Renovables que transforman vidas: la apuesta por la inclusión y el desarrollo rural

El videopodcast “Conexión a Tierra”, creado por Endesa, propone un acercamiento fresco a las energías renovables, desmontando prejuicios y revelando historias que conectan sostenibilidad, inclusión social y economía rural. Con Pilar Pascual (@agripilar) y Elisardo Pardos (@elisardo.pardos) como anfitriones, la serie aborda proyectos que combinan tecnología y humanidad. En su segundo capítulo, destaca cómo las energías limpias generan nuevas oportunidades laborales para personas con discapacidad en áreas rurales.

Las plantas de energías renovables suelen instalarse en entornos rurales, donde el espacio, la luz solar y el viento son abundantes. Este modelo de desarrollo impulsa la economía local en zonas que han sufrido despoblación, generando demanda de empleo especializado en la construcción y mantenimiento de las instalaciones. Este nuevo dinamismo es aprovechado por Endesa, que a través de su filial renovable Enel Green Power España busca convertirse en un aliado del progreso regional.

En su compromiso con las comunidades donde opera, Endesa trabaja desde hace dos años con la Fundación Juan XXIII en un innovador programa de formación enfocado en integrar a personas con discapacidad en el sector renovable. Este proyecto, conocido como COMPOST-IN, tiene como meta capacitar a los participantes en tareas de compostaje inclusivo y conservación medioambiental, esenciales para el mantenimiento de los parques fotovoltaicos.

Desde su lanzamiento, el programa ha llevado a cabo ediciones en regiones como Andalucía, Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha, Murcia e Islas Baleares, con más de 300 alumnos formados. Inma Ponce, directora de Estrategia y Marketing de UNEI, empresa social líder en inclusión laboral de personas con discapacidad en Andalucía y colaboradora del proyecto, resalta la importancia de esta iniciativa: “UNEI aporta su experiencia para garantizar que las personas con discapacidad puedan integrarse plenamente en el mercado laboral rural. En este caso, hemos puesto nuestro conocimiento y formación al servicio del proyecto COMPOST-IN, para capacitar talento de personas con discapacidad y que, en una segunda fase, puedan trabajar con UNEI en proyectos medioambientales vinculados a las energías renovables. Además, destaca que las colaboraciones con empresas como Endesa permiten aunar objetivos ambientales y sociales, beneficiando tanto a las personas como al entorno natural y creando, en definitiva, valor compartido.

El curso COMPOST-IN incluye 99 horas de aprendizaje, de las cuales 37 son prácticas, y ofrece a los alumnos herramientas clave como desbrozadoras, trituradoras y equipos de protección individual (EPIs). Además de fomentar la empleabilidad, el programa contribuye al cumplimiento de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), promoviendo la inclusión social y el uso de tecnologías digitales.

Este modelo formativo ejemplifica cómo las energías renovables pueden ser mucho más que una solución energética. Como explica Ponce: “Las plantas no solo producen energía limpia, también generan un impacto positivo en las comunidades al crear empleo, proteger el medioambiente y mejorar la calidad de vida en el mundo rural”.