Cádiz

El Ayuntamiento de Cádiz busca soluciones para volver a baldear unas calles cada vez más sucias

Evidencia de suciedad en la zona de los soportales de la Avenida principal de Cádiz.

Evidencia de suciedad en la zona de los soportales de la Avenida principal de Cádiz. / Julio González

Cádiz está sucia. Muy sucia. Después de 14 meses con el nuevo contrato de limpieza en vigor y tras un plan de choque que puso en marcha el nuevo gobierno de Bruno García, los restos de suciedad son cada vez más notorios en el suelo de prácticamente cualquier zona de la ciudad. Y esta realidad, por día más notoria, tiene una explicación que sirve perfectamente de excusa: no se puede usar agua potable para el baldeo; como tampoco se puede usar para el riego de zonas verdes.

Las medidas puestas en marcha desde la Junta de Andalucía en relación a la situación de sequía prohíben baldear las calles con agua potable; una indicación que en Cádiz entró en vigor a principios del pasado mes de febrero por decreto del alcalde, Bruno García. Desde entonces, a excepción hecha de la semana de Carnaval en que la ciudad obtuvo una autorización especial para baldear, la limpieza de las calles con agua se ha reducido de manera considerable, lo que cada vez es más notorio en la imagen de la ciudad y preocupa más ante la llegada de las altas temperaturas.

Por ello, el Ayuntamiento está trabajando en aplicar medidas alternativas que permitan retomar el baldeo con normalidad. En concreto, dos son las principales vías en las que está centrado el gobierno municipal; de un lado, la ampliación del número de pozos y, de otro, el uso del agua de la depuradora que Cádiz comparte con San Fernando.

Dos nuevos pozos

Solo dos son los pozos que tiene disponibles actualmente la ciudad; el de Varela y el de la calle Santa Rosalía, en el casco histórico. Pero la capacidad de ambos son del todo insuficientes para la cantidad de agua que necesitaría el baldeo normal de la ciudad. Por eso, se trabaja ya en la apertura de dos nuevos pozos que permitan surtir de mayor cantidad de agua a los servicios de limpieza.

En concreto, detallan fuentes del equipo de gobierno que se quieren habilitar pozos a la altura del número 24 de la Avenida de Andalucía y en la Plaza de Mina. Para ello, ya se han definido los proyectos técnicos y solo resta ejecutar las obras que permitirán ese uso como depósitos de agua.

Este recurso de utilización de pozos ya fue planteado por los técnicos en la actualización del Plan de Sequía que llevó a cabo el Ayuntamiento en 2019 y que ha venido actualizando en los últimos meses, donde se señalaba la necesidad de buscar más fuentes de este tipo en el término municipal. De hecho, aseguran en el Ayuntamiento que además de estos dos que se van a habilitar “se está estudiando la puesta en valor de otros posibles pozos por si son aptos para poder extraer agua”.

Reguero de suciedad en una acera del casco histórico de Cádiz. Reguero de suciedad en una acera del casco histórico de Cádiz.

Reguero de suciedad en una acera del casco histórico de Cádiz. / Julio González

Agua de la depuradora

El segundo recurso en el que ya se está trabajando es en la tramitación administrativa para disponer de un terciario portátil que permita usar el agua depurada en la planta que Cádiz comparte con San Fernando; una medida que necesitan las dos localidades, que según fuentes municipales consultadas son las que menos recursos de pozos tienen en la provincia. Esta tramitación la está realizando la empresa pública Edacafesa, que es la que gestiona este servicio de depuradora conjunto.

Al margen de todo esto que ya está en marcha, fuentes consultadas reconocen que se está trabajando en otras alternativas. Y en este campo, conviene recordar que el alcalde ya ha hecho mención a posibilidades futuras como traer agua a la ciudad en barcos cisterna, que necesitarían el dispositivo oportuno para trasladar el agua hasta la ciudad para poder ser utilizada, en este caso para el baldeo.

Mientras no llegan estas soluciones, el baldeo se ha reducido prácticamente a la nada, utilizando el poco agua que aportan los dos únicos pozos que actualmente están en servicio. Cuestión que se está reflejando de manera progresiva en el suelo de calles y plazas, que presentan un estado de suciedad cada vez más llamativo. Micciones de perros, productos líquidos de vehículos y otras acciones del día a día están incidiendo de manera negativa en el estado de revista de la ciudad mientras desde el gobierno municipal se buscan soluciones.

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