El Ayuntamiento de Cádiz, sin vacaciones de verano

Año de elecciones, año sin vacaciones. El proceso de aterrizaje del nuevo gobierno municipal y de desembarco en la oposición del anterior, así como la nueva toma de posiciones de despachos, consejos de administración y demás laberintos (físicos y administrativos) municipales va a conllevar un intenso verano con el que ya cuenta la Corporación.

Pudiera parecer normal, incluso necesario, que tras el pleno que se debe celebrar este jueves 27 de julio, primero ordinario del mandato de Bruno García como alcalde, los concejales se concederían un respiro agosteño para retomar la actividad con la intensidad normal a la vuelta de septiembre. Pero lejos de eso, a la Corporación le espera un intenso verano y un agosto sin vacaciones.

De hecho, los concejales ya conocen que el último jueves de mes, que coincidirá con el último día de agosto, volverá a celebrarse el pleno ordinario; una convocatoria que conlleva, a su vez, el cumplimiento de los preceptivos plazos de presentación de propuestas, convocatoria de comisiones y demás tramites que tiene tras de sí cualquier convocatoria plenaria.

Además, en el Ayuntamiento dan por hecho que durante el mes de agosto se celebrará una sesión extraordinaria, que tendrá por objeto aprobar la modificación presupuestaria que conlleve la incorporación del remanente de tesorería. Una cuestión de trascendencia si se tiene en cuenta que el último año el importe resultante de ese dinero no gastado en el ejercicio alcanzó los 14,5 millones de euros.

Respecto a esto último, el equipo de gobierno estaría ultimando el detalle final de ese remanente, para después organizar o repartir ese montante global en diversas actuaciones, que serán las que tenga que aprobar el Pleno municipal, donde el PP tiene actualmente mayoría absoluta con 14 de los 27 concejales.

En el ejercicio de 2022, ese remanente sirvió para anunciar la reactivación de proyectos como la construcción del pabellón Fernando Portillo, así como para la construcción de nueva vivienda o para culminar las actuaciones derivadas del convenio urbanístico suscrito con la UCA (una inversión que necesitaba el Teatro Pemán y otra el antiguo Rectorado de Ancha). Proyectos todos que se han quedado pendientes de ejecutar pero que el presupuesto mantiene al quedar prorrogado a principios de año.

En esta línea, conviene recordar el anuncio realizado días atrás por el alcalde de que en agosto se iniciará la elaboración del nuevo presupuesto para el ejercicio 2024, con la intención de que este documento esté aprobado en los plazos que establece la legislación (antes del 1 de enero) y que nunca se cumplen. Presupuesto para el que ya se prepara un notable aumento del capítulo de inversiones, en esa firme intención municipal de recuperar las actuaciones de calado que se consideran fundamentales para el desarrollo de la ciudad.

También conviene reseñar en relación al mes de agosto esa labor que posiblemente realicen las empresas municipales, que tras configurar los nuevos consejos de administración hace unos días y nombrar los nuevos presidentes, tendrán que retomar la actividad habitual tras el parón provocado por las elecciones mayo y recomponer las propias sociedades tras el cambio de Corporación y de gobierno en la ciudad.

Todo ello sin perder de vista que a la vuelta de agosto afronta la ciudad dos grandes retos organizativos, como son la regata de grandes veleros (en septiembre) y la Sail GP (en octubre), que a buen seguro obligará a redoblar esfuerzos durante este verano para sacar a tiempo los contratos necesarios y para programar todo lo relacionado con estos grandes eventos que presidirán el otoño gaditano. Compromisos que hacen que el Ayuntamiento, y en concreto la Corporación, afronte un verano sin vacaciones y, en concreto, un agosto de lo más hábil.