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Conseguir más dinero del que se tiene también es posible en España

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11 de septiembre 2024 - 01:00

Los dos mecanismos más habituales de financiación son el préstamo y el crédito. Aunque a priori pueden parecer lo mismo, cada uno de ellos se define por unas particularidades concretas. El préstamo proporciona una cantidad total que el solicitante tendría que devolver en el plazo acordado. En cambio, el crédito ofrece una cuantía límite que la persona puede utilizar por completo o sólo de manera parcial. Según indica Statista, el 42% de los ciudadanos españoles solicitaron el año pasado un crédito con el que cubrir el coste de sus compras.

Estas opciones, que entidades financieras como las que compara pepe credito proporcionan a sus clientes, también están disponibles para las pequeñas y medianas empresas. En mayo de este mismo año, Rosa Fernández (periodista de datos) ya informaba sobre los casi 442.000 millones de euros que se prestaron a los usuarios de la banca minorista en enero de 2024. Andalucía ha llegado a ser la tercera comunidad autónoma que más préstamos ha recibido del Instituto de Crédito Oficial, un organismo público adscrito al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.

A continuación, comentamos más detalladamente en qué consisten los préstamos, qué usos se les puede dar, cómo se pueden gestionar telemáticamente y qué herramientas digitales pueden utilizarse para encontrar el crédito más adecuado en menos tiempo.

Préstamos y créditos, primos hermanos

La mejor manera de definir estos dos términos es recurriendo a sus diferencias. Los préstamos se devuelven en unas cuotas que habitualmente son mensuales, trimestrales o semestrales. Una vez la persona ha devuelto la cantidad completa solicitada al principio, el préstamo queda zanjado, lo que significa que tendría que solicitar un nuevo préstamo en caso de querer disponer de más dinero. Además, los intereses que la entidad financiera (no siempre bancaria) cobra a cambio del servicio de préstamos se calcula sobre la cantidad total, independientemente de que la persona haya utilizado o no completamente el dinero.

A diferencia del préstamo, el crédito calcula los intereses sólo teniendo en cuenta, del total solicitado y entregado, la parte realmente utilizada por el cliente. Aunque la persona gaste el dinero, puede pedir más (siempre y cuando no sobrepase el límite establecido). El ejemplo material más ilustrativo de esta forma de financiación es, precisamente, la tarjeta de crédito. Cuando se trata de invertir en una casa, comprar un coche, pagar un viaje o costear los estudios es habitual solicitar un préstamo, el cual se devolvería a plazos. Cuando se necesita dinero, pero se prefiere tener la puerta abierta a poder pedir más cantidad sin gestionar un nuevo préstamo, es habitual pedir un crédito.

Los microcréditos también existen

Aparte de los préstamos y los créditos, también están los microcréditos. Estos últimos pueden definirse como préstamos de pequeñas cantidades (normalmente no alcanzan los 1.000 euros, según indica MAPFRE) que no requieren de ningún aval; es suficiente con tener la mayoría de edad cumplida y contar con unos ingresos estables. No obstante, todos ellos (préstamos, créditos y microcréditos) tienen TAE.Básicamente, lo más importante de la Tasa Anual Equivalente para el cliente es su porcentaje: cuanto más alto sea éste, mayor será el valor del interés a pagar. Ahora bien, ¿cómo se puede saber si el producto en cuestión tiene una TAE abusiva?

La TAE abusiva no tiene un porcentaje específico

Para saber si el porcentaje de TAE de un préstamo es o no abusivo, el ciudadano español que quiere solicitar dicho préstamo tendría que comparar el porcentaje de TAE de la entidad financiera donde ha consultado las condiciones del préstamo con el promedio que hay en el mercado para préstamos como el suyo. Así pues, la Tasa Anual Equivalente que sobrepase la media será una TAE que estará por encima de lo común. Cuanto más alejada del promedio esté, más abusiva resultará para el cliente.Como ir solicitando información de banco en banco no es algo viable para la gran mayoría de personas, que apenas disponen de tiempo libre a lo largo del día, los comparadores online de préstamos y créditos se han configurado como una herramienta digital realmente útil para quienes quieren saber, con las mismas condiciones, qué entidad les proporcionaría el producto financiero más rentable.

Los comparadores ahorran tiempo y dinero

Las nuevas tecnologías también se han implementado en el sector de las finanzas. Ahora mismo, es posible acceder desde el propio ordenador o smartphone a comparadores de préstamos y créditos en línea. Tal es el caso de Pepe Crédito, una marca de la sociedad limitada NewProp Investment.En las páginas web de estos comparadores, es posible:

  1. Indicar el tipo de producto financiero deseado (préstamos bancarios, personales o para estudiantes; créditos al instante, para dinero urgente a devolver incluso en sólo 30 días...).
  2. Indicar la cantidad que se necesita (puede ir desde los 50 hasta los 40.000 euros, por ejemplo).
  3. Comparar la Tasa Anual Equivalente, para seleccionar la opción que ofrece los intereses más favorables (algunas entidades proporcionan un 0% de TAE).
  4. Ordenar los resultados según el plazo de devolución.
  5. Y seleccionar la opción más atractiva entre las alternativas ofrecidas por entidades financieras 100% legales (Crezu, myKredit y Fidinda son algunas de las que Pepe Crédito compara). Todas ellas operan acorde a la normativa española de manera online.

¿Cómo tramitar el préstamo o crédito online?

Basta con seguir los pasos indicados en la propia página web del comparador de productos financieros. Para solicitar créditos y préstamos online, el comparador habitualmente pide al interesado que rellene un formulario (también online) con sus datos personales y con información sobre la vivienda y el trabajo. También habrá de indicar su cuenta bancaria.

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