Los que ponen la primera piedra. Por Fernando Santiago

LOS QUE PONEN LA PRIMERA PIEDRA

Qué gran verdad es aquello de que la naturaleza imita al arte. Quién iba a pensar que Los que ponen la primera piedra  iban a estar tan de actualidad, y eso que dijo Tarradellas de  que en política se puede hacer cualquier cosa menos el ridículo(excepto Puigdemont y los Mossos). Pasa el tiempo y los políticos gaditanos nos enseñan cada día que  no tienen sentido del pudor. La delegada del Gobierno de Andalucía en la provincia de Cádiz, Mercedes Colombo, inauguró el otro día una parada de autobús en el Clínico, con la consiguiente corte de aduladores formada, se supone, por personal en puestos de libre designación, asesores y el resto de llevadores de maletas. No es de extrañar porque Mercedes Colombo ya presentó el hallazgo del Templo de Hércules, que luego quedó en un error de no sé qué máquina, sin que hasta la fecha se hayan ofrecido excusas por un ridículo de tal magnitud y sin que sepamos a qué se dedic la delegada  porque lo de Valcárcel, nuevo hospital y ciudad de la justicia sigue tal cual después de 6 años de #JUANMALOHARÍA.. Cabe recordar que Silvia López, a la sazón delegada de Medio Ambiente hace años, presentó una marea con un gran coeficiente o convocaba a la prensa  para soltar una tortuguita en la playa, así que hay precedentes. Días pasados la subdelegada del Gobierno de España, Blanca Flores, que lleva cosido al dobladillo a algún asesor que hace de fotógrafo y eso que ahora llaman community manager , inauguró una pasarela de madera en la playa Victoria acompañada de unos concejales socialistas del Ayuntamiento de Cádiz, en un ejercicio de partidismo insólito. Tampoco sorprende dada la difusión que hace la subdelegada de su presencia en todas las fiestas de la provincia, aunque todavía no sepamos a ciencia cierta su papel el día del asesinato de dos guardias civiles en Barbate. Palidece todo si señalamos aquí en las inauguraciones chuscas la del Concejal de Faltas de Ortografía y Capillismo, que se fue el otro día a inaugurar un paso de cebra que, por otra parte, llevaba cuatro meses terminado sin uso. Debe ser que cuando alguien entra en la política profesional, al menos en la española, pierde todo sentido del ridículo y se dedica a hacer y decir tonterías. Ya saben la definición que hizo Groucho Marx de política: es el arte de buscar problemas donde no los hay, hacer el diagnóstico equivocado y poner en marcha las medidas erróneas. Un precursor de la chirigota del Gómez, que dejó para la posteridad aquello de “Federico Pérez Peralta, no trabajes tanto por Cádiz, que no hace falta”. Algo así podíamos decir de Colombo, Flores, Berduya y tantos otros que se exhiben sin pudor en lugar de resolver problemas. Con estos bueyes aramos.

Fernando Santiago

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