Cerro del Moro

Es bueno recordarlo todo: las viviendas del Cerro del Moro se les entregan a gente que vivía en condiciones muy precarias en las bóvedas de las Puertas de Tierra y en chabolas de La Viña. Vivían sin agua, sin electricidad, sin saneamiento, hacinados y , a veces, con animales. Fue un acto de justicia social llevado a cabo en los años 50. Eran viviendas pequeñas pero al menos tenían todo lo necesario. Con el paso del tiempo les ofrecen comprar las viviendas, en la mayoría de los casos a los hijos de los primeros adjudicatarios. Aceptan la oferta y la compran a precio de saldo. Ahora a los nietos de aquellos primeros vecinos que recibieron las viviendas para resolver su grave problema, les proponen darles una vivienda grande y moderna en régimen de alquiler con derecho a compra, y se forma el lío. Todos los gaditanos querrán una buena vivienda con un alquiler irrisorio y derecho a compra en un futuro, gracias a que sus abuelos vivían en precario. En lugar de agradecer el apoyo del Estado, una queja. Ese es el resumen. El resto es poesía.