La casa de los horrores. Por Fernando Santiago
LA CASA DE LOS HORRORES
Terror terrorífico en la casa del horror horroroso. Eso es Manuel Rancés 3, una bella finca de estilo más castellano que gaditano, donde no hacen más que producirse sucesos de todo tipo fruto del abandono de sus propietarios, eso que llaman “el banco malo”, la SAREB, el organismo que se inventó Rajoy para que se quedase con los activos tóxicos de los bancos. El dueño tiene abandonada la finca, donde viven personas sin hogar, migrantes sin papeles, gente con escasos recursos. La noche del 5 hubo una reyerta que terminó con un incendio provocado. Llegaron las ambulancias, los bomberos, la policía local y la nacional. El Ayuntamiento puso un precinto en el portón que sirvió para que un grupo de chavales, la noche del día 6, treparan por la fachada y se colaran en la finca. Fue una residencia de estudiantes durante un tiempo, motivo por el cual está organizada en habitaciones individuales con un baño por planta. Fue propiedad en su día de Fernando Muñoz, que se la vendió a Enrique Arroyo, de ahí pasó a un banco y de ahí al SAREB. Los responsables del “banco malo” llevan dos años reclamando a la policía local que extreme las medidas de seguridad, según han manifestado. Con este es el segundo incendio en la finca. Hace tiempo el propietario encargó a una pareja que actuasen de caseros , hicieron lo posible por expulsar a un matrimonio mayor que vivían allí de toda la vida, hasta que lo consiguieron. Abrieron un bar en los bajos que luego fue clausurado. Yo he visto cómo la policía ha llevado allí a personas sin hogar y a migrantes, imagino que sin papeles. Incluso personal de los servicios sociales del Ayuntamiento llevaba allí a gente, aunque ahora todo el mundo niega cualquier responsabilidad. Estos días pensaba que esa finca se parece mucho a Jesús Abandonado, aquella residencia para indigentes que había junto a la Alameda hasta que un altercado provocó la muerte de un residente. O cuando el edificio de Radio Juventud se convirtió en residencia improvisada de personas sin hogar hasta que hubo un incendio, suceso que se ha repetido en otros lugares de la ciudad, en Santa María o en el Mentidero, por ejemplo. Este es un problema que no se circunscribe a un solo edificio. De hecho un grupo de personas sin hogar se refugiaron en los soportales del Ayuntamiento como antes lo estaban en las bóvedas de las Puertas de Tierra, hasta que pusieron una valla, o incluso en los fosos, todo ello en tiempos de Kichi . Lleva ocurriendo mucho tiempo y no se encuentra solución alguna. Mientras tanto los vecinos de Manuel Rancés 3 tienen que soportar que el Ayuntamiento, con Kichi o con Bruno, se declare ajeno mientras hay un elefante en la habitación como vemos todos.
Fernando Santiago
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