Vejer, turismo de altura

EN 12 HORAS

Vista general de Vejer, encaramado en uno de los puntos más altos de La Janda y con extraordinarias vistas desde la Sierra hasta la costa. / Joaquín Hernández 'Kiki'

A veces queremos verlo en un día. No es posible conocer una ciudad en tan poco tiempo, pero sí da tiempo a ver las mejores jugadas, como en Estudio Estadio. Recorremos la ciudad con paradas para ver, oler, dejar que te dé un poquito el viento y, evidentemente, comer y beber… Hay que dejar satisfechos todos los sentidos… Vejer, turismo de altura.

09.00 Bocadillo de lomo en manteca en la Venta Pinto

Lo tienen de todas las tallas, desde un pequeño pan de esos con poca hambre, hasta su buen viena de tamaño generoso. Los bocadillos de lomo en manteca de la Venta Pinto son ya famosos en el mundo entero… como aquel anuncio del brandy Caballero. La receta que utilizan para hacer el lomo tiene ya más de 50 años, desde que creó su versión del plato Encarnación Muñoz de Arenillas. La venta está en la Barca de Vejer y tiene también una tienda de productos gastronómicos. Tienen aparcamiento.

10.00 Molinos de Agua en Santa Lucía

Los molinos de agua de Santa Lucía, un rincón poco conocido.

En coche se puede ir desde la Venta hasta Santa Lucía. Hay una desviación desde la carretera nacional. Tras subir el carril hay indicaciones hacia los restos de los molinos, de origen islámico. La visita permite ver, además, la iglesia de Santa Lucía, los restos de un antiguo acueducto romano, buenas vistas de la ciudad y una variada flora. En la página turismovejer.es se puede encontrar más información. Como experiencia inolvidable, una parada en la Venta El Toro. Sus huevos fritos con papas reciben muchos besitos de la gente a la que le gusta lo bueno.

11.00 La carne de retinto… y vinito para acompañar

Vejer es una población con una importante producción de carne de raza vacuna. La más conocida es la retinta, un animal que se cría en la zona y una carne de intenso sabor. En el camino de Patría está la sala de despiece de Cárnicas El Alcázar. Cuentan con una tienda en la que venden la carne ya cortada y envasada, además suelen tener también ciervo y jabalí. Muy cerca, en el kilómetro 1,5 de la carretera de Patria, está la bodega Etu que produce tintos, rosado y blanco. Su producción es limitada.

12.00 Parada en la plaza de Los Pescaítos

Plaza Los Pescaítos.

Vamos ya al pueblo propiamente dicho. Para empezar, nada mejor que situarse en la calle Corredera. Desde los balcones se ve media provincia. Hay que dejar que te dé el fresquito. Para recuperarse de la impresión, una visita por la plaza de Los Pescaítos, un recinto con encanto. ¿Apetece una copita?... en la misma plaza de España, el nombre oficial de Los Pescaítos, está La Casa del Vino. Tienen jereces de barril.

13.00 Las obras de Gaspar Sobrino

Interior del Bar Las Delicias, con la decoración de Gaspar Sobrino.

Gaspar Sobrino es un famoso interiorista español que un día se enamoró de Vejer y aquí ha fijado residencia y obras maestras, la mayoría de ellas relacionadas con sitios de bebé y de comé. La ruta por los sitios que ha diseñado comienza en la propia plaza de Los Pescaítos, con Garimba Sur. Atención a su barra hecha con losas hidraúlicas y a su colección de vermús. Muy cerca la obra cumbre del diseñador, el bar Las Delicias, con sus paredes de diez metros de altura cubiertas con palets. Para echar un vistazo también el colmado de Palomita, un antiguo supermercado transformado en sitio de culto a las exquisiteces gastronómicas. A pocos metros el mercado gastronómico de San Francisco.

14.00 ¡Una de ensaladilla!

Las dos de la tarde debería de llamarse hora internacional de la tapa. Toca practicar y un sitio bueno para hacerlo es el mesón de Pepe Julián, en la calle Juan Relinque. Está muy cerca del mercado de San Francisco y es un sitio de esos con sabor a bar antiguo. Recomiendo la ensaladilla de la casa, el atún mechado y un guisito de jabalí en salsa. Si te gusta un tapeo más innovador, justo a lado, 4 Estaciones. Una alternativa más, el bar Central, en la calle Teniente Castrillón.

Después del tapeo conviene pasear un rato. El casco antiguo de Vejer es un sitio perfecto para hacerlo. La ruta es amplia: La iglesia del Divino Salvador, las murallas, el castillo. Calles estrechas, empinadas, un encanto.

16.00 El museo en Las Concepcionistas

Vejer tiene un curioso museo de costumbres y tradiciones que alberga objetos de la vida cotidiana del pasado, con aperos de labranza o muestras de herramientas de oficios antiguos. El edificio que lo alberga, el convento de las Concepcionistas, también merece verse, y las calles del entorno.

17.00 … y un camión

Hora de merendar. Calle Altozano. Pastelería La Exquisita… Con ese nombre vete preparando. En el pueblo lo conocen como lo de Los Galván. A la entrada, un pequeño museo de esta pastelería fundado en la primera mitad del siglo XX. Lo suyo es comerse ¡un camión!... No se asuste. Así le llaman a un portentoso milhojas coronado con media guinda por lo alto. Se acaban pronto, es mejor no entretenerse en la llegada.

18.00 Con ustedes el almuerzo campero

Carnicería y despacho de paco Melero, para llevarse el sabor más intenso de Vejer.

Como despedida del casco antiguo de Vejer hay que visitar a su templo carnívoro, la carnicería de Paco Melero. Está en la calle Juan Relinque y allí se puede encontrar lo que se ha bautizado como ternera de La Janda, cortes procedentes de reses criadas en los pastos cercanos. Para completar la bolsa, un poquito de almuerzo campero, un refrito de diferentes “despojos” del cerdo con su buena manteca colorá.

19.00 Paseo por la playa de El Palmar

Después de tanta intensidad histórica, toca ver atardecer en la playa. La de El Palmar está a pocos kilómetros y es un espacio que aún se mantiene salvaje. Abundan chiringuitos y bares donde se puede uno sentar a ver el mar desde un poquito más lejos.

20.00 Vistas desde lo alto

Molino de Viento.

Finalizamos la tarde subiendo a lo más alto de Vejer. En la calle Miramundo está el molino de Santa Inés. Fue el primero de viento. Ha sido restaurado. A su lado hay un mirador con estupendas vistas. Se puede seguir luego hacia la carretera de Los Militares. Al principio, muy cerca de la pizzería Il Macinino, hay otro llamativo mirador desde el que se ve la costa.

21.00 La tentación de la carne

La cena, la comida más romántica del día. Un sitio perfecto para cenar a dos… o en grupo, lo mismo da, es La Castillería. Situado al final de la carretera de Santa Lucía, es una especie de cabaña gigantesca clavada en medio de la naturaleza. El sitio es elegante y permite probar una de las selecciones de carnes de vacuno más completa de Andalucía. Lo fuerte del local es la parrilla. Si vais varios lo mejor es compartir. El local cierra de octubre a mayo. Como alternativa el restaurante Trafalgar en la plaza de los Pescaítos o La Vera Cruz, en la calle Eduardo Shelly.

Para dormir

Casa del Califa.

El hotel La Casa del Califa, en pleno centro, es un sitio con encanto. Además cuentan con restaurante especializado en cocina árabe.

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