Un tesoro bajo el mar. Por Fernando Santiago

UN TESORO BAJO EL MAR

Hace años entrevisté al famoso cazatesoros Mel Fisher en el museo del Nuestra Señora de Atocha en Cayo Hueso, Florida. El hombre tenía un cáncer avanzado, con el humor negro que le caracterizaba, cada vez que encendía un cigarrillo me decía “mi quimioterapia particular”. Fisher me contó que en su juventud vino a bucear a la Bahía de Cádiz, para ver si localizaba los restos de algún galeón hundido que guardara  un tesoro “me detuvieron una pareja de policías con un sombrero muy raro”, no hay que dar más detalles para imaginar que era la Guardia Civil a ojos de un americano. La Bahía siempre fue muy golosa para quienes expoliaban pecios en su beneficio. Alfonso Perales recibió en la Diputación, con todos los honores, a otro cazatesoros, Robert Marx, no se sabe muy bien con qué intenciones. Jacinto Pellón contrató a una empresa para sacar un galeón con destino al pabellón de la navegación de la Expo 92, al estilo del Wasa y el Mary Rose, sin permiso alguno. Hicimos una vez un número especial de la revista Andana dedicado a los galeones hundidos, con el nombre “Un tesoro bajo el mar” que recibió el Premio Nacional de Periodismo Marítimo. En aquel número  , gracias al esfuerzo de Manolo Florencio, el director general de arqueología del Ministerio de Cultura dejó una frase para la historia “En la Bahía de Cádiz hay más oro que en el Banco de España” lo que obviamente es un incentivo para quienes expolian y trafican con objetos sacados del mar. De hecho en Cádiz había muchos buzos que tenían en sus casas ánforas  , cañones y espadas sacadas del lecho marino. Como ejemplo , cuando el Castillo de San Sebastián pasó a ser administrado por el Ayuntamiento(como va a ocurrir ahora), en la visita que hicimos a las instalaciones nos encontramos una bóveda llena de objetos expoliados, acumulados allí por un conocido buzo, con permiso de un capitán, que luego se vendían en una accesoria de la calle Libertad. Se dijo siempre que a través de Gibraltar y de la Base de Rota salieron muchos objetos fruto del expolio sistemático. Hay empresas especializadas, incluso famosos cazatesoros que se van primero al Archivo de Indias para seguir el rastro de naufragios. Con el tiempo se creó el Centro de Arqueología Subacuática de la Junta de Andalucía que se dedica a extraer aquello que se pueda  , a señalar en cartas náuticas lo que encuentra y a denunciar el saqueo, cuando lo hay. La lástima es que aquel Museo del Mar que nos anunciaron en el Baluarte de Candelaria, inaugurado con un atún encebollao y una exposición sobre almadrabas, quedó en  Museo del Ná. Me viene todo esto a la memoria a raíz de la extracción de los restos de un galeón en el muelle para su estudio y devolución al mar.

Fernando Santiago

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último