Carnaval de izquierdas. Por Fernando Santiago
CARNAVAL DE IZQUIERDAS
En 1956 salió en el coro Los de Pura Cepa un ordenanza de Diputación, Manolo Grimaldi, con una voz grave y potente, uno de los mejores bajos de la época. Cuando llegó Álvaro Domecq a la presidencia de la Corporación al año siguiente le llamó y le dijo que un funcionario no podía salir en algo que era para la chusma. Quizás por ser jerezano y por la altanería propia del apellido. Es verdad que el carnaval era una fiesta de las clases populares, que la gente de Santa María, La Viña o San José se cogían una tela de arpillera, se pintaban la cara con corcho quemado y fabricaban un bombo con un cajón de arenques, las letras de las agrupaciones, hasta la guerra civil, fueron siempre muy combativas. Cuando se reinstaura el carnaval como Fiestas Típicas por Rodríguez de Valcárcel, la burguesía gaditana veían a las chirigotas y a las comparsas en El Anteojo o les pagaban porque fueran a sus casas, se reían con las ocurrencias de esos vecinos de barrios humildes y a otra cosa. Algunos célebres autores le cantaban a Franco, como no podía ser de otra forma, salvo el Carota, que acababa todos los años en la Prevención, hasta Cañamaque se olvidó de sus letras anticlericales. En 1977 un grupo de profesionales entre los que había dentistas, oftalmólogos, maestros, empleados de banca y demás sacaron Los Dedócratas “tras los 40 años sin carnavales, también van a la calle universitarios, siguiendo las costumbres tan proletarias, patrimonio de Cádiz y antepasados” escribió Miguel Villanueva cuando todavía era de izquierdas. A partir de ahí la fiesta ha sido interclasista, dejó de ser solo de las clases populares, se incorporaron gente de diferentes ideologías. Así que es verdad que en su origen el carnaval era de la clase obrera pero ahora ya no lo es, por eso hay letras de derechas, por mucho que Bienvenido (maestro de profesión) cante otra cosa. No es menos verdad que Kichi fue el primer alcalde proveniente de las clases populares y del carnaval, creó a su alrededor una corte de amigos y pelotas que se beneficiaron de la cercanía al poder en forma de facilidades y pequeñas prebendas, desde ayudas del FIT , charlas pagadas o entradas al Falla, como ha ocurrido con todos los alcaldes. Ahora ha cambiado el poder municipal y los que antes estaban en la órbita de Podemos-Adelante ahora están en la oposición, así funciona una democracia, con la alternancia. Hubo una corte de aduladores del poder socialista, luego el PP creó la suya y cuando llegó Kichi se formó otra. Está por llegar los pelotillas de Bruno y los que ahora mandan, solo hay que esperar un poco , los que se la dan de grandes luchadores del proletariado que hagan memoria y piensen en los beneficios que tuvieron..
Fernando Santiago
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