Pamplinos y pamplinas. Por Fernando Santiago

PAMPLINOS Y PAMPLINAS

He pasado de la edad provecta a ser un carcamal con lo que cada día que pasa soy más cascarrabias, más intransigente con las tonterías, menos pendiente del bienquedismo y de lo que puedan pensar los demás de mí, si es que alguien piensa en mí. Se llama sudapollismo. Cada vez soporto menos los tópicos, las frases hechas, las simplezas. Por ejemplo: detesto profundamente lo de “hoja de ruta” ¿se refiere a un mapa? Si es así ¿por qué no usa la sencilla palabra castellana. Me pone nervioso “poner en valor”, esa jerga política ajena al lenguaje cotidiano, incorporamos del inglés género como sinónimo de sexo y empoderamiento como tener poder, que ya se sabe el falso prestigio que tiene lo que llaman los finos “la lengua de Shakespeare”. Qué decir de la estupidez  “ciudadanos y ciudadanas”, “vecinos y vecinas” y similares ¿algún político habla así en su casa o con sus amigos?¿por qué lo tiene que usar al hablar en público?. Confieso que en cuanto oigo o leo a un político hablar de esa manera, cambio de canal o paso la página. Me resulta de tontos (y tontas), hay un principio común a todos los idiomas y a todos los hablantes que es la economía del lenguaje, lo que se puede decir en una palabra para qué emplear tres. Por no  hablar de añadirle vecines, tan propio de Podemos y compañeros mártires. Por cierto, Irene Montero hablando de “jugadores racializados” me parece una de las gilipolleces más grandes que he escuchado, encima refiriéndose a Nico Willian y a Dani Olmo, la pobre es que no tiene ni idea. Ahora en los Juegos Olímpicos dicen mucho “los chicos” y “las chicas”, algunos son jóvenes (desde mi anciana decrepitud lo son todos) pero los hay a montones con más de 30 . Para qué hablar de la tontería “los hispanos” ¿se refiere a los españoles que juegan al balomnamo? Que pamplina más gorda. O “las guerreras” para hablar de las jugadoras de balomano ¿las jugadoras de otros deportes no luchan? Bien es cierto que el periodismo deportivo es un erial de inteligencia y uso del lenguaje, con brillantes excepciones, por supuesto, pero se imponen “la serpiente multicolor”, “la gran volata”, “el trivote”, “ falso nueve”, “carrilero”,”trescuartista”, antes se decía balón parado y ahora se dice pelota parada, se ha impuesto “la cancha” sobre el terreno de juego. Hay veces que las modas cambian, antes se decía friki por free kick , pero cayó en desuso, igual que orsai, referee o corner. Es como el elogio gaditano “qué poca vergüenza” como sinónimo de “qué gracioso”. Curiosa la evolución  de  la palabra pastilla, que antes era una sustancia medicinal y ahora ha sustituido a la muy noble  palabra “solar”,  que  debe tener alguna connotación negativa que  se me escapa.

Fernando Santiago

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