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La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cádiz ha aprobado en la mañana de este viernes la realización de obras de emergencia por parte de Aguas de Cádiz -que ya están en marcha- en el colector de aguas pluviales de la playa de Santa María del Mar "como solución temporal" a este problema que viene de largo, según ha anunciado el alcalde Bruno García. Las obras de urgencia se acometen porque los últimos temporales han provocado la rotura del tubo.
El primer edil avanzó que "Aguas de Cádiz está trabajando en las obras definitivas". Asimismo destacó que el Ayuntamiento "defenderá sus intereses, los de la ciudad y los de Aguas de Cádiz" para seguir reclamando a la Junta de Andalucía su responsabilidad en la obra, administración con la que mantiene un contencioso sobre este asunto que se encuentra en los juzgados.
Desde el Ayuntamiento de Cádiz ya se efectuaron algunos trabajos meses atrás pero la situación actual es peor que la de junio pasado ya que el perfil de la playa ha retrocedido aún más, de manera que el colector ha quedado expuesto a mareas y temporales. De hecho, numerosos bloques de protección han sido desplazados quedando incluso un tramo totalmente al descubierto.
Cabe recordar que en 2002 Aguas de Cádiz, empresa municipal, acordó iniciar acciones legales en vías de resolver la situación de grave deterioro de este emisario de aguas pluviales de Santa María del Mar. Anunció que realizaría cuantas acciones fueran necesarias por vía administrativa y judicial para exigir responsabilidad a la Junta de Andalucía y a todos los agentes que participaron en el diseño, proyección y ejecución de un proyecto mal planteado y mal ejecutado desde un principio, según entiende la empresa municipal.
En estas últimas fechas el tramo de la playa donde está el aliviadero lucía un lamentable deterioro, con una imagen de destrozo de esta infraestructura construida hace apenas 15 años. El abandono es tal que era claramente visible la tubería del aliviadero. Esto supone un riesgo, pues ya no tiene la protección que antes le daba la capa de hormigón, por lo que se podría quebrarse y provocar la salida de las aguas pluviales que van por su interior camino de alta mar.
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