Autocaravaneros del mundo, uníos. Por Fernando Santiago

AUTOCARAVANEROS DEL MUNDO, UNÍOS

Se va el verano y con él las autocaravanas que  han invadido la ciudad estos meses. No solo  La Gallega, junto a Torregorda, lleno hasta arriba de estos enormes vehículos, frente a las cocheras de autobuses en la Zona Franca, en el aparcamiento junto a la muralla de Cortadura, en la calle del Orgasmo, en la tapia del cementerio, en el aparcamiento de la Punta de San Felipe. Cientos de caravanas instaladas en la ciudad sin que el Ayuntamiento tomase la menor medida de control. Conviene pensar  que los usuarios de autocaravanas producen basuras que arrojan en cualquier lado,  aguas negras y  aguas grises. Supongo que algunos , incluso, se buscarán un enganche eléctrico que les provea de suministro. En lugar de organizar esta invasión, el Ayuntamiento mira para otro lado, la actual corporación y la anterior, que en eso no hay  distingos. Esa dejadez que lleva a pedir una tasa turística para quienes se alojen en la ciudad o para los cruceros que lleguen al muelle pero que mira para otro lado cuando hay que regular este fenómeno. No sé si es  que la permisividad municipal ha convertido Cádiz en un paraíso sin regular y en lugar de aparcar la furgoneta en La Barrosa, Camposoto, El Palmar, Caños, Los Alemanes, Vistahermosa o Costa Ballena, es más fácil dejarla en Cádiz donde nadie va a preguntar qué haces ahí, por indolencia, dejadez o por ese mal entendido liberalismo conducente a dejar hacer, dejar pasar, un Adam Smith de casapuerta. El concejal de movilidad, el tal Berduya, estará  dedicado a sus cofradías y a enseñar a los niños cómo se escribe sin tildes,  la ortografía, como la Semana Santa, debe estar reñida con la ciencia y la razón. En la época del kichismo se permitía que la gente acampase en los fosos de las Puertas de Tierra, en la pérgola de Santa Bárbara, en La Caleta, en los jardines de Varela y donde se pudiese colocar una tienda, empezaron a llegar las autocaravanas sin que ningún concejal  hiciera lo más mínimo, preocupados por las banderas, las camisetas con mensajes y los cigarritos de la risa en Asdrúbal. Ahora los concejales no se pierden una fiesta, cobran importantes sueldos públicos pero actúan con la misma indolencia, en esa idea de que si no se hace nada, nadie se molesta y se pueden seguir en el carguete durante años. No tengo noticias  de si hay un furor nacional por las autocaravanas, esa falsa idea de libertad consistente en ponerte al volante del furgón e ir de lugar en lugar. Ahora en vez de alquilar un apartamento turístico, lo llevas puesto y lo aparcas donde te da la gana. Eso sí, si dejas tu moto junto a un contenedor, vendrá un destacamento de la policía local con un oficial al frente como si fueras un delincuente.

Fernando Santiago

stats