El Ayuntamiento ya 'vigila' el ornato de los locales comerciales cerrados
Los técnicos han realizado un primer estudio de 306 locales del centro De ellos, 223 necesitan obras, que se harán subsidiariamente si la propiedad no atiende los requerimientos
Era una de las medidas que venían exigiendo los distintos colectivos de comerciantes y que en los últimos meses han cobrado fuerza a través de las diferentes mesas del comercio. Se trataba, concretamente, de velar por el decoro y el buen estado estético de los locales comerciales que lleven tiempo cerrados y que en muchos casos suelen presentar una imagen de dejadez que perjudica al entorno.
El Ayuntamiento ya está dando los primeros pasos en este sentido. Y la oficina técnica municipal ha realizado un primer estudio sobre el estado que presentan los locales comerciales que actualmente están sin actividad. En concreto, este estudio -que fue presentado ayer a la Junta de Gobierno Local- se ha realizado en las principales vías comerciales del casco histórico, estando previsto ampliar las zonas tanto en el centro como en extramuros en un futuro próximo.
Este estudio preliminar ha contabilizado un total de 306 locales comerciales cerrados actualmente. Y los resultados que ha arrojado evidencian que los colectivos que reclamaban una mayor exigencia sobre el cuidado de estas propiedades señalaban en buena dirección. De esos 306 locales incluidos en el informe de la oficina técnica, tan solo 83 cuentan con sus fachadas "en perfecto estado", según explicó al término de la Junta de Gobierno Local la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez. Por contra, el resto necesita de obras de intervención.
Además, los técnicos han dividido las actuaciones en dos niveles. El primero hace referencia a la necesidad de obras de ornato en la fachada, contabilizándose un total de 154 locales. El resto, 69, no solo necesitan estas obras de reparación y adecuación de las fachadas, sino que también deben retirar los rótulos publicitarios relativos a la última actividad que albergó en su interior.
Por el momento, estas inspecciones técnicas que se irán ampliando a otras calles tanto del casco histórico como de extramuros se limitan al ornato de la fachada y del local, sin entrar en el interior de los mismos (lo que seguramente retrasaría en exceso el proceso al necesitar localizar al propietario, requerir la apertura del local y realizar la oportuna visita e inspección).
Y según han explicado fuentes municipales, se van a requerir en los locales señalados las oportunas obras de ornato que sus propietarios deberán realizar. Siguiendo el proceso habitual relacionado también con las inspecciones de edificios, tras un primer requerimiento se reiterará el mismo por segunda vez. Y en caso de que las obras señaladas sigan sin ejecutarse, se informa que será el propio Ayuntamiento quien las lleve a cabo de manera subsidiaria, requiriendo posteriormente a los propietarios la cuantía de los trabajos por la vía ejecutiva.
Las distintas voces que representan al comercio gaditano han insistido desde hace tiempo en la mala imagen que ofrecen los locales comerciales que acumulan meses o años cerrados sin que nadie los alquile o los adquiera para iniciar una nueva actividad comercial o empresarial. En este sentido, venían pidiendo que se cuidara esta imagen e incluso se han planteado diversas iniciativas para dar contenido a tantos escaparates vacíos como hay actualmente, para animar la desértica imagen que algunas calles ofrecen a diario.
En este mismo sentido, la alcaldesa quiso destacar ayer que la medida puesta en marcha beneficiará "a la ciudad", puesto que mejorará su imagen estética, "a los comerciantes" ya que se mejora la imagen de su entorno; y también "a los propios propietarios", ya que con las obras que se van a requerir darán un mejor aspecto a sus locales y, por tanto "tendrá más facilidades para la venta o alquiler", según entiende Martínez.
Por el momento, lo que no se ha planteado el Ayuntamiento es el progresivo aumento de los impuestos para aquellos locales que permanezcan cerrados, como también han propuesto las asociaciones de comerciantes. Y mucho menos la exigencia de que los bajos de las fincas se reserven obligatoriamente a actividad comercial, como propuso algún colectivo igualmente.
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