Sevilla tuvo que ser, mi arma. Por Fernando Santiago
SEVILLA TUVO QUE SER
Existe la teoría de que a lo largo de la historia cuando asciende Sevilla, baja Cádiz, y cuando sube Cádiz, desciende Sevilla. El caso es que vivimos en un gobierno autónomo con un centralismo sevillano atroz, que solo ahora rompe en parte Málaga, la ciudad de donde era vecino Juanma Moreno. Lo pronosticaron Los Dedócratas hace 48 años: “y luego tendrán por gran capital a Sevilla otra vez, y nuestra ciudad, quiere libertad, pero ser como es”. De hecho en el primer Estatuto de Autonomía los redactores no se atrevieron a poner como capital a Sevilla, existía la idea ingenua de poner Antequera, centro neurálgico de Andalucía, como hicieron en Extremadura, Galicia y País Vasco, por citar otros casoss en los que se resolvió la disputa de manera salomónica. El PSOE ha vivido desde la llegada de la democracia secuestrado por sevillanos, han sido nacidos o vecinos en esta ciudad quienes han liderado el partido, primero con Felipe González y Alfonso Guerra, en la preautonomía con Plácido Fernández Viagas (vecino ), de ahí a Rafael Escuredo, Pepote Rodríguez de la Borbolla, Manolo Chaves(ceutí de nacimiento, avecindado en Sevilla largas épocas de su vida), Pepe Griñán (madrileño de nacimiento, sevillano de adopción), la trianera rociera y bética Susana Díaz, el que fuera alcalde de esta ciudad Juan Espadas y ahora María Jesús Montero, trianera también, que debe ser una forma radical de sevillanismo, quintaesencia de la sevillanía. No sé si tantos militantes del PSOE no entienden que Sevilla tiene 700 mil habitantes en una comunidad de 8 millones y que por si fuera poco hay animadversión a lo sevillano en cada rincón de la comunidad, a ese folklorismo sevillí que hablaba Luis Antonio de Villena. En Cádiz, sin ir más lejos, hay hasta un grupo de cofrades voxeros(valga la redundancia) obsesionados con todo lo concerniente a la Semana Santa de Sevilla, otro grupo fanatizado con la feria de Sevilla y todos los plagios que hay por la provincia, esa experiencia de albero, rebujito y boñigas de caballo. Menos mal que el carnaval pone las cosas en su sitio, desde el Eterno Capitán con Kady City “ja, ja, ja se quedó Sevilla sin olimpiadas” al gran Libi, con aquella maravillosa chirigota Sevilla tuvo que ser, mi arma: “Gran Poder, dame suerte con el cuplé”. El año en el que Emilio sacó esa chirigota fue increpado por Los Morancos ante María de la O(trianera también) en la barra del Falla, con lo que se demuestra la idea de que si en Cádiz hay gracia, en Sevilla hay graciosos, y estos dos hermanos no tienen la menor gracia, igual a los trianeros les causa diversión, qué sabe nadie. Hasta que los socialistas no salgan del bucle sevillano les va a ir regular.
Fernando Santiago
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