La avenida de Portugal, desencantada y sorprendida sin su proyecto de peatonalización
Urbanismo
El vecindario y una gran mayoría de comerciantes lamentan la decisión del nuevo gobierno municipal de poner fin a un proyecto de mejora que ya estaba aprobado
Anulado el plan para peatonalizar la Avenida de Portugal
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La avenida de Portugal aspiraba a mucho más. A convertirse en una calle amable -porque de avenida tiene poco-, con aceras dignas, sin desniveles y alcorques en sus estrechos espacios; sin losas levantadas, sin ese tráfico endiablado que la atraviesa para alcanzar el verde del semáforo. Vivió de cerca el sueño, lo rozó con un proyecto por fin aprobado y presentado que llevaba años gestándose y que la transformaría en una vía más moderna y mejor.
Pero la lentitud en tomar el pulso al proyecto por parte del anterior equipo de gobierno y el carpetazo del que acaba de aterrizar, que ha anunciado que no se hará por ser una calle vital para el tráfico de la ciudad, le devuelve a su cruda realidad. La de una vía en la que ni sus propios vecinos pueden transitar por el pésimo estado de la calle, en una hazaña que ya se vuelve pesadilla para todas las personas de movilidad reducida o las familias con los carritos de bebés.
Y así lo expresan la mayoría de sus vecinos y gran parte de sus comerciantes, pues también los hay -aunque muchos menos- que prefieren la calle tal cual, pese a incidir en que la vía necesita mejoras. Y bastantes.
Porque la calle es una carrera de obstáculos, según explica José, un vecino de la calle que se muestra totalmente desencantado con el anuncio. "Es una calle estrecha con banda de aparcamiento y soporta un tráfico muy importante. Si se peatonalizara sería más calmada, se podría pasear, hay que apartarse siempre, parar cuando hay gente caminando en los dos sentidos o carretillas de los cargas y descargas, hay contenedores metidos en la acera... ni hablar de la gente que va en silla de ruedas".
Además, añade José, "desde que se abrió la avenida de la Constitución hay paso directo al puente, no es necesaria esta calle que no está preparada para este tráfico. Y si me apuras, se puede hacer semipeatonal con entrada a garajes y una sola vía que puede converger en la calle de en medio para que solo pase el residente", reflexiona. "También le venía bien al comercio porque es un mito que la peatonalización acaba con el comercio, es lo contrario, de hecho aquí cierran muchos".
Justo es en el comercio de la zona donde aparecen un par de voces a favor de su estado actual. La de Miguel Vázquez, de azulejos Miguel Vázquez, que prefiere "que se quede como está, la veo muy corta para pasear y quitaría tránsito de coches para carga y descarga", afirma. Solo le convencería si fuera semipeatonal, que es como estaba prevista, "pero con carga y descarga".
El otro comerciante que apuesta por dejarla igual es el fotógrafo José Butrón, aunque no por la carga y descarga, sino porque es una calle por la que pasan muchos coches y atrae a gente. "Sí que quitaría algún carga y descarga, que hay muchos, para que haya más aparcamiento, aparte hay algunos que no están bien señalizados y siempre ponen multas, es un falso reclamo de aparcamiento". Considera asimismo que la avenida de Portugal es importante para la comunicación transversal de coches, por lo que no encuentra argumentos para que la calle sea peatonal, "creo que pasa más gente así".
Argumentos que desplazan el resto de comerciantes y vecinos. Como Manu de la Alimentación y Barraca Piraña: "Yo prefiero que sea peatonal, evidentemente a la hora de comprar nos favorece, la gente pasearía y se detendría más y entrarían", al igual que Gonzalo, del Bar Manila 1969, cuya mini terraza está arrinconada entre un aparcamiento y la esquina de la calle con García Carrera. "A mi negocio le vendría mejor la peatonalización, pondría unas mesitas en condiciones y la calle sería más atractiva para el paseo".
Justo enfrente, Jorge, de la tienda de modas Mar de Plata y con 38 años aquí asentado, se muestra muy contrariado por esta nueva decisión. "Esta calle tiene mucho tráfico y no viene nadie, y si fuera peatonal vendría toda la gente de la avenida principal. Es una gran desconocida para mucha gente, e incluso los turistas la ven estrecha y no la pasean". Si hubiera equipamientos, árboles, bancos, "la gente vendría, habría más vida. Y el carga y descarga no es problema, estaría en un calle cercana y ya está, como ocurrió con el Paseo Marítimo, y mira qué bien están".
Y así lo corrobora Bruce, de la academia de inglés Caledonian, que confiesa que estaba contento con el proyecto, "me parecía que le podría hacer mucho bien a la calle", si la gente la paseara. Yo vivo en San Fernando y antes no paseaba por la calle Real y ahora que es peatonal lo hago todos los días, porque invita a ello. Aquí ocurriría lo mismo y me gustaba la idea", afirma. Aunque por poner un pero comenta "que estar de obra mucho tiempo no nos vendría bien".
Una calle intransitable e insegura
David de PC Box se muestra desencantando con la noticia y muy contundente. "Me parece mal, era un proyecto bueno, aprobado y aceptado. Las aceras no cumplen las normas, son ilegales, son intransitables para todos, imagina para las personas con discapacidad que van en silla de ruedas".
Un argumento que defiende con conocimiento de causa Esther, mientras toma un aperitivo en la terraza del Centro Cántabro, "lo suyo es peatonalizar porque tanto la calle como todo el entorno para minusválidos está fatal, el barrio está fatal. Las aceras están en cuesta, la gente que está torpe caminando lo pasa mal, y ni te cuento si tienes que llevar a alguien en silla de ruedas como es mi caso, es imposible".
También conoce a fondo el tema Manuel, que es un vecino del barrio de Santa María que lleva 48 años viviendo en la avenida de Portugal, 32. "La acera es tercermundista, hay que salir fuera para dejar paso si alguien viene por ejemplo con paraguas, claramente necesita ser peatonal". Y esto por no hablar "de que están inclinadas que se lo hace pasar mal a todos los que van con carritos".
Los vecinos también ponen el foco en los peligros del tráfico, "pues la gente pasa a una velocidad muy elevada. Es el semáforo el que rige la velocidad, que por otra parte no se cumple", comenta David, de la tienda de informática. Así que Manuel propone que si se queda así que al menos pongan badenes, "porque un día va a pasar una desgracia".
Apuntan del mismo modo que es una vía de paso y muy transitada por escolares y estudiantes de la ciudad, pues hay institutos y colegios muy cerca.
Pero ya se sabe, dice Esther, "aquí quitar aparcamiento es quitar votos", mientras que David añade que "es un robo, imagino que lo harán zona azul para coger dinero. Es como todo, se cambia el gobierno y adiós a los buenos proyectos del anterior".
Colectivo Ciudadano Avenida Portugal: "Estoy en shock, no lo esperábamos"
José Manuel Álvarez, del colectivo ciudadano Avenida de Portugal, está masticando la noticia. "Estoy en shock, no me lo esperaba, ni yo, ni el grupo de vecinos del colectivo, pues esto empezó hace 6 años y ya estaba aprobado".
Precisamente, narra Álvarez que "hace unos día tuvimos reunión y vimos conveniente pedir una entrevista al concejal de urbanismo que justo solicitamos ayer para retomar el proyecto, que está súper desarrollado y aprobado y consensuado con nosotros después de tanto años". Asegura que nadie se ha puesto en contacto con ellos, "no nos han llamado desde el Ayuntamiento, que por otra parte jamás se mostraron en desacuerdo con el proyecto, y esto era una iniciativa vecinal".
Ahora, la nueva decisión "demuestra que se mira al coche y no al peatón y la accesibilidad, solo se está considerando al tráfico, y eso que ya se abrió la nueva avenida para ello".
También quiere dejar claro que "no se trata de un proyecto básicamente de peatonalización, sino de una obra de canalización de aguas de Cádiz, que es fundamental. Y queríamos que quedara bonito y accesible a la ciudadanía, poniendo por delante las necesidades del peatón, pero no ha sido así", lamenta.
Una involución en movilidad urbana de una vía importante, añaden, sorprendidos, enfadados, y hasta resignados algunos.
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