Más de 8.000 cruceristas llegaron este miércoles a Cádiz a bordo de cuatro cruceros

El AidaViva coincide hoy con el Silver Moon, el Nieuw Statandam y el Queen Anne

Aún faltan por llegar diez cruceros en los diez días que quedan de noviembre

El puerto de Cádiz estrena noviembre con cinco cruceros en dos días

1.617 euros costará viajar en el crucero Queen Anne

Tres de los cuatro cruceros que visitaban este miércoles el puerto de Cádiz
Tres de los cuatro cruceros que visitaban este miércoles el puerto de Cádiz / D.C.

Cádiz/Mientras que aún permanecen en Marruecos los componentes de la misión comercial de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) que han vuelto a cruzar el Estrecho en busca de negocios para el puerto y para la Bahía, la vida en la dársena comercial gaditana seguía rodando.

El Muelle amanecía este miércoles con cuatro grandes cruceros que dejaban al puerto de la capital casi sin espacio, ya que, en esta ocasión, los cuatro fueron ubicados por el área de Operaciones Portuarias en la dársena más cercana al Paseo de Canalejas, en vez de utilizar la extensión del Marqués de Comillas utilizada por los buques de Armas Trasmediterránea o la nueva terminal de contenedores, que sigue aún en vía muerta.

Menos uno de ellos, el Silver Moon, el resto, el AidaViva, el Nieuw Statendam y el Queen Anne llegaban con un pasaje superior a las dos mil personas, por lo que, de manera inevitable, la ciudad vivía este miércoles el ambiente habitual que se vive durante la visita de tanto turista de manera simultánea ya que se ha dado la casual circunstancia de que los cuatro atravesaron "a la vez" la bocana del puerto de Cádiz, a las ocho de la mañana.

Son finalmente un total de 7.939 personas, entre turistas y tripulantes, las que han llegado este muiércoles a bordo de estos cuatro buques turísticos.

El AidaViva llegaba, al igual que el resto, a las ocho de la mañana procedente de Gibraltar y permanecerá en el puerto de Cádiz hasta las cinco de la tarde, hora en la que pondrá rumbo a Lisboa.

Este buque de la saga de la compañía Aida Cruises, perteneciente a la empresa matriz  matriz Carnival Corporation & plc, que quedó atracado en el Muelle Ciudad, trae a bordo a un total de 2.083 personas, la mayoría de nacionalidad alemana, como es lo habitual en los navíos de la flota de esta compañía de origen germano.

El estiloso y súper lujoso Silver Moon, gemelo de Silver Muse, es un barco que ha cosechado un gran éxito, y abrió, en su momento, la puerta a una nueva era para la naviera Silversea. Con su arqueo de 40.700 toneladas y capacidad para 596 pasajeros, Silver Moon se enmarca en la tradición de barcos pequeños e íntimos con alojamiento en espaciosas suites, tan característico de la experiencia de Silversea. Además, Silver Moon incluye el recién estrenado programa Sea And Land Taste (S.A.L.T.), un concepto culinario de inmersión que permite a los pasajeros sumergirse a fondo en determinados destinos mediante experiencias gastronómicas.

Este buque llegó también a las ocho de la mañana procedente de Málaga y, al igual que el anterior tiene como próximo puerto de escala Lisboa. Pero hay una gran diferencia, ya que el Silver Moon hará noche en Cádiz, de manera que permancerá amarrado al puerto gaditano hasta la una de la tarde de este jueves, 21 de noviembre. Este barco turístico, que llegó consignado por Marítima del Mediterráneo S.A. (Marmedsa) sólo viaja con 596 personas a bordo.

Esta tendencia, tal y como quedó asentado en  la décimo cuarta edición del International Cruise Summit (ICS), celebrada durante los días 12 y 13 de noviembre en Madrid que se da cada vez con más frecuencia entre navieras de lujo pero también entre las premium aporta importantes beneficios para todos los implicados. Por una parte, el pasajero puede disfrutar de la ciudad más tiempo, con una perspectiva totalmente distinta, y muy posiblemente, sin aglomeraciones.

Para la ciudad, supone un importante aumento del impacto económico al sumar más gastos en el comercio local, restaurantes, ocio nocturno, etcétera. Finalmente, la naviera se beneficia de un menor consumo de combustible y por tanto de emisiones, y una mayor venta de excursiones, aunque por otra parte se incrementan, por supuesto, las tasas portuarias algo que autoridades portuarias como la de Cádiz intentan suavizar con bonificaciones para hacer aún más atractivo el destino Cádiz.

En tercer lugar, este 20 de noviembre, el puerto de Cádiz recibía al MS Nieuw Statendam.

Este buque es un crucero de la clase Pinnacle, operado por Holland America Line (HAL), filial de Carnival Corporation & plc. Su nombre, Nieuw Statendam, alude a los cinco barcos anteriores de la flota de HAL llamados Statendam.

Es el segundo de los tres barcos de la clase Pinnacle construidos por el astillero italiano Fincantieri después del Koningsdam y antes del Rotterdam. Dos años después de que se cortara el primer acero en julio de 2016 para comenzar la construcción, se entregó a HAL en noviembre de 2018 y comenzó a operar el mes siguiente.

Este buque de la lujosas Holland America Line (HAL) llegó al puerto de Cádiz procedente de Málaga, al igual que el anterior y tiene previsto poner rumbo a Ponta Delgada, la capital del archipiélago portugués de las Azores.

Este barco turístico, que quedó atracado en el Marqués de Comilla, en la dársena comercial del Muelle, llegó con un total de 2.504 pasajeros y pasajeras a bordo, la mayoría de ellos de naciondad norteamericana.

Chimenea del crucero de lujo Queen Anne
Chimenea del crucero de lujo Queen Anne / D.C.

El cuarto de los cruceros que permanecían este miércoles en la capital es, de nuevo, el Queen Anne, que, con sus 323 metros de eslora, fue ubicado, como viene siendo lo habitual en sus últimas visitas en el Muelle Alfonso XIII.

El Queen Anne es ya el barco número 249 que navega bajo la bandera de Cunard y esta será la primera vez desde 1999 en la que la compañía tendrá cuatro barcos en navegación.

En esta ocasión ha llegado a la ciudad con 2756 pasajeros (20 menos que en su última visita) y pasajeras a bordo, la gran mayoría de ellos y ellas de nacionalidad británica, como suele ser lo habitual en este navío de fama internacional que viaja por el mundo entero luciendo su casco oscuro.

El buque llega capitaneado por una mujer al igual que ocurría en días pasados con el Explora II, Inger Klein Thorhauge. Inger nació y creció en las Islas Feroe. Ya trabajó para Cunard hace 25 años y uno de sus principales objetivos, además del bienestar de los huéspedes y la tripulación, es "centrarse en asegurarse de que cada barco en el que viaja sea lo más "verde" posible, utilizando medidas de ahorro de agua y reciclaje", según indica ella misma en la web de la naviera Cunard.

Inicialmente se especulaba si el nombre del barco continuaría con la práctica de Cunard de nombrarlos en honor a reinas o volvería a su convención de nomenclatura del siglo XX de nombrar sus barcos en honor a provincias romanas, como los barcos anteriores de Cunard RMS Aquitania y RMS Mauretania. En febrero de 2022, Cunard anunció que el barco se llamaría Queen Anne (en honor a Ana de Gran Bretaña, Reina desde 1702-1714). El viaje inaugural del barco se realizó el 3 de mayo de 2024 con un crucero hacia Lisboa, Portugal.

El Queen Anne llegó, al igual que los otros tres buques turísticos que coincidieron este miércoles en el Muelle capitalino, a las ocho de la mañana procedente de Southampton y el plan inicial era permanecer aquí amarrado hasta las cinco de la tarde, hora en la que la capitana Inger Klein Thorhauge pondrá rumbo a Cartagena. Este buque turístico llegó consignado por la compañía Cadiship, una de las que acumulan más experiencia dentro de la comunidad portuaria gaditana.

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