Visto y Oído
Broncano
Una plaza de la Catedral con agrupaciones cantando en una escalinata por la que baja la Custodia de plata. Papelillos en el suelo entremezclado con romero. La Bruja Piti asomada a un balcón consistorial envuelto en colgaduras. Las imágenes son tan inverosímiles, que el planteamiento que ha hecho el Ayuntamiento para el Carnaval de 2022 haciendo coincidir el segundo domingo de esta fiesta con la celebración del Corpus Christi se antoja algo del todo inviable.
La propuesta municipal sí ha tenido en cuenta, aunque tan solo con dos semanas de diferencia, a la Semana Santa. Pero ha olvidado por completo el calendario de fiestas religiosas que hay detrás. Y la fatalidad ha llevado a que la culminación del Carnaval propuesto para el próximo año, el 19 de junio, coincida con el día de Corpus, en cuya organización participa activamente el Ayuntamiento.
A tenor de este despropósito, dos se antojan como posibles soluciones. O bien el Consistorio rectifica su anuncio y rehace el calendario, o bien el Obispado se verá obligado a suspender o aplazar la fiesta del Corpus; o al menos, su procesión por las calles, ya que ese domingo no parece que se vayan a dar las condiciones propias para que la Custodia y la Patrona, el cortejo de personas, los altares que se instalan en el recorrido, o las sillas que se colocan en Nueva y San Juan de Dios puedan presentarse como cualquier año.
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