Quitapelusas. Por Fernando Santiago
QUITAPELUSAS
Cuentan que Antonio Rosales “Don Puyazo” era un furibundo republicano hasta que el 18 de julio de 1936 se hizo franquista porque, según decía, se le apareció el Nazareno que le reveló la causa a la que debería adherirse. Luego se hizo censor, recibía en la calle de la Plata las galeradas del Diario de Cádiz , llevadas desde la sede de Ceballos, y con un lápiz rojo decidía qué podía publicarse y qué no. Es un ejemplo de la adaptación al poder de turno, sea por revelación divina o sea por mera conveniencia. Es el caso del que llamaban Asesor Fantasma de Kichi, hoy imputado por una denuncia de CCOO tras tomar decisiones sin cargo alguno, es asesor de Sumar en el Congreso de los Diputados, tan radical se pone Sumar cuando se trata de juzgar a los ajenos y tan complaciente cuando se trata de los propios. Bien es cierto que ni en la República ni en el franquismo se habían inventado los asesores, lo que los ingleses llaman “carrier bag”, llevadores de maletas, que ahora son una legión. Una vez se hizo la cuenta del número de personas que vivían del matrimonio Kichi-Teresa: eran más de 40 , a pesar de lo cual ambos tuvieron la dignidad de cumplir lo prometido y se fueron a los ocho años aunque se habían convertido en una industria. Ahora el PP tiene colocados entre la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento otra legión de asesores cuya utilidad nadie conoce, todos ellos adaptados al poder de turno, solo en la ciudad de Cádiz pueden ser más de 60, fuente de empleo en el sector público. De muchos se desconoce su dedicación, como aquel asesor del PSOE en la Junta que estaba destinado en la Escuela de Arte Ecuestre a la que no había ido nunca. Tanto el PSOE como el PP han contratado como asesores a conductores, quizás porque es gente que escuchan más de lo conveniente y es preferible que sean de estricta confianza, como un chófer de Puerto Real que llevaba y traía a un alto cargo del PP, sacaba fotos y grababa conversaciones, hasta que intentaron despedirle y sacó la colección, con lo que la indemnización que obtuvo fue millonaria. Ser dócil con el poder garantiza cargos de todo tipo, remuneraciones especiales, puestos de libre designación, promoción interna en la administración. Dicen que las dos peores cosas que se pueden ser en esta vida son chivato y pelota, estos últimos siempre prosperan, a los que mandan les gustan los quitapelusas, los que les regalan los oídos a los jefes de turno. Ninguno se atreve a ir detrás del César diciéndole “recuerda que eres mortal” porque más temprano que tarde lo echan a los leones o les dejan pudrirse en su lugar de trabajo. Dijo Volaire que la política consiste en hombres sin inteligencia que dirigen a hombres sin memoria. Y no había asesores.
Fernando Santiago
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