Ayuntamiento de Cádiz y Policía Local acercan posturas
Las partes reconocen estar en la senda para alcanzar un acuerdo que se pretende para el primer trimestre de este año
Desde la llegada de José María González Kichi a la Alcaldía de Cádiz en 2015 las relaciones con la Policía Local no han sido precisamente fluidas ni positivas; pero la situación ha dado un sorprendente giro de 180 grados y en la actualidad Ayuntamiento y este cuerpo de funcionarios han acercado sus posturas, que caminan incluso a un posible acuerdo que estaría cercano en el tiempo.
Así lo confirman fuentes consultadas, que incluso ponen plazo a ese acuerdo que ponga bandera blanca en la gestión de la Policía Local. El primer trimestre del año; ese es el plazo que se da el equipo de gobierno para alcanzar el acuerdo definitivo con este cuerpo de seguridad, cuyas conversaciones hace meses que se retomaron “en un ambiente cordial que está generando un espacio de confianza que esperemos cristalice en un acuerdo ventajoso para los diferentes colectivos de la Policía, para el Ayuntamiento y para el pueblo de Cádiz”.
No en vano, la buena sintonía con la Policía es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento del servicio y, de modo especial, la prestación de determinadas acciones o programas específicos que en los últimos años se habían perdido fruto precisamente de ese enfrentamiento con el gobierno local. Es el caso del servicio de vigilancia en las playas, de la patrulla de barrio o de la acción centrada en la violencia de género.
Evidencia palpable de este acercamiento ha sido esta pasada Navidad la decisión de la Policía Local de cubrir tres frentes importantes que amenazaban con no tener control o suspenderse. La cobertura que necesitaba la carrera San Silvestre (que provocó una polémica entre el club deportivo que la organiza y el concejal de Deportes, que señaló directamente a la Policía Local como culpable del futuro de la carrera), la necesaria también para la Cabalgata de Reyes (con el enorme dispositivo que supone cortar al tráfico prácticamente toda la Avenida principal, la Cuesta de las Calesas y la Plaza de Sevilla) y la actuación policial después de que se vieran esas imágenes de la principal vía comercial de la ciudad plagada de vendedores ambulantes han supuesto todo un gesto de disposición al diálogo y voluntad de acuerdo.
Finalizadas las fiestas, ambas partes deben retomar ahora las conversaciones, que se venían produciendo una vez a la semana (los jueves, en concreto) y terminar de cerrar los artículos aún no acordados de esa renovación del acuerdo regulador de los funcionarios municipales que perdió su vigencia en junio de 2010 y cuya redacción se remonta a 2007.
El acuerdo entre el Ayuntamiento y la Policía Local, que llevará consigo la plena normalización del servicio, se da por hecho en los dos extremos de la mesa. De hecho, no se ha hecho ya realidad porque las conversaciones tuvieron que quedar interrumpida en la recta final del pasado año para afrontar por parte municipal los procesos de estabilización de interinos tras el cambio de legislación a nivel nacional.
La capacidad de negociación de esos últimos flecos serán, pues, fundamentales para que la Policía Local vuelva a las playas, a los grandes eventos y a los servicios especializados, dejando atrás las protestas en San Juan de Dios y algunas que otras imágenes y acusaciones que han marcado una difícil relación en estos últimos años.
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