Apocalipsis 2012

"¿Cómo podrían los gobiernos de nuestro planeta preparar a seis billones de personas para el fin del mundo? No podrían".

Ahora resulta que el nuevo anuncio del fin del mundo va a llegar en el año 2012, el año en el que Cádiz va a celebrar el Bicentenario de la Constitución. O por lo menos eso aparece en la película de Roland Emmerich 2012: Doomsday (2012: El día del juicio final) que se estrenará en los cines a lo largo de este año.

Este director ya ha hecho otras películas apocalípticas como Independence Day o El día después de mañana, en la que los desastres están a la orden del día. En esta ocasión se basa en las predicciones del calendario maya, que fechan el 21 de diciembre de 2012 el fin del mundo.

El consuelo es que todos los actos se van a poder celebrar, ya que hasta el final de año no se va a producir el desastre natural que ya se puede ver en el trailer que circula por internet y que ya se ha visto en algunas salas de cine.

Siempre se había dicho que parecía que después de 2012 no habría nada, pero nunca se pensaba que iba a ser tan radical la cosa. A algún político le va a venir de perlas que la predicción se cumpla, porque nadie se va a acordar de las obras inacabadas.

En el enigmático trailer se preguntan si los gobiernos serán capaces de preparar a seis billones de personas. Como tengan los mismos problemas que las administraciones para el Bicentenario, el fin del mundo está asegurado.

Para más coincidencias con la capital gaditana, en el trailer se puede ver el deshielo del Himalaya y una inmensa ola de agua, en plan maremoto caletero, cubriendo la tierra. Tanto esfuerzo para rehabilitar el castillo de San Sebastián y al final se va a quedar como La Atlántida, bajo el agua.

¿Y Granada? Esta ciudad quiere celebrar en 2013 el milenio de la Fundación del reino de Granada, pero en la película 2012: Doomsday la cosa está un poco complicada.

¿Y la Aduana? Después de la que se ha formado y ahora resulta que la van a tirar.

Si esta película se hubiera estrenado un poco antes, la de cuplés que se hubiera llevado en el Teatro Falla.