No soporto la manera en la que alguna gente falsea su forma de hablar por conveniencia política. Me pasa con el desdoblamiento, que nadie usa en su vida cotidiana. No soporto a los que fuerzan el acento andaluz que no tienen tan solo como una moda. Me pasa con lo que ha colgado Teresa Rodríguez en sus redes para convocar a la gente a un acto de la "asamblea nacional" de Adelante Andalucía: "cusha, vento con nojotros". Qué ridículo, la Andalucía de los Álvarez Quintero. El andalucismo surge, entre otras cosas, para erradicar la Andalucía de pandereta, como sabe el padre de Teresa Rodríguez.