El Ayuntamiento de Cádiz planea permitir molinos eólicos en el casco antiguo

El Ayuntamiento de Cádiz está valorando poner en marcha una nueva modificación del Plan General de Ordenación Urbana, PGOU, a fin de facilitar la instalación en el casco histórico de la ciudad de paneles fotovoltaicos y molinos eólicos, dentro de su apuesta por las energías renovables.

La instalación de estos sistemas, que en la mayor parte de los casos implica equipos de gran tamaño siempre ubicados en las azoteas de los edificios, ha sido objeto de polémica cuando se trata de los cascos históricos de la ciudad.

La necesidad y obligación de preservar el patrimonio de estos conjuntos históricos ha llevado a algunos ayuntamientos, como Toledo o Córdoba, a prohibir su instalación, limitándolos a los barrios modernos o en el exterior del término urbano.

La propia Unesco, encargada de velar el cumplimiento de las normas que permiten catalogar a una ciudad como patrimonio de la humanidad, tampoco tiene un dictamen claro sobre estos proyectos, aunque tiende a valorar más la protección histórica que la apuesta por estas nuevas formas de generación de energía.

En todo caso, fuentes del Ayuntamiento de Cádiz aclaran que esta modificación del PGOU, si sale adelante, tendrá muy en cuenta el entorno donde se permita la ubicación de estos equipos, limitando su número y evitando la ocupación de grandes superficies, especialmente en un casco antiguo como el gaditano reducido a un kilómetro cuadrado de superficie residencial y con una elevada densidad de población.

Más sencilla será la hipotética instalación de estos paneles o molinos en la zona portuaria, especialmente en los 400.000 metros cuadrados de suelo que se integrarán en la vida de la ciudad, sobre todo una vez se traslade el muelle de contenedores, y en la zona de ocio de la Punta. Allí se levantarán edificios de nueva planta y pequeñas industrias limpias que, sin duda, irán ya preparadas para las nuevas energías renovables en sus instalaciones.

"En este proceso -se reitera desde el Ayuntamiento- se permitirán estos equipos de energía en espacios limitados porque lo que no se pretende es meter elementos como sea" y sin control.

La instalación o no de estos medios energéticos en zonas con un alto valor histórico ha sido tratado por la Unesco a través del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (conocido como ICOMOS).

Esta organización no gubernamental valora de forma negativa la instalación de parques eólicos y parques solares por el impacto sobre el territorio. En cuanto a su instalación en edificios se afirma que "provocan un inevitable impacto visual sobre el conjunto arquitectónico", aunque también se evidencia el derecho de la propiedad de la finca con protección patrimonial "al acceso a las energías renovables, lo que podría generar un efecto de rechazo hacia la habitación en dichos inmuebles por el mayor coste de acceso a la energía".

Se propone, a fin de evitar la proliferación de instalaciones aisladas (lo que no parece que vaya a ocurrir en Cádiz según el Ayuntamiento), "la constitución de comunidades energéticas en los municipios utilizando, de manera planificada y ordenada, cubiertas de edificios públicos o cediendo suelo de titularidad pública en zonas adyacentes a las áreas protegidas para abastecer de energía limpia a la población, minimizando e incluso anulando el impacto visual sobre los inmuebles y conjuntos históricos", una hipótesis de trabajo que podría utilizarse en el suelo portuario pendiente de urbanizar.

En todo caso, esta organización sí reconoce que "aunque se considera esencial que no se coloque ninguna instalación discordante sobre los bienes de interés cultural", se están dando casos en ciudades del norte de Europa donde sí se realizan instalaciones en cubiertas de edificios singulares y monumentos, lo que anima a analizar estas situaciones específicas.

El Ayuntamiento sí tiene más avanzado el proceso de modificación puntual del PGOU por lo que respecta a la instalación de piscinas en las azoteas del casco histórico, en una operación también relacionada con el mejor uso de las energía y el control en el uso del agua; igualmente se trabaja en la mejora de las condiciones de eficiencia energética de la edificación protegida, donde hay un importante déficit al que se unen también buena parte del parque de viviendas privadas de la ciudad, tanto e intramuros como de Puerta Tierra.