Casa de citas. Por Fernando Santiago
CASA DE CITAS
Aunque esto se pueda convertir en una casa de citas recordaré una frase de Alberti Camus “todo lo que he aprendido sobre la vida lo aprendí en el fútbol”, ´el Premio Nobel jugó de portero en su Argelia natal. O Eduardo Galeano “el fútbol es lo más importante de las cosas poco importantes”. El otro día me di cuenta al hablar de Cossi de la cantidad de gente que he conocido a través del fútbol, será porque estudié en Barcelona, Málaga y Madrid así que mis compañeros de clase están en otros sitios. Incluso el fútbol provocó una pandilla juvenil en el Madrid de los 70 con los que mantengo el contacto 50 años después. He pensado que en todos los sitios por donde he pasado he organizado un equipo, desde aquel Madrid en blanco y negro hasta la Diputación o la Asociación de la Prensa. El fútbol es una escuela de vida, por eso detesto a los padres y a los entrenadores que se obsesionan porque ganen sus niños, cuando deberían dedicarse a enseñarles educación, respeto, higiene, esfuerzo y muchas otras cualidades que le serán mucho más útiles en la vida que marcar goles o hacerse un corte de pelo degradado como si fueran futbolistas. Así lo que van a hacer es crear monstruitos que el día de mañana serán maltratadores, evasores o cosas peores. Yo tengo grades amigos que he conocido en el fútbol. En contra de lo que opina la gente, a 180 pulsaciones (el que se lo pueda permitir) sale la verdadera cara de la gente, el que es tonto lo es en pantalón corto y en pantalón largo, no hay remedio. Y la buena gente lo es dándole patadas a un balón o en cualquier orden de la vida. En los deportes de equipo se tiene que fomentar la camaradería, la solidaridad, el esfuerzo común . No hablo ya de ir a la grada a animar al equipo de cada cual, lo que tampoco está mal. Me refiero a jugar, parafraseando al director de The Newyorker “el fútbol es lo más divertido que se puede hacer con la ropa interior puesta”. Nosotros hemos formado un grupo de inasequibles al desaliento que jugamos haga el tiempo que haga, sin desfallecer, sin mirar la edad, contra viento y marea, en medio de una DANA o en una ola de calor, con una levantera o con lluvia torrencial, hemos jugado en medio de una tormenta, hemos viajado por el mundo, lo que ha creado lazos indestructibles. Dijo Víctor Manuel que si el paraíso existe es una pradera, 22 jugadores y un balón, yo opino lo mismo y eso que soy el más malo y el más viejo de todos, da igual, de azul, de celeste, de verde, a rayas amarillas y azules, incluso de blanco, y eso que dijo con razón el Pechuga Sanromán que blanco ni el orujo, siempre con el patrocinio de Víctor López. Me pasa lo que confesó Galeano : “en sueños era una figura del fútbol y cuando me despertaba el peor patapalo de mi país”.
Fernando Santiago
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