “al 70 por ciento de sus ingresos, a lo que hay que añadir el trabajo de limpieza de las redes y que los puertos no están preparados para recepcionarlas”.

Además, pronosticó que este asunto “va para largo” y defendió la idea de que a la flota afectada se le permita tener una cuota de atún.

Hay que crear un sistema de recolección para aprovechar esa biomasa”

Más tarde, Sofía Tristancho afirmó tajantemente que “hay que hacer un llamamiento púbico y exigir las ayudas que sean necesarias”, para recordar que la Ley de Economía Circular, aprobada en 2023, recoge que “cualquier tipo de residuo al que se le pueda dar una segunda vida útil no se puede gestionar como un residuo orgánico”. No obstante, “a día de hoy, los ayuntamientos, que son los encargados de hacer la retirada de algas de la playa, no tienen otra alternativa que llevarlas al vertedero. No tienen empresas a las que llevarlas para su tratamiento”. De aquí, surge otro problema, agregó la representante de Futuralga, “la catalogación de estos organismos como especie invasora limita mucho el tema de la comercialización”. Para, posteriormente, mostrar su perplejidad porque exista un problema de estas características, “al que se están dando soluciones y la misma administración sea la que esté poniendo trabas para avanzar. Todo resulta agotador. Por ello, quiero hacer un llamamiento para que se agilicen los trámites”.

Al respecto, el catedrático en la Universidad de Málaga apuntó que “la parte jurídico administrativa quizás es el cuello de botella ahora mismo”. A esto se une que “se ha catalogado como especie preocupante en la Unión Europea. Esto significa que el Estado español tiene que establecer estrategias para su control. Sin embargo, no es una ley, es un documento orientativo, con una serie de recomendaciones y llama la atención que no relaciona valorización con control, un craso error, cuando hay ejemplos incluso de otras especies invasoras a nivel internacional”. Y entonces, añade, ya hay una limitación en la propia estrategia, aunque eso no significa que la Junta de Andalucía no pueda desarrollarla en la dirección que se está planteando aquí”.

En otro orden de cosas, el investigador oficial de IFAPA El Toruño puso sobre la mesa la necesidad de implementar “un sistema de recolección para estas especies invasoras, mediante el cual luego esa biomasa realmente sea aprovechable. En colaboración con la Diputación de Cádiz y los ayuntamientos estamos trabajando en ver cuál es la forma más eficiente de hacerlo, evitando sobre todo que se recoja mucha arena”. Ahí tenemos otro problema, dijo, “estamos erosionando la playa, a la vez que estamos recogiendo una biomasa que, probablemente, no sirva para nada”. Por este motivo, considera esencial “su valorización, ya sea para la producción de bioplásticos, biometano, compuestos bioactivos, etcétera”. Por su parte, Irene Ares puso el acento en las graves consecuencias que estos arribazones están causando en las entidades locales. “Llegan las playas en verano, en plena temporada turística, y los ayuntamientos se encuentran con que deben gestionar este asunto de forma rápida y ser eficaz, porque si no la gente se va y esto afecta a la economía local”.

Al mismo tiempo, agregó que los consistorios “están muy perdidos y estos sucesos, les está suponiendo unos gastos inmensos. Desde Diputación, intentamos ayudar y vamos a ver si podemos asistirles en la adquisición de la maquinaria adecuada”. Posteriormente, calificó este fenómeno de “catástrofe natural, similar a la del Prestige, en Galicia”, por tanto, comentó “hay que adoptar una serie de medidas, incluyendo incluso su catalogación como de emergencia. Lo que no podemos hacer es recaer todo este tema sobre las cofradías de pescadores y las entidades locales, porque no tienen medios suficientes”.

Es una catástrofe natural, similar a la sucedida con el Prestige en Galicia”

Por otro lado, en su intervención, Marta Florido hizo hincapié en que, “dentro de toda la publicación científica que se ha generado desde que esta alga fue detectada en el Estrecho, más de un 60% son artículos, que proponen estrategias para su inclusión dentro de economía circular, como puede servir como biogás, bioplásticos, etcétera”. Además, indicó que “es una invasión con una velocidad de propagación brutal, que muchas veces compite con los tiempos que tenemos nosotros en investigación para establecer protocolos”.

A la vez que advirtió que no existen “enfoques que sirvan para prevenir su presencia en hábitat que son susceptibles de ser invadidos, a la vez que tampoco se sabe qué implicaciones tienen a nivel ecológico las propuestas que se puedan hacer”. Por este motivo, consideró vital la “coordinación de los grupos de investigación”. Precisamente, acerca de su prevención, también se manifestó el catedrático de la Universidad de Cádiz, al defender “un sistema de alerta temprana, para intentar que donde no está no aparezca”.

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