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Tras el segundo puente, la gran, y larga, obra que el Ministerio de Fomento tiene en marcha en la provincia es el desdoblamiento de la vía férrea entre Sevilla y Cádiz para introducir la alta velocidad. En principio, la ejecución podría salvarse del tijeretazo pero lo cierto es que ya acumula retrasos en su última fase que dificultan su puesta en servicio también para el Bicentenario. El AVE a Cádiz está sobre la mesa desde 1992, cuando llegó a Sevilla con motivo de la Expo. De los 158 kilómetros totales, al menos ochenta tienen doble vía y de los 78 restantes, la mayoría están comprendidos entre Jerez y Sevilla, donde además quedan por construir tres estaciones: las del aeropuerto, Lebrija y Las Cabezas.
Otro proyecto ferroviario, dilatado sobre el papel durante años, es el ramal de conexión con el Bajo de la Cabezuela, lo que significa volver a llevar el tren al puerto (ya estuvo con la inutilizada, aunque aún existente, vía de Cádiz). La obra se desbloqueó en julio de 2009 y el horizonte también era 2012; pero en este caso parece absolutamente inalcanzable tanto por el recorte como, además, por las dificultades financieras que ha sufrido una de las sociedades de la UTE adjudicataria de la redacción del proyecto de obra. Otros 4,65 kilómetros de vía férrea en el aire y un enlace clave para el futuro parque de Las Aletas. Además, Fomento ejecuta la renovación de la vía férrea Algeciras-Bobadilla, una obra de alto presupuesto y vital importancia para el Campo de Gibraltar.
En el plano de carreteras, las deudas de Fomento con la provincia son de sobra conocidas: el desdoblamiento de la A-4 entre Jerez y Sevilla, de la N-340 entre Vejer y Algeciras o del cruce de Tres Caminos.
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