12 propuestas de La Zancada al alcalde por una Cádiz del siglo XXI para andarla
Movilidad sostenible y modelo urbano
La Asociación Gaditana de Peatones Propone limitar el tráfico en el casco histórico a residentes, servicios públicos y transportistas, evitando nuevos aparcamientos de rotación
Para Extramuros plantean supermanzanas y plazas arboladas conectadas a pie o a pedal por bulevares verdes
La peatonalización de Argüelles y la plaza España llevan al Ayuntamiento el Premio Ciudad que Camina 2018
Cádiz/Un casco histórico al que sólo puedan acceder en vehículos motorizados residentes, servicios públicos y transportistas. Con más zonas de carga y descarga en el perímetro desde donde el reparto de mercancías al interior se haga con medios eléctricos o sin motor. Donde la prioridad respecto al aparcamiento sea para sus habitantes, no para el visitante. Al que se pueda llegar cómodamente en transporte público, en bicicleta o a pie.
Una Puertatierra estructurada en supermanzanas con avenidas conectadas por bulevares peatonales arbolados y seguros. Donde las plazas dejen de ser de hormigón para convertirse en frondosos espacios verdes enlazados unos con otros que disfrutar caminando o pedaleando. Con paseos y calles verdes, con parques, jardines y hasta huertas urbanas donde poder descansar y compartir espacio público con los vecinos.
Una ciudad con un transporte público colectivo, tan rápido y eficaz que disuada de elegir el coche privado. Donde los escolares entren y salgan de los colegios de manera segura, llegando y marchándose a su casa de manera autónoma, preferentemente a pie o en bicicleta. Un espacio urbano accesible para todos en el que el peatón, en general, y el de movilidad reducida, en particular, no se vea obligado a un continuo eslalon entre terrazas, veladores y otro tipo de obstáculos. Con suficientes zonas de descanso dotadas de sillas, bancos y papeleras.
Esta es, en resumen, la ciudad proyectada y planificada, que no soñada, que la Asociación Gaditana de Peatones La Zancada reclama al nuevo alcalde, Bruno García. Aunque algunos de esos pasos se dieron ya durante los dos mandatos de José María González, Kichi, con su controvertido superconcejal de Movilidad Urbana, Martín Vila, al pescante de la diligencia. Valgan como ejemplos ya consumados la reciente peatonalización de la Plaza de España, la semipeatonalización del Paseo Marítimo entre la Glorieta Ana Orantes y la calle Caracolas o la más polémica de todas, la de un tramo de Marianista Cubillo. En la Plaza de Candelaria acaban de comenzar las obras después de que se convirtiese en plataforma única uno de los lados del cuadrilátero y la de Avenida de Portugal está todavía a la espera de unos trámites con Aguas de Cádiz.
Además, se aprobó una también muy discutida y enrevesada nueva Ordenanza Reguladora de las Zonas de Estacionamiento Regulado, que pintó de azul, naranja y verde las diferentes áreas de aparcamiento. Y otra, la de ocupación de la vía pública con terrazas por parte de los establecimientos de hostelería, que fue quizá la que generó más duros enfrentamientos. La nueva regulación del taxi tampoco gustó al sector regulado y hubo que esperar a octubre de 2022 para que se adquiriesen seis autobuses híbridos. Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son también de muy reciente implantación. Como la estrategia de entornos escolares seguros.
Claro que no nos olvidamos del carril-bici que inauguró Kichi en 2018, pero hay que recordar que es un proyecto ejecutado por la Junta de Andalucía, en colaboración con el Ayuntamiento, por supuesto, pero planteado antes de que la formación entonces morada llegase a gobernar en San Juan de Dios.
A riesgo de que se nos quede en el tintero alguna otra actuación en movilidad sostenible, entremos ya de lleno en lo que pide al nuevo alcalde La Zancada. El colectivo ha solicitado el compromiso conjunto de Alcaldía y del Área de Desarrollo Urbano Sostenible para el desarrollo de 12 líneas de actuación en la legislatura 2023-2027. Las propuestas se agrupan en cinco bloques temáticos: Casco histórico, Extramuros, Transporte público y aparcamientos, Zonas verdes y entornos escolares, y Accesibilidad. Ahí van:
Casco Histórico
1. Limitar el acceso motorizado al conjunto del Casco Histórico, en aplicación de la normativa de Zonas de Bajas Emisiones, permitiendo solo el acceso, de forma regulada, a residentes, servicios públicos y transportistas. Esta estrategia general debe acompañarse de intervenciones en Arquitecto Acero, Lázaro Dou y tramos pendientes de Avenida 4 de Diciembre, Buenos Aires y Plaza de San Antonio, Beni de Cádiz y Mentidero, entre otros puntos de acceso al Casco Histórico.
2. Ampliar las zonas de carga y descarga en el perímetro del casco histórico e impulsar la distribución de última milla con medios eléctricos o no motorizados.
3. Diseñar un plan de movilidad para los grandes eventos con el que activar, cuantas veces sea necesario, la limitación efectiva del acceso en coche privado a Cádiz intramuros, favoreciendo la movilidad en transporte público, bicicleta y a pie.
Extramuros
4. El modelo de supermanzanas y calles residenciales ideado por Salvador Rueda puede servirnos como marco general de actuación en extramuros para la definición de Zonas de Bajas Emisiones: las barriadas y Zonas con Necesidades de Transformación Social (ZNTS) serían las primeras beneficiadas. La Avenida de Portugal ha de pasar a ser el tramo central de un boulevard semipeatonal que enlace el Paseo Marítimo con la Avenida de la Bahía; y la Plaza de la Curva un espacio verde y peatonal de esparcimiento para su barrio, densamente poblado.
5. Las Avenidas de Andalucía y de la Sanidad Pública pueden ser espacios más permeables para peatones, seguros y habitables. Para conseguirlo es preciso explorar la posibilidad de convertir sus carriles externos en vías 30, eliminar los cajones de parada para autobuses, aumentar el número de pasos peatonales y modificar la distribución de los tiempos semafóricos en favor del peatón. Reformando así la Avenida de Andalucía se ponen además las bases para que el entorno de puertas de tierra gane carácter estancial. Una intervención de este tipo en Avenida de la Sanidad Pública ayudaría a coser el tejido urbano integrando barriadas.
6. Mejora de los itinerarios peatonales transversales a los frentes marítimos, de modo que se favorezca el tránsito a pie desde el interior de la trama urbana hasta los espacios de calidad perimetrales, garantizando el paseo seguro y autónomo de todas las personas.
Transporte público y aparcamientos
7. Hacer del transporte público colectivo el principal modo de movilidad motorizado. Para conseguirlo, proponemos tres líneas de actuación. En primer lugar, privilegiar al transporte público en la red viaria con plataformas reservadas en las carreteras de acceso a Cádiz y en las avenidas, la eliminación de las paradas en cajón y la reprogramación de los semáforos en ciclos más cortos; en este sentido, la línea 1 puede pasar a ser una línea BRT (autobús de tránsito rápido), sistema que combina la calidad del tren-tranvía con la flexibilidad del autobús. En segundo lugar, limitar y desincentivar los desplazamientos en vehículo privado reduciendo la oferta de aparcamiento en destino. Por último, es obligado mejorar el servicio de transporte público en sí mismo, y para ello hay que integrar tarifas, revisar itinerarios, horarios y frecuencias, así como impulsar la mejora de la red ferroviaria de cercanías y la reactivación del proyecto de segunda línea del tranvía.
8. Consolidar una política de aparcamientos que dé prioridad al residente, evitando en cualquier caso la construcción de nuevos aparcamientos de rotación en Cádiz intramuros.
Zonas verdes y entornos escolares.
9. Ampliación de zonas verdes. Las que existen se encuentran aisladas, sin conexión entre sí, conformando un entorno en su mayor parte desnaturalizado, dominado por el hormigón y el asfalto. En consecuencia, gran parte de la ciudadanía vive su día a día alejada del contacto con la naturaleza, ajena a los procesos ecológicos de los que formamos parte. En las actuaciones de recuperación del espacio público se tiende además a hacer plazas duras y paseos hormigonados, carentes de vegetación y suelo de verdad. Es necesario por tanto introducir un cambio radical de los criterios de diseño urbano, no desperdiciando ninguna oportunidad para crear paseos y calles arboladas, parques y jardines, microespacios verdes o incluso huertas urbanas, procurando con el tiempo su conexión a modo de corredores verdes. Los procesos de diseño y creación de espacios verdes deben ser, en cualquier caso, participativos, contando con la ciudadanía de cada barrio; la actual legislatura se presenta como el marco idóneo para desarrollar procesos de participación en relación a los futuros parques del antiguo cementerio y de la estación de trenes.
10. Otra línea de actuación a la que hay que dar continuidad en la presente legislatura es la de asegurar que en el entorno de todos los centros escolares el tráfico sea muy reducido y calmado, y que la red de itinerarios peatonales de acceso a los mismos sea segura e invite a niños y niñas a practicar una movilidad activa y autónoma, a pie y en bicicleta.
Accesibilidad
11. Elaboración de un plan de choque por la accesibilidad para que, al final de la legislatura, se cumpla al 100% la legislación vigente en la materia. Esto implica consolidar una red de itinerarios peatonales accesibles que cuenten con un ancho libre para el paso no inferior a 1.80 metros o con plataformas únicas de uso mixto. En este sentido, es imprescindible conseguir el cumplimiento de la normativa de accesibilidad por parte de las terrazas de hostelería, garantizando que la ocupación del espacio público por usos privativos no comprometan las necesidades de movilidad peatonal y disfrute estancial de la ciudadanía.
12. Otro importante aspecto de la normativa de accesibilidad que se incumple es el relativo al número y las condiciones de las zonas de descanso: el artículo 34 del Decreto andaluz 293/2009 establece con claridad que, a intervalos menores de 50 metros, los itinerarios peatonales han de contar con áreas dotadas de bancos, papeleras y espacio suficiente para las personas usuarias de silla de ruedas. Las áreas de estancia son fundamentales para asegurar la movilidad autónoma de una población cada vez más envejecida.
Somos conscientes de que las líneas de trabajo propuestas se proyectan más allá de una legislatura y plantean retos que aconsejan el compromiso de otros grupos políticos y la participación de los colectivos ciudadanos”, reconocen. “Pero consideramos que es necesario abordar las medidas expuestas de forma decidida y sin dilación, pues son esenciales para la mejora de la calidad de vida de la ciudad en su conjunto y estratégicas para su desarrollo”, concluyen.
¿Qué son las supermanzanas?
El modelo de supermanzanas consiste en “trazar una red en cada ciudad por la que canalizar la mayor parte de la movilidad, dejando el resto del espacio para otras funciones en las que las personas son protagonistas”, explican desde la web de la Red de Ciudades que Caminan. Es un concepto acuñado por Salvador Rueda, ecólogo urbano, actualmente presidente de la Fundación Ecología Urbana y Territorial y creador en 2000 y director hasta 2019 de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, ciudad en la que se están implantando.
“Se trata de de eliminar el tráfico de paso y agitación en el interior de determinados segmentos urbanos delimitados por unos ejes por los que se canaliza el 85% del tráfico urbano, con lo que las calles interiores se quedan casi sin vehículos a motor. En estas calles pueden convivir perfectamente los tráficos peatonal, ciclista y el escaso número de coches de residentes y de abastecimiento urbano que la ciudad necesita”.
“En el caso de Barcelona, el modelo de las supermanzanas haría que la ciudad ganase nada menos que 173 plazas públicas aprovechando las intersecciones de las distintas calles interiores que quedarían dentro del perímetro de cada una”, aseguran desde la misma organización.
“Gracias a esta operación urbana quedaría libre de coches más del 70% del espacio público, afectando únicamente al 15% del tráfico. Dentro de los espacios interiores de las supermanzanas entraría únicamente el tráfico de destino, que no podría superar los 10 kilómetros por hora para hacer posible la coexistencia”. “Es un espacio que se libera para la estancia y la descompresión urbana”, según explicó Salvador Rueda en la sesión inaugural de la Facultad Ágora de la Deputación de Pontevedra en 2021, que contó con el apoyo logístico de la Red de Ciudades que Caminan.
“Es un espacio que nos sirve para desplazarnos a pie o en bici, pero también para el entretenimiento, el ocio, la fiesta, el deporte, la estancia, la cultura, el arte, el intercambio económico, ya que es un derecho democrático”, sostiene el ecólogo urbano.
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