Working class. Por Fernando Santiago
WORKING CLASS
Un tipo de 82 años, que ha vendido millones de discos, ha compuesto algunas de las mejores canciones de la historia, Caballero del Imperio Británico sea capaz de estar tres horas ininterrumpidas en un escenario sin parar dice mucho de su profesionalidad, de la que tendrían que aprender sus compañeros de generación y profesión españoles. Por supuesto ser multimillonario y saberse parte de la historia despeja la cabeza. Aparte de sus reconocidas dotes para la música me llama la atención su orgullosa pertenencia a la clase trabajadora, la working class. Nacido en el norte de Inglaterra, donde surgió la revolución industrial y los sindicatos de clase, como lleva a gala el equipo de su ciudad, el Liverpool, tan vinculado a los estibadores del puerto, que tuvo como uno de sus más exitosos entrenadores a Jurgen Klopp , que hacía alarde de la defensa de los servicios públicos. En una famosa entrevista que le hizo Julia Otero , Paul McCartney explicó que aunque tenía dinero de sobra para llevar a sus hijos a un colegio privado, los llevaba a uno público para que supieran manejarse con la gente común, detestaba que un día llegaran a casa y le dijeran “hello, daddy” . Me encanta ese orgullo de pertenencia a la clase trabajadora, un tipo que no se ha desclasado, que no quiere ser nuevo rico como esos futbolistas o toreros que vienen de mundos humildes pero enseguida se compran coches imponentes y casoplones, visten con ropa cara y llevan a sus hijos a colegios religiosos para que todos veamos que han ascendido en la escala social. Dice Ana Iris Simón en su escrito para la exposición de Pepe Baena en Madrid que el último clavo de la clase obrera lo puso Instagram porque los obreros “no toman gintonics con bolitas, ni tienen muebles de Ikea, ,no ven Netflix ni reciben paquetes de Amazon”. Yo le añadiría: ni llevan a sus niños a Argantonio o San Felipe . Paul McCartney es el ejemplo de un rico que no se ha desclasado, que está orgulloso de sus orígenes, que no es de la clase media aspiracional , socio del Club Náutico, sus niños van a un colegio de la avenida con uniforme , tienen en la puerta de casa un buen coche , para que todo el mundo vea que si sus padres eran de clase trabajadora, ellos han dejado atrás ese origen para alardear de los amigos de sus hijos con apellidos compuestos, la escuela pública que defendió Koki Sánchez el otro día queda para rojos , pobres e inmigrantes . Algún sindicato minoritario usa lo de clase obrera, una familia gaditana que vive de dar de comer a gente necesitada dice la tontería de “solo el pueblo salva al pueblo” que la extrema derecha empezó a usar en Valencia para mostrar la ineficacia de los servicios públicos, los que defiende el exBeatle.
Fernando Santiago
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