Alonso Martínez talló el Cristo de la Buena Muerte, según Sánchez Peña

El restaurador gaditano José Miguel Sánchez Peña insistió anoche en que la autoría, hasta ahora desconocida, del Cristo de la Buena Muerte es de Alonso Martínez, un nombre que él mismo ha referido en anteriores ocasiones y que ayer reafirmó en el transcurso de la conferencia inaugural de un curso de historia en Jerez.

La atribución a Alonso Martínez la apoya ahora Sánchez Peña en las comparaciones que ha hecho entre varias obras de este imaginero y el crucificado de Cádiz, y también con obras de José de Arce. "Es una figura -expone- que rompe con todo lo que había entonces y sigue muy de cerca lo que hace Arce". Sánchez recordó que la firma en la escultura es "algo extraño, ya que hay muy pocas firmadas. Normalmente se sabe por un documento o inscripción que va en su interior, pero no es generalizado. Y en este caso, no debe haber nada dentro porque la obra es maciza, no está hueca, algo que conocimos por un estudio radiográfico que le hicimos". En este punto, conviene recordar que el Crucificado de San Agustín es una obra que Sánchez conoce en profundidad, ya que la ha intervenido en dos ocasiones para restaurarla y conservarla, en los años 1987 y 2010.

Lo que sí se sabe es que la obra fue encargada por un agustino para San Agustín en 1648 para presidir su sepultura y por la que pagó 300 ducados, "una cifra muy alta para la época". En esa fecha está trabajando Alonso Martínez en el retablo mayor, José de Arce y Jacinto Pimentel, "así que no es nada trasnochado pensar que este padre agustino le encargue el Cristo a uno de los que está allí". El investigador recordó también el hallazgo de un documento que certifica que en la fecha que está Arce en la Cartuja, estaba Alonso Martínez en Jerez trabajando también, "lo que implica que está viendo lo que hace José de Arce en la ciudad".

"Ha habido muchas atribuciones por parte de expertos que luego se retractaban, pero yo ya me he dado cuenta de que la mano es la de este escultor", subrayaba Sánchez Peña en relación a Alonso Martínez, después de que esta imagen se haya atribuido a imagineros como Martínez Montañés o Alonso Cano. Sánchez Peña apuntó que si algún día se encontrase el documento que certifica esta autoría, "sería un campanazo porque es una pieza tan extraordinaria que trae de cabeza a todos los investigadores, que se quedaban delante del cristo, parados, sin saber hacia dónde tirar. Creo que hoy tenemos una base seria y firme para hacer una atribución", afirmó. Además, hizo referencia también a una imagen de San Juan Evangelista de un convento de clausura de Sevilla, escultura en la que ve también clara la mano de Alonso Martínez.