Adif vende por 10 millones un solar para oficinas en un mercado saturado

La empresa pública Adif, que gestiona en Cádiz todos los terrenos ferroviarios, necesita hacer caja con urgencia para intentar rebajar algo su abultada deuda. Para ello ha puesto en marcha un plan para enajenar varios cientos de propiedades que no tienen hoy valor alguno para el desarrollo de su negocio.

En Cádiz capital apenas cuenta ya con poco más de media decena de viviendas, en su antigua promoción de la Muralla de San Roque, que mientras estén en régimen de alquiler no se va a proceder a la venta. Otra cuestión es todo el suelo de su propiedad que se incluye dentro del denominado Plan Plaza de Sevilla. Aquí sí tiene parcelas para vender pero, a la vez, tiene una serie de obligaciones, conveniadas en su día con el Ayuntamiento, que le obligan a sacar una serie de operaciones para poner en marcha, de una vez por todas, todo lo previsto en este ambicioso plan urbanístico. Y para ello necesita dinero.

Por lo pronto ha sacado al mercado dos de las pastillas que dan a la avenida de Astilleros. Una, la más pequeña y cercana a la rotonda del cuartel de Bomberos, dispone de 546 metros cuadrados y una edificabilidad que supera los 700 y según el Plan allí se levantará una gasolinera. Adif ha cifrado el precio mínimo de licitación en 726.000 euros. En el pliego de condiciones la empresa pública deja claro que tanto en este caso como en el segundo no aceptará una cantidad inferior a la fijada por ellos. A priori, es de suponer que no será excesivamente complicado poner en el mercado un solar para una gasolinera habida cuenta del reducido número de ellas que hay en la ciudad.

Sin embargo, el mayor problema lo va a tener Adif a la hora de vender el segundo de los solares. Éste cuenta con una superficie de 3.348 metros cuadrados y una edificabilidad de 23.804 metros cuadrados y por el mismo el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias pretende embolsarse un mínimo de 10.860.000 euros.

Además de la propia situación económica que soporta Cádiz, como el conjunto del país, que dificulta cualquier operación inmobiliaria, y más del calado económico de esta, hay un problema añadido para sacar adelante esta operación: la parcela va destinada a usos terciarios. Es decir, el uso de la planta baja se limita al comercial mientras que las siete plantas más ático que se le permiten al edificio (con una altura máxima de 32 metros) serán para oficinas. En su día el intento por levantar edificios para viviendas de renta libre fue imposible de sacar adelante por la negativa de la Junta.

Ahora, Adif saca a concurso más de 23.000 metros cuadrados de suelo terciario en una ciudad que ya dispone de una oferta excesiva para oficinas. La crisis no anima a una demanda tan específica hasta el punto que a lo largo de la ciudad hay varios edificios de oficinas parcialmente vacíos. Incluso la Zona Franca salvó la puesta en marcha del estadio Carranza al alquilar las dependencias a varias administraciones públicas. Hace años, en tiempos más boyantes, el Ministerio de Defensa logró cambiar el uso a residencial de un edificio para oficinas en Varela que no logró vender. En todo caso, si el 18 de junio, cuando se cierra la admisión de oferta, Adif cuenta con candidatos para hacerse con este terreno, podrá obtener fondos que deberían de destinarse a la construcción de un aparcamiento subterráneo, para 274, que el Plan incluye en el lateral de la terminal de 1905 y el acceso a la actual estación.