El paso de Afligidos recupera su esplendor en la iglesia de La Pastora
Los restauradores de la empresa Ars Nova trabajan desde junio en el interior del templo de la calle Sagasta, donde están interviniendo cada una de las 97 piezas que componen las andas realizadas en 1939
A una empresa de gran calado como es la restauración de uno de los bienes patrimoniales más importantes de la Semana Santa gaditana solo le faltaba un escenario inédito y sorprendente para hacer la intervención de lo más destacada. Y eso es precisamente lo que está ocurriendo a diario en el interior de la iglesia de La Pastora. El templo de la calle Sagasta ha sido el lugar escogido por la cofradía de Afligidos para acometer la restauración integral de su paso, el más antiguo de los que procesionan en la ciudad después de la urna del Cristo yacente.
El proceso de restauración del paso que concibiera Antonio Castillo Lastrucci en el año 1939 está marcado por una serie de particularidades relacionadas con la catalogación de Bien de Interés Cultural que tiene y que impide a la hermandad cumplir unos requisitos y contar con el beneplácito de la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía para poder llevarlo a cabo. Y esto ha hecho que los trabajos se lleven a cabo en La Pastora, contando para ello con la autorización del párroco y del Obispado de Cádiz.
Actualmente, la única nave de La Pastora está ocupada por todas y cada una de las piezas que componen el paso y que fueron desmontadas al inicio de los trabajos. Concretamente, el hermano mayor de la cofradía, Ramón Velázquez, señala que son 97 los elementos diferenciados que componen las andas (entre respiraderos, canasto, candelabros, esquinas...). Un auténtico taller improvisado en una de las joyas del barroco gaditano, que se encuentra cerrada al culto desde el año 2008 por su mal estado de conservación.
La empresa Ars Nova está siendo la encargada de restaurar las piezas del paso de misterio. Los restauradores, Fabián Pérez y Jesús Guerrero, llevaron a cabo recientemente la restauración de los retablos de la capilla de Servitas y ahora se encargan de devolver la brillantez al altar móvil de la cofradía de Afligidos. "Porque en realidad lo ves aquí desmontado y es exactamente igual que un retablo, solo que está concebido para salir a la calle", comenta Jesús Guerrero mientras trabaja con diferentes piezas.
Lo primero que se ha hecho, después de desmontar el paso, ha sido analizar cada pieza y consolidar los soportes y la madera, que después de más de 70 años sigue presentado un más que aceptable estado de conservación. Ahora, la siguiente fase consistirá en la limpieza y la recuperación del dorado y la policromía en aquellas zonas en que sea necesario. También se ha decidido sustituir la tornillería original por otra nueva en mejor estado.
Paralelamente, se está trabajando también en la restauración de la parihuela del paso, igualmente ejecutada en 1939 -originalmente con trabajaderas que hubo que sustituir por palos transversales- y que los técnicos califican como una verdadera obra de ingeniería de la madera, por su buena ejecución. "Es casi mejor que la talla", comenta Guerrero. En este caso, se han eliminado las diferentes capas de pintura que se han dado a lo largo de estos más de setenta años para aplicar ahora un tratamiento de protección de la madera.
Jesús Guerrero destaca varios aspectos relacionados con el paso de Afligidos. En primer lugar, el contraste entre canasto y respiraderos con respecto a los candelabros (que se incorporaron al paso diez años después y que son propios de la zona oriental de Andalucía, frente al sevillanismo que marca la talla del paso). También es destacable las cartelas, en las que Castillo Lastrucci plasmó misterios que realizó después, "como el de la Presentación al Pueblo de Sevilla, que se ve aquí claramente", indica el restaurador. Estas cartelas están realizadas con una técnica de fundición que no ha podido concretarse aún.
Los trabajos superan ya el 50% de su ejecución y a lo largo del mes de septiembre habrá finalizado el proceso de intervención (que se inició en junio). Ramón Velázquez destaca al respecto que al fin se haya podido afrontar "una asignatura pendiente de la cofradía que era muy difícil llevarla a cabo". Comenta el hermano mayor que se han dado varios factores para acometer esta restauración, como han sido la disposición de la empresa Ars Nova, el "gran empuje de los hermanos, que se han volcado con la idea y han respondido a la llamada que hicimos", y la Iglesia por ceder esta joya del barroco donde está recuperando su esplendor otra joya de la Semana Santa.
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