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Durante aproximadamente un mes, los sonidos guturales que emiten los machos se entremezclan con el choque de cuernas y los jadeos en una lucha sin cuartel que lleva a algunos ejemplares hasta la extenuación. Ellas se irán con el más fuerte y más apto genéticamente para asegurar la descendencia.
Este impresionante ritual se ha convertido en los últimos años en un auténtico reclamo turístico, que en Los Alcornocales tiene uno de sus destinos más sobresalientes. No en vano, se estima que existe una población de más de 40.000 venados.
Al respecto, el director de este importante espacio natural, Juan Manuel Fornell, declara que, “a pesar de que es complicado ver la berrea, lo que hace tan especial el parque es la facilidad para oír los impresionantes bramidos de los venados”.
Para ello, aconseja “integrarse en el entorno, intentar mantener los silencios de la naturaleza y escuchar el sonido que proporciona el monte”. Asimismo, recomienda “no adentrarse en el campo y usar los miradores que existen con tal fin en las carreteras, desde donde se escuchará perfectamente”.
Por otro lado, una buena idea para vivir este gran acontecimiento es hacerlo con una empresa especializada, como Genatur, Caucenatura o los ayuntamientos de Los Barrios y Benalup, que suelen organizar salidas de este tipo, al igual que La Almoraima que, en su nuevo servicio de ecoturismo, incluye una ruta de la berrea.
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